La próxima cita electoral podría tener Catalunya como escenario. Y tras el terremoto que ha sacudido el mapa electoral español, el marco político catalán está más abierto de lo que indican los sondeos. Ciertamente, ERC podría ganar con un margen ligeramente inferior al de las elecciones generales del 10-N, ya con el puzzle nacionalista al completo merced a la presencia de la CUP.

Sin embargo, la historia también podría volver a repetirse para el partido que lidera Oriol Junqueras si la lista de JxCat la encabeza un Carles Puigdemont que por ahora no ha sido inhabilitado.

Existen dos posibles escenarios y todos ellos con la mayoría absoluta nacionalista en precario

Las encuestas descartan una victoria del partido del ex president en las futuras autonómicas, pero también lo hacían en el 2017 y, al final, la lista de JxCat acabó imponiéndose por la mínima. ¿Podría pasar ahora lo mismo después de dos victorias de Esquerra en las generales del 2019? Por supuesto.

ERC se impuso en el 2015 (pero por solo 35.000 votos sobre CDC) y en el 2016 (ya por casi 150.000 sufragios). Y aun así, en las excepcionales elecciones catalanas del 2017, la lista del prófugo Puigdemont acabó imponiéndose a la del reo Junqueras por algo más de 12.000 votos y dos decisivos escaños.

Desde entonces ERC ha ganado todas las elecciones generales (con una ventaja de más de medio millón de votos en abril del 2019, aunque de menos de 350.000 en la repetición de noviembre).

Pero en ninguna de ellas se presentaba Puigdemont. Cuando lo hizo, en las europeas frente a Junqueras, se impuso por más de un cuarto de millón de votos. ¿Una simple compensación al “presidente exiliado” tras el extraordinario resultado del encarcelado líder de ERC el 28-A?

La horquilla de escaños nacionalistas oscila entre el empate y la victoria de ERC

Quizás. Sin embargo, los números están ahí y permiten al menos dos escenarios bien distintos; todos ellos, eso sí, con la mayoría absoluta nacionalista en precario. El primer escenario nacería del resultado del 10-N, aunque agregando a JxCat el diferencial de voto nacionalista en las europeas (en torno a 66.000 papeletas), que habría que restar de los partidos beneficiados en las generales por el voto dual, como es el caso de lo comunes. El desenlace daría 35 diputados a ERC y 25 a JxCat y el hemiciclo resultante es el que se muestra al inicio de la pieza.

En cuanto al segundo escenario, con Junqueras inhabilitado y Puigdemont al frente de la lista rival, podría reeditar la correlación del 2017, aunque más ajustada. En ese caso, la ventaja de JxCat sería de apenas dos décimas y el empate técnico se extendería a la cosecha de escaños: 30 para el partido de Puigdemont y los mismos para el de Junqueras.

Y mayoría absoluta independentista raspada con los ocho de la CUP. Enfrente, el primer partido de la oposición sería el PSC, tras el derrumbe de Ciudadanos y la dispersión del voto más españolista entre el PP y Vox. Pero la participación puede jugar malas pasadas a cualquiera de los dos bandos.

 

 

FUENTE: LAVANGUARDIA