La posibilidad de formar Gobierno antes del próximo 23 de septiembre, fecha límite para evitar que se convoquen automáticamente unas nuevas elecciones, se va alejando en la misma medida que va creciendo el enfrentamiento entre los principales dirigentes de PSOE y Unidas Podemos.

El cruce de hostilidades y la desconfianza mutua se han agravado en los últimos días, haciendo cada vez más difícil que los partidos de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias retomen las negociaciones que se rompieron tras el fracaso del primer intento de investidura del pasado 25 de julio. Entonces no lograron un acuerdo para formar un Gobierno de coalición y ahora, cuando queda cerca de mes y medio para el adelanto automático de los comicios, la necesaria reunión entre las dos fuerzas políticas para garantizar la gobernabilidad con esa u otra fórmula sigue sin fecha.

El entendimiento de las dos fuerzas de izquierda sigue resultando en cambio imprescindible para conformar un Ejecutivo «progresista» como el que pretende liderar el ganador de los comicios del 28A y presidente en funciones, Pedro Sánchez.

El tono entre los dos partidos comenzó a elevarse el miércoles, después de la reunión que mantuvo Sánchez con el rey, que el pasado fin de semana había apremiado a todos los partidos a «encontrar una solución de gobierno antes de ir a otras elecciones».

De la coalición a la descofianza

Fue tras ver al monarca cuando el presidente en funciones reconoció en rueda de prensa las suspicacias que le generan los miembros de Unidas Podemos, aquellos a los que llegó a considerar socios «preferentes», cuyo voto necesita para ser investido dado el firme rechazo manifestado por los otros dos grandes partidos, PP y Ciudadanos.

«De tantas veces decir que desconfía del PSOE he acabado por desconfiar yo también de las posiciones del señor Iglesias y de Unidas Podemos. Por lo tanto, es recíproca esa desconfianza», dijo Sánchez, abriendo el enfrentamiento que se ha traducido en un cruce de declaraciones y tuits entre los máximos responsables de los dos partidos.

El mismo miércoles el secretario de Acción de Gobierno de Podemos, Pablo Echenique, hacía público un mensaje en su cuenta de Twitter criticando con dureza las palabras del presidente en funciones: «Desconfianza en quien le hizo presidente y con quien pactó los presupuestos más sociales de la democracia. La enésima excusa para seguir buscando el acuerdo con Rivera o llevarnos a elecciones», afirmaba.

En lugar de propiciar el acercamiento, dirigentes de ambas formaciones profundizaban en la brecha existente entre ellas este jueves. La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, afirmaba que los tuits de Echenique, jefe negociador de Unidas Podemos, «no son constructivos, no ayudan nada», e incluso muchos de ellos son «exabruptos al PSOE y al Gobierno».

La investidura, solo «si se dan las condiciones»

«Esa es la realidad que ellos están construyendo, de nuestra parte no lo habrán visto, a lo mejor porque nuestras siglas nos pesan mucho», apuntaba Calvo a los periodistas tras una reunión en la Federación Española de Municipios y Provincias. Según Calvo, las siglas del PSOE y su historia «pesan mucho» y los socialistas saben «cómo vestir las instituciones» que, en realidad son de los ciudadanos: «Hay que llevarlas con el interés general por delante y no con la miopía de tus particulares intereses».

El ministro de Fomento en funciones y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, agitaba por su parte el fantasma del adelanto electoral advirtiendo de que Sánchez solo se presentará a una nueva investidura si tiene atados los apoyos. «Sánchez intentará ser investido si se dan las condiciones, ahora está buscando la confianza de las fuerzas políticas con las que pueda entenderse», apuntaba el ministro en una entrevista en Antena 3.

Desde Unidas Podemos evitaban, sin embargo, interpretar sus palabras como un nuevo ejercicio de presión y volvían a centrarse en criticar las alusiones de Sánchez a la «desconfianza» mutua. Yolanda Díaz, portavoz del grupo confederal, aseguraba escuchar con «tristeza» las palabras del presidente en funciones. «Quizá la desconfianza se genera cuando nos da bofetadas a diestra y siniestra, cuando no quiere negociar nada», lamentaba.

«Pedir confianza al PP» como según ella vienen haciendo los dirigentes del PSOE al solicitar a los populares su abstención «sí que genera desconfianza». «Llevamos desde el 28A insistiendo en que la gente quiere un Gobierno de coalición, en que abordemos la precariedad y políticas públicas. Y ellos [el PSOE] están más encerrados en el partidismo, en mejorar su resultado que en atender lo que han dicho las urnas», añadía.

«La sociedad española no tiene miedos», insistía, haciendo referencia a la formación de un Ejecutivo de coalición. Unidas Podemos reivindica «un Gobierno a la europea, sin miedos, que respete qué es la democracia». «Empiezo a pensar que sí quieren un adelanto electoral. No entiendo cuál es la razón por la que Sánchez se resiste a escuchar lo que han dicho las urnas», concluía Díaz.

A última hora de este jueves, Echenique ha sumado un capítulo más a esta historia de desencuentros. De nuevo a través de las redes sociales, el dirigente de Podemos ha respondido a la vicepresidenta: «Parece que a Carmen Calvo no le gustan mis tuits. A mí lo que no me gusta es que Sánchez dijese que, si Pablo Iglesias daba un paso a un lado, el gobierno de coalición estaba ya hecho y que eso fuese una mentira y una excusa más. Seguimos esperando una negociación seria».

En busca del programa

En plena cuenta atrás hacia septiembre y mientras desde el PP se sigue insistiendo en pedir a los socialistas un «candidato alternativo» a Sánchez como condición sine qua non para facilitar la gobernabilidad, sin descartar incluso presentar a Pablo Casado como aspirante a la investidura siempre que el PSOE asegure una improbable abstención, el presidente en funciones prosigue con sus reuniones con colectivos sociales.

El objetivo del líder del PSOE es elaborar una nueva «propuesta programática» que tiene previsto presentar a Unidas Podemos y al resto de formaciones políticas para intentar lograr su respaldo en una futura sesión de investidura con él como único candidato posible.

Este jueves Sánchez se reunía con los agentes sociales y recibía de los sindicatos una petición expresa para que llegue a un acuerdo con Unidas Podemos. «No debe ni considerarse la convocatoria de unas nuevas elecciones», advertían los secretarios generales de CCOO y UGT en una comparecencia posterior.

La creciente desconfianza y el enfrentamiento entre PSOE y Unidas Podemos acercan sin embargo cada vez más esa opción del adelanto electoral para el 10 de noviembre.

 
 

FUENTE: ELDIARIO