La capacidad de manipular cualquier acto para esconder los trapos sucios de MC es la especialidad de José López, una especialidad que -conforme a su carácter provocón, maleducado y teatral- siempre viene escenificada con un estudiado «numerito circense» y otras gilipolleces (a las que el exalcalde de Cartagena nos tiene tan acostumbrados) en su lucha contra todo el mundo para mostrarse como «El Salvador» de la Trimilenaria: el problema es que ya no le creen ni los suyos, miles de buenos cartageneros que confiaron en que López representaba la regenaración política y se han dado de bruces con la trama de corrupción y enchufe de amiguetes que ha desplegado este falso profeta de la defensa de la tierra y de la puereza democrática. Y a las pruebas me remito.
130.000 euros que se ha llevado por la jeta en un descuido, como quien no quiere la cosa…
7.500 euros al mes que cobraba el presidente de MC Jesús Giménez Gallo, un tipo que ha demostrado con creces el buen negocio personal que le representa esto del cartagenerismo. 7.500 euros al mes por asesorar en algo para lo que carece de la más mínima preparación. 7.500 euros al mes que con un horario que le permitía llevar a sus hijos al colegio a las 9 y recogerlos a las 12, tomar café junto a compañeros abogados a media mañana en una conocida cafetería del centro de la Ciudad y no trabajar por las tardes…
Un Ángel Tarifa cuya defensa de Cartagena le ha llevado, de cobrar mil euros al mes pasando cables por debajo del suelo, a convertirse en el asesor municipal con despacho de ministro que, al perder su «chollo«, es recolocado de nuevo por el grupo municipal de MC porque la defensa del cartagenerismo pasa por seguir manteniendo el nivel de vida que el secretario de organización del Movimiento Ciudadano no podía ni soñar antes de convertir la política en su nueva y lucrativa dedicación.
Un tránsfuga, Pérez Abellán, que lo mismo le da estar en el corrupto PP de Pilar Barreiro que en el MC de José López que ya se encargó él de corromper, con tal de que los ciudadanos de Cartagena sigan manteniendo la empresa de su hijo.
Algunas reformas de viviendas particulares de las que aún no sabemos si fueron abonadas a cambio de contratas municipales (de esto tenemos alguna información que acaso vea la luz muy pronto, Dios mediante…).
Una interventora contratada a dedo, faltando a la promesa electoral de MC, algo que a Pepe López le resulta tan sencillo como tomar café por las mañanas: un alcalde honesto y transparente como López que ocultó, intencionadamente, la existencia de un informe jurídico encargado por él mismo a un despacho de Madrid (y pagado por todos los ciudadanos de Cartagena) recomendando la contratación de un interventor (un interventor de verdad, no una figura decorativa a gusto y conveniencia del pacto mercantilista MC-PSOE), Fernando Urruticoechea, algo que exigía cuando estaba en la oposición pero que, al llegar al poder no le interesó, pues hubiera impedido todas las tropelías que, en nombre del cartagenerismo, ha llevado a cabo «El Salvador» de Cartagena.
Una más que sospechosa complicidad con Hidrogea durante los dos años de alcaldía de MC, que ahora parece convertirse en el azote de la «mafia del agua«: ¿por qué no lo hizo cuando era «el alcalde más chulo de España» y tenía la capacidad de revocar el contrato con la corrupta empresa concesionaria de las aguas de Cartagena?
Cuando estaba en la oposición y prometía ser la esperanza de quienes anhelaban la desaparición de tanta gestión corrupta en el Ayuntamiento, López interpuso una demanda contenciosa contra las abusivas tarifas del agua, algo que olvidó por completo cuando le cogió gustito al sillón de la alcaldía de Cartagena.
Así las cosas (y por mucho que ahora se muestre como «el azote» de Hidrogea) mientras ocupó la alcaldía, José López permitió que ¡50 millones de euros al año! de la gestión del agua no pasaran por el Presupuesto Municipal o, dicho en román paladino, dejó que Hidrogea se guisara y se comiera 50 millones de euros como mejor le vieniera a la empresa más corrupta de todas las concesionarias de aguas de España.
