María Dolores de Cospedal ha empezado a tramitar este jueves su reingreso como abogada del Estado en un puesto similar a su último nivel como funcionaria y con un destino en Madrid, tras formalizar por escrito su renuncia al acta de diputada en el Congreso. La ex secretaria general del PP durante los últimos diez años da así carpetazo a su etapa política, que comenzó hace 20 años y ha terminado como reacción al escándalo provocado por la publicación de unas conversaciones que mantuvo con el polémico comisario jubilado José Manuel Villarejo.

Cospedal había presentado en la mañana de este jueves su solicitud oficial para reincorporarse a un puesto de abogada del Estado en algún ministerio u organismo oficial que disponga en estos momentos de una vacante en Madrid con un nivel 30, que es el más alto de la Administración y está reservado para los cuerpos de élite de la función pública. Por la tarde, sin embargo, ha frenado ese requerimiento a la espera de resolver algunos aspectos no económicos de la negociación para volver a ese trabajo en el servicio público.
 

La ex secretaria general del PP tiene la intención y la disposición, al margen de aspectos burocráticos de última hora, de abandonar totalmente el mundo de la política tras la presión interna y externa de las últimas semanas al trascender unas grabaciones que revelaban una reunión que mantuvo en el verano de 2009 con el comisario José Manuel Villarejo, hoy encarcelado, para tratar asuntos relacionados con la investigación judicial abierta unos meses antes en el caso Gürtel. En aquel encuentro, grabado por Villarejo, estaba presente Ignacio López del Hierro, marido de Cospedal, a quien el entonces comisario informó, antes y después de esa reunión, de los movimientos policiales sobre investigaciones abiertas al PP por corrupción. Cuando se produjo la primera reunión con Villarejo, el 21 de julio de 2009, Cospedal llevaba un año al frente de la secretaría general del PP.

El pasado 6 de noviembre, cuando presentó finalmente su dimisión como vocal de la ejecutiva de la nueva dirección del PP de Pablo Casado, intentó justificar la necesidad de mantener aquellas citas con Villarejo: “Mi obligación, como secretaria general, era tener toda la información posible acerca de hechos que pudieran perjudicar a mi formación porque mi lucha contra la corrupción ha sido siempre una prioridad”. En la conversación hecha pública se escucha al marido de Cospedal encargar a Villarejo que hiciera unos trabajos sobre un excompañero, Javier Arenas, que había ocupado precisamente el puesto de secretario general del PP y que en su tiempo mantuvo muy buenas relaciones con Luis Bárcenas, el extesorero clave del caso Gürtel con el que la exministra mantuvo desde el comienzo duros enfrentamientos.

La exministra de Defensa y ex secretaria general del PP entre 2008 y julio de 2018 es licenciada en Derecho por la Universidad San Pablo CEU de Madrid, donde nació hace 53 años aunque ella se considera de Albacete, de donde es su familia. Ingresó en el Cuerpo Superior de Abogados del Estado en 1991 y en 1992 pasó a trabajar en los servicios jurídicos del denominado entonces Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente.

Desde 1994 a 1996 ejerció como abogada del Estado en el Ministerio de Asuntos Sociales y en 1997 pasó al gabinete técnico de Javier Arenas, nombrado por José María Aznar ministro de Trabajo. Desde ese momento, comenzó a interesarse por la vida política, aunque en 1998 pasó un año como consejera laboral en la Embajada de España en Estados Unidos. En 1999 regresó a Madrid y se hizo cargo de la secretaría general técnica del Ministerio de Trabajo y desde 2000 a 2002 fue subsecretaria del Ministerio de Administraciones Públicas. En 2002 fue nombrada subsecretaria del Ministerio del Interior, durante la etapa del ministro Ángel Acebes. Dos años después, viviría desde ese puesto los atentados yihadistas del 11-M en Madrid.

Desde 2008, tras el conflictivo congreso del PP en Valencia, Cospedal asumió la responsabilidad de ejercer como secretaria general del partido a nivel nacional en un puesto que compatibilizó con el de presidenta popular y candidata a la Junta de Castilla-La Mancha. Ganó esas elecciones autonómicas en 2011 y fue presidenta de esa comunidad hasta 2015, cuando ya no pudo repetir allí la mayoría absoluta. Tras las elecciones generales de 2016 Mariano Rajoy la nominó como ministra de Defensa. En julio pasado, en el congreso extraordinario del PP, perdió las opciones de competir hasta el final en la primera vuelta de unas primarias que ganó entonces su gran rival interna, Soraya Sáenz de Santamaría, en el voto de las bases, aunque luego fue derrotada durante el cónclave por Pablo Casado por el apoyo final de los compromisarios.
 
 
 
 

FUENTE: ELPAIS