10 de agosto del 2017
Ya somos, desde esta mañana temprano de un miércoles caluroso, una vez publicada y puesta en circulación los colegas de LA VERDAD, noticia nacional, y es que el casi difunto MAR MENOR sufre, según los expertos más sabios del lugar y del resto de España en donde viven los de la CUP, el llamado pomposamente y con carga disparatada de cachondeo huertano el denominado EFECTO LUCIFER, y es que como JAMÁS en su larga vida sufrió los efectos en los pasados benignos veranos murcianos, desde que el Señor hizo los mares y nos maldijo por lo de la manzana leridana que mordió el tontorrón de Adán, digan los que digan las femenistas que culpan a los hombres de todos los males, por indicación expresa e insinuante de la bella Eva, este colectivo de opinión con cuatro varones y dos jóvenes universitarias de Mazarrón y Murcia capital del Reino, se conocen, prácticamente desde que nacieron, algunos ya durante el franquismo, que no se justificó de manera tan bellaca, siempre pero siempre tuvimos el placer de bañarnos en las aguas calientes de la laguna que hoy es un misterio a voces. El efecto de las elevadas temperaturas ahora resultan como las culpables de ese EFECTO LUCIFER de que el ya charco ande jodido.
La noticia ha superado índices de audiencias en las televisiones y otros medios regionales y nacionales, con mayor impacto que aquella frase estelar del médico que le dijo a una señora, soezmente, que su mal era consecuencia de estar “mal follada”.
Sin ánimo de ofender, informamos que el que jodido y muy mal hecho son sus calientes aguas de toda la vida, lugar de cita de todos los reumáticos de todas las lenguas. Mano de santo, que posteriormente hacia milagros con sus barros bien calentitos. No pretendemos dar guerra a los sabios, pero nos tememos que se han sacado una carta de la manga, no La Manga, la otra, herida de gravedad por la industria del ladrillo y los inversores de millonarios.
Nosotros nos tememos que este caso y asunto sucio es algo puerco, dicho en román paladino. El periodista de nuestro conjunto de investigadores y opinadores, nos ha revelado la verdad de un secreto descubierto ya hace años. Afirma rotundamente, y lo creemos, que los expertos, asesores y analistas del Gobierno Regional que preside Miras le han dado la vuelta a la tortilla torpemente como suele ser con desgraciada frecuencia. Sospecha. No sospecha, nos aclara que se ha tergiversado la nominación de los males veraniegos de nuestra laguna, que el efecto en realidad se llama “EL SÍNDROME VALCÁRCEL”, que no es mala denominación, porque encima de los gafes que nos han gobernado y nos gobiernan, ahora ande LUCIFER, el ángel caído del cielo cuando la rebelión de los ángeles podemitas, tomando baños a la orilla de Santiago de la Ribera, los enfangados Urrutias y amenazando construir un emporio de ladrillos de oro, las urbanizaciones de Novo Carthago al mando de una coalición PPSOE, nos parece una faena que no tiene nombre.
La crisis fantasmal y endemoniada de la mano de los efectos de Lucifer, que huele a azufre socialista de la marca “los Alonsos” y los designios imperiales de Valcárcel empujado por la encantadora Pilar Barreiro, es una comedia que mueve a morir de risa.
Nuestros asesores urbanitas opinan que la debacle marmenorense es una putada global y que los responsables fueron los primeros pobladores árabes, los yihadistas culpables de ese terrorismo de cuello blanco que luce mucho, y que resucitarán los niños bien de las CUP que a no más tardar vendrán de pintadas por toda la costa turística murciana.