Rajoy, Iglesias, Sánchez y Rivera, Póker de humo y fuego. Fabulosos hermanos.
SUSPENDIDOS POR LA MAYORÍA SILENCIOSA HARTA DE SUFRIR EN SILENCIO
La encuesta publicada por el Barómetro del fiable CIS no admite duda alguna. La opinión de los ciudadanos es inapelable, suspende a los cuatro líderes de la DEMOCRACIA española. Ninguno de ellos logran alcanzar un cuatro pelado. Ni llegan al cinco. El peor valorado es Pablo Iglesias, el envejecido podemita que nos prometió un cielo primaveral hace ya cinco años ( Reflexiones de JOSE JUAN CANO VERA).
Le siguen Mariano Rajoy, Pedro Sánchez y Albert Rivera, a pesar de que las campanas del templo de La Moncloa repican a gloria, comunicando a las masas playeras que la economía ha salido de la crisis, que los cuatro millones de parados serán rescatados e incorporados a la clase media, que ocho millones de españolitos viven en los umbrales de la pobreza y que otros tantos pensionistas han perdido casi un 9% de su poder adquisitivo ( en éste grupo social tan importante e influyente la vida es un azote diario para las viudas del hogar y las familias, en el escándalo de la miseria. Raro y bajuno es que las feministas gritonas no hayan levantado la voz de alarma y si den la cara por las inmaculadas lesbianas, prostitutas venerables y okupas. A las viudas, les llaman las progres, «las mantenidas». Ni alcanzan estas viudas el salario mínimo interprofesional ).
Más datos: más del cuarenta por ciento de los trabajadores ganan menos de ochocientos putos euros, la hucha de las pensiones ha volado y en el Parlamento andan en discusiones tribales enviando telegramas de apoyo a Maduro. La deuda pública del Estado ha superado ya el cien por cien del PIB, un billón de lágrimas, un resacón que castigará con severidad a las generaciones de mis nietos y de los imputados. Según el equipo de sabios economistas, deberán subirse en las tres administraciones españolas los tributos y pagamentas. Recuerdo a la autoridad competente, que es el CONSEGUIDOR MIRAS, su promesa formal y solemne, de eliminar el sádico IMPUESTO DE SUCESIONES, ahora que se preparan los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma, así como a los palmeros de la Oposición que han entrado en trance populista. Sumo y sigo, la basura laboral de la Economía Sumergida que paga a los obreros con dinero negro supera una media del treinta y dos por ciento. En la Región de Murcia ronda casi el treinta y siete. Pronto llegaremos al erótico 69. Una estafa monumental permitida para evitar que la gente se tire al monte. Más de lo mismo: los bancos siguen su ruta triunfal de ganancias, y cuando están a punto de ser ahorcados les pagamos las sogas de sus deudas. Ya han superado los cuarenta y siete mil millones, Banco Popular incluido.
Algunos canallas afirman que nos quejamos por gusto, ya que la mayor parte de los trabajadores ni siquiera ganan un euro más al mes desde hace cinco penosos años ( lo que cuesta un brick de mala leche), según datos oficiales publicados por el INE. Detallan que los funcionarios han sido los más castigados pero silencian que tienen puestos de trabajo seguros de por vida. Y finalmente la alegría de la Huerta como que las grandes empresas se forran y que la corrupción nos ha robado un total de sesenta mil millones de euros. Dichas empresas han mejorado sus ventas en el primer semestre, pero han congelado los salarios. ¡Mirad, vosotros los cuatro grandes magos de las campañas electorales de circo!.
También se ha difundido que el fraude fiscal rompe moldes europeos y que el Real Murcia debe unos cuarenta millones. Eso sí, las televisiones nos machacan, la de los empresarios premiados, con imágenes de ensueño, las playas a tope y la multitud de pícnic. El mensaje es evidente. España va bien, no os quejéis, cojones. Pero de los cuarenta y seis millones de habitantes unos treinta y dos descansan bajo los ventiladores y sorbiendo gazpacho proletario. Los políticos viejos y emergentes los vemos en la tele relajados y satisfechos, siempre de vacaciones o dando mítines en el Congreso de los Diputados, explicando al pueblo robado cómo serán las urnas catalanas y su flota de pateras. Esta es una pálida imagen de lo que tenemos y de lo que nos espera. De los separatistas, ni tocarlos que ya gastan lo suficiente con las transferencias que les enviamos los españoles, ese pueblo viejo y sabio que no merece los gobernantes que hemos tenido en una larga historia de tropiezos en las mismas piedras, las de las desigualdades crónicas y la falta de cultura política cuando dialogamos a gritos. El grito español pidiendo socorro o yendo al ataque. O aquel de Zorrilla de » cuan gritan esos malditos, más mal rayo me parta etc etc.» Los rayos nos parten en diecisiete trozos, y hasta se nos niega el agua, del rompecabeza vecino manchego, catalán o aragonés de la guerrera Agustina, aunque no seamos franceses los murcianos Ufffff !