(Análisis por José Juan Cano Vera).
Los podemitas poliédricos-algunos depurados por sus dictadores-con música de fondo caribeña, en todas las elecciones celebradas, en los dos últimos años, en todo el territorio europeo, han logrado escaños, pero el coro de sus confluencias han transformado a podemos en un conjunto asambleario folklórico con excesos orales que desafinan en una civilización de raíces cultas. El espejo, manchado de sangre inocente, una realidad que da miedo, lo tenemos para su contemplación, en varias naciones latinas, cuyos líderes descamisados terminan luciendo trajes de lujo o ropa militar de combate con sus generales comprados. Se debaten entre la violencia mortal y el hambre que mata lentamente, con ciudadanos atormentados. En España los sentimos cercanos a la VOLUNTAD POPULAR del separatismo, una mezcla catalana de rollizos fascistas burgueses y elementos de la CUP antisistemas, que darían a luz una monstruosa República de Cataluña, como cuando la II República.