La Policía Judicial acusa a Jordi Pujol Ferrusola de «influir políticamente» en el Gobierno que presidía Artur Mas para hacer negocios. La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) ha documentado ante la Audiencia Nacional cómo el primogénito del ex presidente autonómico catalán organizó reuniones con altos cargos públicos catalanes en representación del fondo de inversión israelí Jerusalem Venture Partners (JVP). Entre otros, con el ex consejero de Economía de la Generalitat Andreu Mas-Colell. Pero también con su hermano Oriol Pujol mientras éste era una de las personas de máxima confianza del ex presidente catalán.

Esta actuación fue complementada con reuniones con Jordi Joly, ex responsable de Economía del Ayuntamiento de Barcelona, o con directivos de la productora Mediapro y la entidad financiera andorrana Andbank.

Constituye, a juicio de los investigadores del caso, «una perfecta representación de la confusión de intereses que parece haber ocurrido en la familia Pujol Ferrusola a lo largo del tiempo».

La Udef intervino en el despacho profesional de Pujol Ferrusola una serie de correos electrónicos, a los que ha tenido acceso EL MUNDO, que revelan cómo a principios del año 2012 apadrinó a los dirigentes del referido fondo israelí ante las autoridades políticas de Cataluña.

El primer contacto lo estableció el hijo mayor de Jordi Pujol Soley con su hermano Oriol, en ese momento diputado del Parlamento catalán, «dirigente del partido Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y a su vez cargo político en el gobierno autonómico y que dirige la Administración de Cataluña». «Siendo» esta última, precisa la Policía, «la faceta que más interés despierta en su hermano Jordi».

«Un empresario israelí va a venir a Barcelona a finales de febrero», le anticipó por correo electrónico Jordi Pujol Ferrusola a su hermano Oriol el 14 de enero de 2012. «Vale la pena que lo tengas presente», le insistió.

La Policía subraya que en ese momento Jordi Pujol Jr. no tenía «encomendado papel alguno en el Gobierno y/o Administración autonómica de Cataluña para realizar gestiones en relación con la visita de los máximos dirigentes de una empresa externa».

Por lo que, a juicio de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal, este contacto entre hermanos «no parece tener justificación formal alguna».

«A tenor de la comunicación», prosigue la Policía Judicial, «se desprende la capacidad de Jordi Pujol Ferrusola de influir en la agenda no sólo de su hermano Oriol Pujol Ferrusola, que se reuniría junto a él con el presidente de JVP en Barcelona, sino de otros altos cargos de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona».

En este sentido, la Udef ha entregado al juez de la Audiencia Nacional José de la Mata un correo electrónico de Jordi Pujol Ferrusola remitido en febrero de 2012 a la empresa israelí con la agenda prevista para su visita a la Ciudad Condal. Así, el 28 de febrero Jordi Pujol Jr. organizó, en primer lugar, una reunión con su padre. A continuación, una comida con su hermano Oriol, al que presentaba ante sus clientes como el «secretario general de CDC».

Ya por la tarde, Pujol Jr. organizó un encuentro con el consejero de Economía de la Generalitat, Andreu Mas-Colell, al que presentaba abiertamente como «ministro de Economía» de Cataluña. La jornada la completó con una reunión con Tatxo Benet, directivo de Mediapro y mano derecha de Jaume Roures y otra con Carles Vilarrubí, entonces vicepresidente del FC Barcelona. Al día siguiente, Pujol Ferrusola montó un encuentro con el responsable de Economía del Ayuntamiento de Barcelona Jordi Joly.

A estas reuniones le sucedió, añade la Policía, apenas unos meses después, en noviembre del mismo año, «un viaje oficial a Israel de quien en aquellos momentos dirigía el Gobierno de la Generalitat Artur Mas». Dicha «delegación» la integraban también «Andreu Mas-Colell y Xavier Trias (ex alcalde de Barcelona)». Entre las gestiones realizadas por Pujol Jr. la Udef destaca el haber conseguido que La Vanguardia «publicara un artículo» ensalzando «las relaciones bilaterales» entre Cataluña e Israel.

Estas intermediaciones reflejan, según la Udef, «el modus operandi que Jordi Pujol Ferrusola habría seguido desde el comienzo de su vida empresarial, aprovechando su capacidad de influencia en las instituciones públicas en pro de la obtención de beneficios particulares».

Destaca que «no se puede colegir la inmediata existencia de ilícito penal alguno puesto que no se identifica que el interés público como bien jurídico se haya visto afectado al no identificar directamente resolución alguna viciada». Eso sí, considera necesario «indagar» si medió posteriormente «algún convenio de colaboración suscrito por alguna de las instituciones públicas catalanas» así como si «las empresas beneficiadas con los contactos de Jordi y Oriol hubieran realizado alguna donación a la Fundación Catdem» utilizada por CDC para financiarse irregularmente, toda vez que hay correos a representantes de estas entidades.

 

 

FUENTE: ELMUNDO