El editor británico Ernest Bennet atinó a principios del pasado siglo al relacionar el arte de la política con las contrariedades que ésta puede causar. «La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos en todas partes, diagnosticarlos erróneamente y aplicar las soluciones inadecuadas», dictaminó hace casi cien años, y esa definición podría tener vigencia en el ámbito del barcelonismo. Y si no que se lo pregunten a lospeñistas que enarbolan la bandera culé fuera de Cataluña. Aunar política y deporte nunca ha sido aconsejable, tanto como mezclar sodio (o cualquier elemento alcalino) con agua: la reacción suele ser violenta. Y la convulsa situación política y social que se está viendo en Cataluña repercute en los culés del territorio nacional, que viven la postulación del club con cierta desazón.

El Barcelona visitó este fin de semana el Wanda Metropolitano en el primer desplazamiento tras el referéndum del 1-O y la declaración de independencia suspendida temporalmente por Carles Puigdemont. Las peñas azulgranas de Madrid no se sienten cómodas, pero tratan de mantenerse al margen del conflicto secesionista catalán. «Nosotros nos centramos en el fútbol y no nos posicionamos. Nuestra peña tiene cerca de sesenta miembros y cada uno tiene su opinión, pero cuando nos reunimos solo hablamos del Barça. Las únicas discusiones que tenemos son deportivas», señala Nacho Martín, representante de la Peña Barcelonista de Alcalá de Henares.

Rechazo a toda bandera

El directivo peñístico nos ha abierto las puertas de su sede social, pero ha rehusado posar con ninguna bandera, dejando claro el sentimiento apolítico que pretende transmitir. «Solo posamos con la bandera del Barça, con su escudo, el de la peña y sus colores», explica Martín a ABC.

 Fundado en 1952 por un grupo de catalanes que vivían en Madrid, el Cercle Català trata de acercar la cultura catalana a Madrid y a los madrileños. También albergan una peña, presidida por José Ramón Casas, que se muestra equidistante con todas la ideologías. «Procuramos dejar la política aparte y somos del Barça por encima de todo, incluso de cualquier situación extradeportiva. Lo que sucede en Cataluña sabemos que puede tener consecuencias, pero seguiremos siendo del Barça pase lo que pase. Es como si baja a Segunda. Te cabreas porque quieres jugar la Champions, pero no dejas de ser del Barça», asegura Casas.

No obstante, no todas las peñas se muestran tan comprensivas y asépticas, políticamente hablando, como las de Madrid. El territorio nacional es amplio y hay cabida para todo tipo de opiniones. Como la de la Peña azulgrana Johan Cruyff La Moraña, de Ávila. «En Castilla y León no entendemos ni estamos de acuerdo con la postura del club de entremezclar política y deporte. Respetamos a los catalanes, pero no vemos bien que el Barça se posicione», exclama rotundo su presidente, Miguel San José.

Peñistas que se dan de baja

«En Cataluña hay otros dos millones de personas que se sienten españoles. Es un tema que no se puede imponer», apunta el mandatario abulense. No obstante, envía un mensaje: «El que es del Barça lo es por convencimiento, más allá de la ideología política del club, y nos hiere que se posicionen porque deben tener claro que es un equipo de fútbol».

Mucho más contundentes se muestran en Andalucía, donde incluso muchos peñistas se han dado de baja tras los últimos acontecimientos. «Estamos sufriendo mucho porque nos atacan por la decisión del presidente de meterse en cuestiones políticas. Genera incendios y debería hacer como el Español y no mojarse», lamenta Juan Luis Leal Moreno. Este presidente de la peña barcelonista de Aljaraque Nicolau Casaus, en Huelva, denuncia que «varios socios se han dado de baja». «Nos sentimos españoles y nos molesta que se quemen banderas de España, es una falta de respeto. Lo vemos en la televisión. Nos sentimos ofendidos con las palabras del presidente Bartomeu». «Somos del Barça, pero sin esteladas ni señeras», añade antes de amenazar: «Si esto sigue adelante igual tenemos que cerrar la peña».

Esta animadversión se torna en simpatía en los denominados «Países Catalanes», siempre según la particular visión del club. Como en Mallorca, por ejemplo. «Somos como hermanos y entiendo lo que se vive en Cataluña», explica Toni Balaguer, de la Peña de Andratx, aunque reconoce que le preocupa «el ambiente que se puede generar en torno al equipo en sus desplazamientos, como los pitos a Piqué con la selección».

Valverde quita hierro

Curiosamente esta última cuestión parece no afectarle demasiado a Ernesto Valverde, que jugó en Madrid este fin de semana. «Esperamos un ambiente fuerte, pero nada más. Esto está inventado para que la gente vaya a disfrutar y a sufrir con su equipo. El que quiera ponerse la venda antes de la herida, puede hacerlo, pero hemos ido a un campo con un ambiente espectacular y, no nos engañemos, somos dos equipos que optamos a ganar la Liga».

 

 

FUENTE: ABC