Tanto Soraya Sáenz de Santamaría como Pablo Casado se empeñan en venderse ya como ganadores del congreso que elevará a uno de ellos a la Presidencia del PP, pero en sus equipos reconocen que el desenlace de la votación del 21 de julio no está claro como pregonan.

 

En público, ambos candidatos a suceder a Mariano Rajoy han presumido de que se impondrán a su rival por cientos de compromisarios, pero lo cierto es que ambos apuran los días para atar los respaldos de dirigentes, exdirigentes y otros notables en el PP que les ayuden a ganar esta batalla.

Toda vez que el presidente saliente, Mariano Rajoy, insiste en quedarse al margen, y que a todas luces no habrá candidatura unitaria, los exministros y los barones territoriales son determinantes para convencer a los 3.184 compromisarios que votan. De ellos, 522 son miembros natos por formar parte de la Junta Directiva Nacional, y no militantes de base, y a todos ellos les presionan o presionarán desde distintos niveles por parte de ambas candidaturas. Estos son algunos de los apoyos más destacados de los que fardan hoy ambos aspirantes a liderar el PP:

 

Santamaría, la candidata vestida de vicepresidenta 

 

Desde el primer momento, entre los colaboradores más próximos a Santamaría han destacado José Luis Ayllón, exjefe de Gabinete de Rajoy en La Moncloa; Alfonso Alonso, líder del PP vasco, y Fátima Báñez, exministra de Empleo. En estas filas se integraron también los exministros Cristóbal Montoro (Hacienda); Íñigo de la Serna (Industria) e Íñigo Méndez de Vigo (portavoz y Cultura).

En esta lista también aparecen el vicesecretario de Política Territorial, Javier Arenas —poderoso aliado por ser buen conocedor de la vida interna del partido—; el líder del PP en Andalucía, Juan Manuel Moreno, y su homólogo en Canarias, Asier Antona, así como el exdelegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo. Figuran también los líderes regionales en Ceuta y Melilla, Juan Vivas y Juan José Imbroda, así como el presidente del PP de Álava, Iñaki Oryazábal.

Indirectamente, y dado que dijo claramente que se decantaba por una mujer como presidenta —y sólo una de las dos aspirantes ha pasado a la segunda ronda—, el portavoz en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, también puede considerarse partidario de Santamaría.

 

Casado cuenta con el apoyo de Cospedal

 

Por su parte, si bien Casado no ha presumido en ningún momento de ser el candidato del expresidente José María Aznar —algo de lo que sí le han acusado sus rivales—, lo cierto es que el exjefe del Ejecutivo y predecesor de Rajoy en el PP sí criticó a Santamaría y a María Dolores de Cospedal, y no así al que fuera su jefe de Gabinete. Ideológicamente, el discurso del vicesecretario de Comunicación cuadra a la perfección con el de Aznar.

Casado cuenta, además de con el recién anunciado apoyo de Cospedal, con el respaldo de los también vicesecretarios Javier Maroto y Andrea Levy —esta última se unió cuando ya estaba avanzada la campaña—, con el diputado y portavoz adjunto del PP en el Congreso, Teodoro García Egea, y con el diputado Guillermo Mariscal. A sus filas se incorporó también la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

Con el tiempo, Casado ha sumado además el apoyo de María San Gil, expresidenta del PP vasco, y de los exministros José Manuel García Margallo (Exteriores), también precandidato que no logró pasar de la primera vuelta, Isabel García Tejerina (Agricultura) o Rafael Catalá (Justicia). Los dos últimos apoyaron primero a Cospedal, y en el entorno de Casado dan por hecho que heredarán los votos de la secretaria general, y por tanto de los exministros Dolors Montserrat (Sanidad) y Juan Ignacio Zoido (Interior). 

 

Rajoy, Feijóo y otras incógnitas

 

Casi tan importante como quién apoya a quién es saber quién se mantiene al margen. Mariano Rajoy se ha convertido en el primer líder del PP en dejar su cargo sin señalar a su sucesor, y ha prometido mantenerse al margen en este proceso. No obstante, hay quienes aseguran que Rajoy ha hecho discretas gestiones en favor de Santamaría desde su refugio en Santa Pola. Oficialmente, ni siquiera está claro que Rajoy vaya a votar, ya que no lo hizo en la primera vuelta.

Algo parecido se escucha sobre el coordinador general, Fernando Martínez-Maillo: el número tres es hoy de facto el timonel de Génova, pero algunas voces apuntan que está con la exvicepresidenta del Gobierno.

Al mismo tiempo, ambos candidatos quieren dar la impresión de contar con el apoyo de Alberto Núñez-Feijóo, quien estaba llamado a ser el sucesor de Rajoy, y Ángel Garrido. El presidente de Galicia, y pese a asegurar que elegiría bando cuando acabase la primera vuelta (5 de julio) sigue aceptando fotografiarse con ambos, sin aclarar a cuál prefiere; el presidente de Madrid, que en la primera vuelta estuvo con Cospedal, afirmó a principios de semana que apoyaba a Santamaría, para después dejarse ver con Casado y alabar su perfil como candidato.

Otros barones, como el presidente del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, insisten en la importancia de una «candidatura de consenso», sin proclamar públicamente cuál de los candidatos goza de su aprobación. En este punto, en ambas candidaturas saben que la cuestión de los apoyos ilustres ha cobrado la máxima importancia, ya que un puñado de votos puede servir para decantar finalmente la balanza a uno u otro lado.

 

 

 

FUENTE: PÚBLICO