Las Fuerzas Armadas de Suecia han convocado a los 22.000 miembros de la Guardia Nacional, un cuerpo permanente de reservistas voluntarios, para comprobar su capacidad de movilización, una medida que no se aplicaba desde 1975. Miembros de los 40 batallones que componen este cuerpo, que supone casi la mitad del total de las fuerzas armadas, participan este miércoles, Día de la Fiesta Nacional en este país nórdico, en un operativo voluntario y comunicado por sorpresa.
El propósito de esta iniciativa, convocada sin previo aviso este martes, es reforzar la capacidad operativa de la defensa sueca, de ahí que los reservistas se dediquen a realizar tareas de protección y patrulla de lugares como aeropuertos, puertos, calles y plazas importantes.
«Hay que mirar alrededor e intentar comprender qué está pasando. Ha habido un vuelco en la dirección equivocada, pero no se trata de estar intranquilos, sino de ser conscientes de lo que ocurre y recabar la mayor información posible», dijo a la televisión pública SVT el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Micael Bydén, para justificar la convocatoria.
En esa política se enmarca medidas como el envío por primera vez en casi tres lustros de un destacamento permanente a la isla báltica de Gotland, el restablecimiento del servicio militar obligatorio o permitir el despliegue de tropas de la OTAN en territorio sueco.
El Gobierno rojiverde ha reeditado también, y enviado a casi cinco millones de hogares, una guía con información sobre cómo actuar en caso de que el país se encuentre en estado de emergencia o haya un conflicto bélico, una campaña que no se realizaba desde hacía treinta años.
