El Gobierno inyecta 24 millones al Instituto de Salud Carlos III para proyectos y programas de investigación destinados a mejorar el manejo a corto plazo del virus y de la enfermedad
La mejora y la rapidez en los diagnósticos de la covid, la búsqueda del mejor tratamiento efectivo para la enfermedad una vez que se ha desarrollado, y el hallazgo de una vacuna son prioridades fundamentales que persiguen los expertos sanitarios del Instituto de Salud Carlos III en su lucha contra la pandemia del coronavirus.
Esta es una de las conclusiones que se puede extraer del análisis de los 18 proyectos que hasta ahora el Instituto ha elegido financiar con los 24 millones de euros que, a mediados de marzo, el Gobierno de España les aportó para proyectos y programas de investigación. Esta inyección de líquido destinada a agilizar y centrar las pesquisas se ha dado en llamar fondo covid-19.
El Instituto «en próximas fechas» anunciará la selección de más investigaciones «destinadas a mejorar el manejo a corto plazo del virus y de la enfermedad».
La comunidad científica y médica en España se ha implicado de manera decidida en encontrar una salida segura a la pandemia: el Instituto ha recibido más de 1.300 propuestas en este mes, lo que ha llevado a que, de manera temporal, se haya paralizado el análisis de las que van llegando, según informa en su página web, «a fin de garantizar la necesaria agilidad en la evaluación científico-técnica de las propuestas y asegurar la coordinación estratégica con las actuaciones que desde las diferentes administraciones se están desarrollando».
Estos son los 18 proyectos que el Instituto de Salud Carlos III financia en este momento con el fondo covid-19, según la información que el propio centro ha suministrado.
A la búsqueda de una vacuna
De los 18 proyectos que ya financia el Instituto, dos de ellos tienen que ver con la vacuna, el santo grial de la búsqueda científica, que de desarrollarse con éxito, permitiría afrontar la emergencia del coronavirus desde un punto de vista radicalmente diferente.
Uno de los programas, que está liderado por la Universidad de Santiago de Compostela, «supone una apuesta por la diversificación en la búsqueda de vacunas contra la enfermedad covid-19». «Se basa en la utilización de microesferas en las que se han insertado diferentes proteínas del SARS-CoV-2 para generar en el paciente una respuesta inmune frente al virus». La investigación se llevará a cabo «en primer lugar con modelos animales», puntualiza el Instituto.
El otro trabajo tiene que ver con una posible modificación de una vacuna que se está desarrollando contra la tuberculosis, denominada MTBVAC, íntegramente producida en España. «El desarrollo de este proyecto, actualmente en las fases preclínicas finales, pretende explorar si la inmunidad inespecífica frente a SARS-CoV-2 que podría generar esta vacuna puede ser lo suficientemente eficaz como para iniciar estudios en personas en las próximas semanas», asegura el Instituto de Salud. Esta investigación la está lleva a cabo la Universidad de Zaragoza.
Evaluación de tratamientos
Otros tres de los ensayos clínicos se dedican a evaluar tratamientos diferentes utilizados en muchos hospitales con la idea de encontrar lo más rápidamente posible la mejor manera de tratar la enfermedad. «Con ello, ayudarán a reducir la heterogeneidad de los protocolos terapéuticos que los distintos hospitales españoles están utilizando», según el Instituto de Salud.
Uno de los estudios aprobados «comparará tres diferentes esquemas de tratamiento con diversos medicamentos antivirales (hidroxicloroquina, lopinavir-ritonavir y la combinación entre hidroxicloroquina y azitromicina)». Está liderado por el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital La Paz de Madrid y colaborarán más de 30 hospitales de diversas comunidades autónomas.
Otro de estos ensayos con antivirales se enmarca en el estudio internacional Solidarity de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y lo ejecuta el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico de Madrid. Se dedicará a comparar la eficacia comparada de los medicamentos remdesevir, ritonavir/lopinavir, hidroxicloroquina e interferón beta.
