El responsable de la campaña naranja, José Manuel Villegas, admite el alto número de indecisos. Pero no es nuevo. El fenómeno se repitió en las andaluzas y aunque mejoraron muy notablemente los resultados, al pasar en el parlamento de Andalucía de nueve a veintiún escaños, quedaron lejos del anhelado sorpasso al PP, también en su momento más débil.
El índice de participación está subiendo a cuotas de 2015
Aunque este lunes será el último día en que se pueden publicar sondeos y habrá que escrutar cómo va la cotización de verduras en el mercado andorrano, hay coincidencia en que la próxima será la semana que marque el destino de estos comicios, posiblemente con un alto nivel de participación dada la polarización de la misma. De hecho, en los últimos quince días ha subido en dos puntos el porcentaje de participación, de un 71 al 73 por ciento, muy similares a los de 2015, que fue del 73,2, aunque luego descendió notablemente en la repetición electoral de 2016.
Todo ello sin olvidar la influencia que tendrá, que la tendrá, el debate televisivo del martes con la participación de Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias y Albert Rivera después de que la Junta Electoral Central vetara la presencia de Vox en el formato que había propuesto Atresmedia. Esta decisión de la Junta desbarata el objetivo de los estrategas de Moncloa de confrontar al jefe del Ejecutivo con la foto de Colón, otorgando un protagonismo a la formación de Abascal que la Junta le niega.
Desmovilización del centro-derecha
En todo caso, desde la izquierda se cree que si finalmente hay un electorado que no se movilice, ese puede ser el del centro-derecha en la meddia en que “no resuelva su dilema sobre si votar a PP, a Ciudadanos o a Vox”, dicen fuentes de IU. Eso fue lo que le pasó a la izquierda en los comicios de 2016, los de la repetición electoral, cuando la coalición entre Pablo iglesias y Alberto Garzón se dejó un millón de votos por el camino que fueron a la abstención, en muy buena medida por las dudas que la alianza generó en un sector de la izquierda clásica “al que no le gustaba el coletas”, dice en alusión al líder de Podemos.