Crisis de gobierno, crisis de proyecto y hasta crisis de identidad. Es la realidad de un “Equipo de Gobierno” titubeante e irreconocible que ha colocado a su Alcalde en el alambre, violentado por “fuego amigo” y zamarreado desde el mismísimo “aparatichi progre”. El líder socialista, ha sido seriamente cuestionado por segunda vez desde que llegara a la Alcaldía en 2.019. La otra ocasión fue al final del primer curso, tras el verano, cuando peligró el “sillón de tersssiopelo” y la moción de censura planeada fue abortada por la delicada situación sanitaria que provocó la pandemia. Choques, vaivenes y salidas de tono con sus socios de gobierno sí. Serios encontronazos con la oposición como ahora, nunca.                                                                               

Su principal valedor en C/Progreso, el magnate de los medios e integrante taimado de los ”Juanes Sociolistos”, ha sido sin duda el padrino benefactor de su victoriosa candidatura para seguir liderando el partido, demostrando andar muy por encima del “asesor cibernético” que le avaló electoralmente y sella la paz momentánea con una manifestación de aprecio que será de ahogo (EL ABRAZO DEL OSO). El sempiterno cancerbero del “Sanedrín Fáctico” le considera todavía capaz de reflotar el Ayuntamiento, facilitando una salida decorosa al decadente “pacto del buen provecho” por mantener el poder socialista con un final de legislatura aceptable e influyente que desbloquee la Institución de los problemas estructurales que padece. Pero en el seno de la agrupación progresista hay otras voces excesivamente críticas que manifiestan que el Primer Edil ha perdido el control municipal y que la situación es irrecuperable. Aluden también que se nota mucho el desgaste en un puesto que devora líderes y la coalición de gobierno da la impresión de ser un grupo roto.        

 

                                                                                                                                          

Sorprende la mutación de un equipo compacto que iba a comerse el mundo y que ahora amenaza descomposición. No hay consonancia y apenas hay ilusión en la mayoría de sus componentes, una de las improntas que nunca debían perder. El procedimiento habitual, permanentemente bloqueándose entre ellos, y la conducta enrarecida de los concejales no invitan a pensar en una convenida solución de futuro. Más allá del agotamiento por los últimos acontecimientos, vienen sufriendo problemas estructurales desde el inicio de legislatura. Con puestos repetidos por uno y otro bando, falta de confianza, déficit de talento, exceso de celos, dudosa dirección y sobre todo la intromisión y control de los “despachos influyentes”, que no dejan títere con cabeza por continuar sus logrerías.                                                                                           

Si contemplamos el panorama político actual, la situación de los diferentes partidos con Miras anticipándose a todos asegurándose la dirección del PSOE cuatro años más tras ganar el pulso por la secretaría general a sus opositores. ¿Puede haber un escenario más propicio para que el Regidor de un puñetazo encima de la mesa, mueva ficha y pase al ataque? “La ocasión la pintan calva”. A nadie extrañaría un golpe de timón arriesgado pero necesario si quiere acabar el anhelado proyecto de ocho años marcado. Apurarlo hasta el final se antoja inviable, e inasumible repetir con sus colegas de coalición que andan pisándole los talones y tocándole las narices. Decida lo que decida, lo más importante será mantener en el partido los atributos que caracterizan a un buen líder: conocimiento de la realidad social, credibilidad, confianza y capacidad dialéctica. Si duda o se acompleja, los electores le darán la espalda.                                                                                                                                                    

Observamos la situación de nuestros partidos políticos: el PP nacional, en proceso de recomposición tras la mayor crisis de su historia que repercute en la Región y salpicará Mazarrón donde ya suenan “tambores de guerra”; Ciudadanos, casi desaparecido; y…la izquierda podemita e IU, sin liderazgo ni proyecto propio. Solo queda Vox en el extremo como un árbol vigoroso pero sin frutos y UIDM si acaba bien la travesía judicial por el desierto, cuya duración es un misterio y de la que saldrá más debilitado o más fuerte en función de las decisiones que tome y de la estrategia política que elija. ¿No va a aprovechar el PSOE la debilidad de sus adversarios, finiquitar el pacto y recomponer la gobernanza municipal con la inclusión de otr@s ediles que sumen, para definir un proyecto que ilusione a sus antiguos votantes y a gran parte de los que no lo han sido nunca a un año de las próximas elecciones.                   

                                                                                                                                                                                                   

POST SCRIPTUM: “No mires hacia atrás con ira, ni hacia adelante con miedo, sino alrededor con atención.” (J. Thurken)

 

 

COLECTIVO «EN CLAVE TRANSPARENTE»