El tercero es un ensayo clínico, liderado por el ISGlobal en colaboración con diversos hospitales de Barcelona y Madrid, que «evaluará el efecto del fármaco hidroxicloroquina en mujeres embarazadas con infección por SARS-CoV-2, y también estudiará su uso preventivo (profilaxis pre-exposición) en mujeres gestantes sin la enfermedad». El ensayo, que aprovecha la experiencia ya acumulada en el uso de cloroquina en embarazadas en la prevención de la malaria, tiene prevista la participación de más 700 mujeres.
Alternativas
El Instituto de Salud Carlos III también ha optado por financiar exploraciones con fármacos que se utilizan hoy en la cura de otras enfermedades para tratar, en este caso, la covid-19.
Así, uno de los trabajos analizará un medicamento, llamado defibrotide, para tratar de reducir las complicaciones pulmonares que causa la covid-19, que y la responsable de que muchos pacientes precisen de tratamiento en unidades de cuidados intensivos. «Este ensayo lo lidera el Instituto Murciano de Investigaciones Biomédicas y espera contar con la participación de centros en Cataluña, Castilla León, Madrid y, a nivel internacional, con hospitales de Estados Unidos, Israel e Italia que ya han mostrado interés en colaborar con el ensayo», informa el Instituto.
Otro de los proyectos está basado en la supercomputación. Lo lleva a cabo el Centro Nacional de Supercomputación- Barcelona Supercomputing Centre. El objetivo es agilizar el uso de nuevas terapias contra la enfermedad. «Gracias al análisis de los mecanismos de acción de decenas de miles de fármacos y del estudio biológico de las proteínas que ya se han estudiado del virus, la supercomputación puede hacer más eficiente y rápida la búsqueda de nuevos medicamentos, agilizando posibles ensayos in vitro, en modelos animales y en personas», afirma el Instituto.
Prevención del contagio
Otra de las líneas que el Instituto ha querido potenciar es la de la detección del virus en el entorno y la búsqueda de un tratamiento que impida el desarrollo de la enfermedad.
De este modo, el Hospital Universitario de Elche estudia el tratamiento con una dosis semanal de un fármaco (mefloquina, en forma de pastilla, que solo será necesario ingerir una vez a la semana) como método de prevención. «Este abordaje quimiopreventivo, cuyo efecto se comparará con el de placebo, busca evitar que población sana contraiga la covid-19», asegura el Instituto. Hospitales de las provincias de Alicante, Murcia y Madrid participarán también en el ensayo.
Otro de los proyectos financiados desarrolla, al modo de la serie CSI, «un sistema de visualización óptica de superficies con el objetivo de poder identificar residuos del virus allí donde ha estado presente». «Con la ayuda de cámaras que manejan diversos espectros lumínicos, sería posible ‘ver’ el SARS-CoV-2 en una habitación, por ejemplo», afirma el Instituto. La investigación corre a cuenta de la Universidad de Sevilla, el Instituto de Biomedicina de Sevilla y el Grupo de Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos de la Policía Nacional.
Otra de las investigaciones tiene como objetivo la utilización de equipos de muestreo para la localización del virus en el aire de entornos sanitarios, como hospitales y centros de salud.
«En una primera fase –detalla el Instituto– se busca conocer mejor la diseminación del virus SARS-CoV-2 en medio aéreo y en una segunda fase se incorporaría una nueva tecnología para optimizar la detección y mejorar la vigilancia epidemiológica, incorporando estaciones de muestreo en entornos urbanos y en infraestructuras de transportes, entre otras localizaciones».
Este proyecto lo llevan a cabo el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, el centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de la Universidad Autónoma de Madrid en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital La Paz, el Hospital Severo Ochoa, el centro IMDEA Nanociencia y el Instituto de Salud.
Agilizar los diagnósticos
El fondo covid-19 dedica buena parte de sus esfuerzos a la agilización de los diagnósticos, otro de los grandes caballos de batalla en esta emergencia. Así, financia hasta cinco proyectos distintos que enfocan este problema desde diferentes ópticas.
