El caso máster promete seguir estando en la agenda pública durante las próximas semanas. No solo por los plazos del propio Tribunal Supremo, que debe pronunciarse después de que la jueza instructora Carmen Rodríguez Medel así lo reclamara elevando la causa al Alto Tribunal, sino porque los partidos de la oposición mantendrán el colmillo afilado y prometen dar la batalla con el asunto. Es el caso de Ciudadanos —principal rival del PP de Pablo Casado— que no solo considera una situación «muy grave» la del nuevo líder popular sino que, con el arranque del curso político, pretende resucitar el debate de la supresión de los aforamientos que tanto peleó (con poco éxito) el pasado año.

La idea de Ciudadanos es mantener la presión sobre el presidente del PP en el arranque del nuevo curso. Y si el líder popular decide no dar más explicaciones, las huestes de Rivera van a seguir con una estrategia que mantenga el debate sobre la figura de Casado y su máster en primera línea de la agenda. Si en el PSOE piensan ‘relajar’ de alguna manera la presión -de hecho, apenas José Luis Ábalos y Adriana Lastra han hablado sobre el tema en los últimos días-, Ciudadanos no bajará el pistón.

En la formación naranja tienen claro el mensaje que envían a la opinión pública: si Casado no estuviera aforado por el Congreso de los Diputados, probablemente ya habría sido imputado como lo están otras compañeras de su mismo máster que se encuentran en una situación similar. Fuentes del partido de Albert Rivera reconocen que «la cosa no tiene buena pinta» y advierten que, si se confirma la investigación de delitos por los que se podría haber dado un trato de favor al líder popular «por el hecho de ser quien es», el escenario que se abra será «muy grave». Aún así, Ciudadanos ya no tiene formalmente un pacto de legislatura con el PP, toda vez que prosperó la moción de censura​ (aunque lo había roto previamente de forma verbal en el Congreso). Esto es significativo porque los de Rivera ya no tienen mecanismos reales de presión igual de efectivos sobre los dirigentes del PP.

Con todo, en la formación centrista tienen claro que continuarán ‘apretando’ al líder del PP con la polémica de su máster. Y la vía de presión política será precisamente recuperar el debate del fin de los aforamientos. «Si el bipartidismo no hubiera evitado que los elimináramos, ahora Casado estaría imputado igual que sus compañeros», afirmaba el secretario general naranja, José Manuel Villegas, esta semana. La estrategia de los centristas pasará por insistir en la idea de que este es el claro ejemplo de la necesidad de acabar con los privilegios que supone esta protección jurídica. «Hay un ciudadano que no está imputado solo porque es político y tiene ese privilegio», zanjan desde la formación de Rivera.

La supresión de los aforamientos requiere, eso sí, una reforma de la Constitución que, en ningún caso, podrían impulsar con sus 32 diputados. Fuentes del núcleo duro de Rivera reconocen tener escasas esperanzas en que su propuesta prospere, pero también insisten en que es un buen momento para devolver el debate a la agenda pública y recordar sus políticas de regeneración democrática a las que los «viejos partidos» continúan oponiéndose. Quedan seis meses para la primera cita electoral, que tendrá lugar en Andalucía. Villegas aseguró que Ciudadanos «volverá a buscar las mayorías y los apoyos» que en su momento no encontraron. La propuesta será la misma: una reforma constitucional exprés con el único fin de suprimir esta figura en la Carta Magna.

«Si PP y PSOE pudieron ponerse de acuerdo en dos semanas para cambiarla, no creo que fuera un problema si realmente todos los partidos quisiéramos hacerlo», zanjan, en referencia a la última reforma de 2011 por la que se modificó el artículo 135, estableciendo en el texto el concepto de estabilidad presupuestaria y que el pago de la deuda pública fuese lo primero frente a otros gastos del Estado. En todo caso, «imposible» no consideran que sea habida cuenta de los primeros pasos logrados en algún parlamento autonómico, como el de Murcia, que en abril de 2017 se convirtió en la primera Cámara autonómica en aprobar la modificación su estatuto para eliminar el aforamiento de todos sus diputados. «Seguiremos impulsándolo en las comunidades y a nivel nacional», insisten en el partido.

Casado: «Ya he dado explicaciones»

El líder popular, por su parte, se refirió al caso que le atañe este jueves en la provincia de Alicante tras regresar de su viaje en Colombia para dejar claro que, después de cuatro meses dando explicaciones, ahora ya no es una cuestión de darlas a los medios de comunicación, sino de «defender» su «inocencia». Casado volvió a asegurar que colaborará con la justicia «como vengo haciendo hasta ahora» pero, evitando responder de nuevo a las preguntas: «De esta cuestión ya he dado suficientes explicaciones». El nuevo presidente del PP insiste en que en un Estado de Derecho «no hay que demostrar la inocencia», sino que alguien «tiene que demostrar la culpabilidad» y, por eso, entiende que «la carga de la prueba se está invirtiendo», dejando entrever una vez más la persecución a la que se siente sometido.

 

 

FUENTE: ELCONFIDENCIAL