Los perdedores de las municipales en Mazarrón no dejan de dar motivos a quienes airean la conveniente mutación del prolongado Pacto de Bahía y el revés sufrido por el “bipartidismo infiel”. Como profetas de mal agüero han encontrado en la nueva trifulca socialista por el poder una fuente inagotable de argumentos que refuerzan su precaria credibilidad (la de los profetas y mentores del manido régimen nepotista, no la del gobierno municipal, se entiende). Ya desde la trama clientelar PPSOE, tutelada por sus benefactores con desorbitada angurria, reventaron convenidos y sin inmutarse el experimental “comité de vigilancia” del primer acuerdo en 2.011.
El último de estos motivos es la irrupción de la figura del “asesor” en los círculos políticos y mediáticos de la chispeante política local. Tan peregrina como imprecisa en la fijación de su verdadero papel: asesor, intermediario, tratante experto en gatuperios y hombre bueno entre dos partes que se miran a cara de perro. En este caso, el polémico “trueque” es entre dos partidos políticos colgados de un pacto inspirado en la desconfianza mutua. Si hay incumplimiento la culpa será del otro. Así se justificaría la amenaza de «vendetta» con los populares. Eso debe decirlo “el asesor político” de turno entre los intereses cruzados de las partes y la sutil mediación de los “despachos influyentes”. El de UIDM está por seguir gobernando un Ayuntamiento para todos. Y el del PSOE por enredar para enterrar oscuros cambalaches y cuentas pendientes del pasado que llevan ocultando durante cuarenta años, y de nuevo farmacopea con el del PP mediante nocivas recetas y tóxicos brebajes.
Todo eso es más o menos normal en una confrontación política de las muchas que se producen en el funcionamiento diario de la gobernanza municipal en un sistema democrático. Lo aberrante, lo que rompe todos los esquemas del sentido común y el legítimo conflicto político entre diferentes grupos e idearios, es el carácter interesado y mercantil de los dichosos asesores, que recae en la figura de trapisondistas personajes a los que nada importan los problemas y el bienestar de la sufrida población ni conflictos o desencuentros de los vecinos con las distintas administraciones.
Esto va a causar serios problemas en la imagen del municipio. Me temo efectos corrosivos en la dirección de Consistorio y escasas alternativas aún más perturbadoras, pocas explicaciones e incapacidad para gestionar el pluralismo de ideas y opiniones con talante democrático. Nunca han estado cerca de conseguirlo, pero mucho menos ahora. Por una sencilla y simple razón parte del conciliábulo progre ha cambiado de bando, se han pasado a quienes nunca han negado sus oscuras intenciones y se han llevado uncido a su ramal a un PSOE que solo es ya la voz de su Caudillo.
El esperpento cainita en C/Progreso se ha repetido tantas veces que no solo se considera “normal” sino que se le da categoría de culmen del talento político. La mentira, la traición y la venganza han pasado a ser para una parte de la ciudadanía y de la tropa progre, virtudes y ejemplares pautas de conducta. Con el añadido de que quienes no compartan tales mandamientos, a los que se proclama por ellos mismos progresistas, son de inmediato estigmatizados como traidores que se han vuelto de derechas o peligrosos trastornaos.
Ese es el escenario en el que nos han metido y seguiremos inmersos, pues a quienes forman parte de la tramoya, ni a la “logia caciquil”, su apéndice el “Sanedrín Fáctico”, los vetustos “gurús sociolistos” y “benefactores populares”, les interesa lo más mínimo romperla a corto plazo. Pero sí que ahora un telón ha caído. La primera escena, la del cambio de líder se ha consumado y ahora comienza el segundo acto: el pago a terceros y la sustitución. Sabemos ya parte, aunque no toda, pues los “septuagenarios mentores” siguen urdiendo el pago con la misma nocturnidad y descaro que perpetraron el trato, y a lo que ya comenzamos a asistir es al espectáculo de presenciar sus bastardos propósitos con grandes risotadas, magnificados por sus palmeros y sin pagar un céntimo, humillando a todo el pueblo que tiene que asumir el coste de sus fechorías y latrocinios.
POST SCRIPTUM: “El servicio público no es lo que haces, sino como lo haces siendo quien eres. Es una forma de vida que debes llevar a todo lo que haces si quieres integrarla en las interacciones con los ciudadanos”.
COLECTIVO “EN CLAVE TRANSPARENTE»