Uno de ellos está liderado por físicos de la Fundación Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Nanociencia. Es un estudio que busca confirmar la eficacia de «un novedoso test de diagnóstico rápido que permitiría reducir el tiempo de espera que requieren las pruebas por PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa, la prueba diagnóstica más fiable) y que, gracias a una nanotecnología que permite el tintado en las muestras del paciente, facilitaría y agilizaría la lectura de los resultados del test».
Otro es un proyecto del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico de Valencia, que «persigue reducir el tiempo que tarda el método diagnóstico por PCR en ofrecer los resultados a los profesionales sanitarios».
El Instituto de Investigación e Innovación Biomédica de Cádiz lidera un proyecto diagnóstico, basado en la nanotecnología. Busca «identificar anticuerpos de inmunoglobulina IgC capaces de interrumpir la interacción del virus con su receptor celular gracias al uso de nanosensores», asegura el Instituto. «Estas proteínas IgG, que protegen al organismo tras sufrir una infección actuando como anticuerpos contra la enfermedad, son capaces de frenar la unión del virus con las células a las que infecta», agrega el Instituto.
Un cuarto proyecto parte del uso del bacteriófago Phi29 -a cuyo estudio dedicó gran parte de su carrera la científica española recientemente fallecida Margarita Salas- «como base de una nueva estrategia para amplificar de manera más rápida las secuencias del SARS-CoV-2». Así, según el Instituto, «con esta estrategia se podría detectar el virus en menos de una hora, mediante una sencilla técnica y sin necesidad de equipamiento especializado, lo que facilitaría la detección masiva de personas contagiadas, incluyendo casos asintomáticos». Esta investigación la coordinan el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas.
El Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud explora soluciones de diagnóstico precoz en sangre y busca una alternativa al diagnóstico por la vía de rastrear fragmentos del virus «en unas pequeñas vesículas que se encuentran en la sangre, denominadas exosomas». «Si se evidenciara la presencia de fragmentos virales en los exosomas en las fases iniciales de la enfermedad, sería posible desarrollar nuevos test diagnósticos basados en este análisis», afirma el Instituto.
Objetivo: reducir el número de ingresos en las UCI
Las dos primeras investigaciones que el Instituto eligió financiar, hace un mes, buscaban «responder a cuestiones clínicas muy urgentes» y su objetivo final era «encontrar el mejor tratamiento disponible y utilizarlo de forma precoz en pacientes infectados, reduciendo con ello el número de ingresos en las UCI».
Ambas propuestas estaban «enfocadas a fases precoces de la enfermedad en pacientes hospitalizados» y «buscan frenar o evitar el desarrollo de la fase inmunológica de la enfermedad, responsable final de que sea necesario utilizar soporte ventilatorio avanzado e ingreso en UCI», según la información suministrada por el Instituto.
El primero de estos ensayos, denominado Tocovid, está liderado por el Instituto de Investigación Sanitaria del hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona. Los investigadores estudiarán si la administración precoz de un fármaco (tocilizumab) mejora la acción conjunta de otros dos (hidroxicloroquina y azitromicina). «Específicamente evaluará si se reduce la mortalidad intrahospitalaria así como la necesidad de ventilación mecánica en la Unidad de Cuidados Intensivos», según el Instituto.
El segundo lo ejecuta el Instituto de Investigación Sanitaria Puerta de Hierro de Majadahonda, en Madrid, con la colaboración de al menos otros siete hospitales españoles. Este proyecto «evalúa la eficacia y la seguridad del uso del plasma de pacientes curados para tratar nuevos casos que cursen con neumonía que requiere de hospitalización».
Está basado «en una cultura de donación que ha situado a España como referencia mundial en este ámbito».
Alternativas como anestesia
Por último, el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico de Valencia, investigará el uso de una alternativa al propofol como anestesia para los pacientes que precisan de intubación. «El estudio comprobará si el sevoflurano puede sustituir al propofol, garantizando su misma eficacia y seguridad y, además, aportando una reducción del tiempo necesario de intubación gracias a sus propiedades anti-inflamatorias», afirma el Instituto. Durante este periodo de emergencia sanitaria se ha producido escasez de algunos fármacos muy utilizados por los anestesistas.
RAUL BOCANEGRA