¿Qué obtuvo a cambio? Él sabrá pero más allá de conjeturas sobre dádivas recibidas por una empresa acostumbrada a pagar muy bien los favores, eso es lo que hizo respecto a Hidrogea y esa fue la gestión pura y transparente de «la mafia del agua» llevada a cabo por «el alcalde más chulo de España».
Un pacto MC-PSOE que se formalizaba para limpiar Cartagena de toda la corrupción de décadasde mandato de la senadora del PP -la imputada exalcaldesa Pilar Barreiro- y que se ha demostrado que fue la excusa para repartirse el poder, las prebendas, los privildegios, las adjudicaciones y los enchufes entre (los hoy enemigos) José López y Ana Belén Castejón, dos dirigentes políticos cuya gestión debería suponer la expulsión de sus respectivos partidos políticos.
Un silencio vergonzoso ante la corrupción del Director General del Ayuntamiento, Francisco Pagán, una corrupción denunciada por La Tribuna de Cartagena y que ha motivado la investigación de la Fiscalía por presuntos delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos y contratación ilegal, todo ello sin que ese MC que venía a acabar con los corruptos, haya abierto la boca al respecto.
¿Saben por qué calla MC?
¿Saben por dónde tiene cogido Pagán a MC?
Jesús Giménez Gallo y nosotros lo sabemos, y ya les informaremos con todo detalle desde La Tribuna de Cartagena.
Una gestión al frente de la alcaldía con una plantilla de personal ¡con un coste superior a los 70 millones de euros anuales! con gravísimas irregularidades en pagos fijos y periódicos de productividades (algo más de 4 millones de euros) y con, nada más y nada mmenos que 140 jefaturasde servicio nombradas «a dedo«, con un absoluto desacato judicial y con sentencias de nulidad sin cumplir.
¿Quién iba a velar por la decencia?
¿Una secretaria municipal puesta «a dedo«?
¿Quién iba a auditar las cuentas, una interventora municipal puesta «a dedo«? ¿
Es esta es la regeneración prometida por «El Salvador» de Cartagena?
Y para rematar la gestión de regeneración democrática y la limpieza de la corrupción de Cartagena que había prometido José López, la payasada de ayer que provocó su expulsión del Pleno, una trampa en la que cayó la alcaldesa Castejón (pobrecita, no tiene más luces esta incompetente señora) y que es lo que pretendía López para desviar la atención de lo verdaderamente importante: la cláusula abusiva e irregular de indemnización cobrada por el presidente de su partido (su mano derecha o su lacayo, según opiniones) Jesús Giménez Gallo.
Resulta que el presidente de MC, en esta inversión -la mejor que hará en su vida el mediocre letrado Jesús Giménez Gallo- de meterse en política para supuestamente defender (eso sí, con sueldo de ministro y cláusula de indeminización de alto ejecutivo) a Cartagena, ha cometido excesos de los que ahora (por una denuncia del popular Francisco Espejo) hemos tenido conocimiento.
Un Jesús Giménez Gallo que ha «trapicheado» con Francisco Pagán (hoy por ti y mañana por mí) y que lo mismo le ha servido para colocar en el consistorio a una procuradora (esposa de su íntimo amigo y compañero de localidad en el Cartagonova) que para obtener el visto bueno del jefe de los servicios jurídicos a su cláusula blindada de 20.000 euros, exactamente la misma cantidad de la que José López decía no disponer (como exclusa de mal pagador) para evitar la contratación del -probablemente- mejor interventor de España.
Es decir, no había 20.000 euros en el Ayuntamiento para contratar a quien había de poner orden en todos los desmanes financieros e intentar paliar toda la corrupción que -como una metástasis- invade a todo el Consistorio, pero sí se disponía de esa partida presupuestaria para indeminizar a su abogado personal y presidente de MC (por cierto, para otro capítulo dejamos el viaje a Italia de López y Giménez a costa de todos los ciudadanos).
Cartagena es la ciudad más corrupta de España; parecía que, después de Pilar Barreiro (como por donde pasaba el caballo de Atila), ya era imposible más corrupción. Y López ilusionó a miles de cartageneros que confiaron en su programa cartagenerista y de regeneración democrática. Pero les ha mentido a todos.
Lamentablemente el partido MC, donde militan cientos de ciudadanos honestos, auténticos cartageneristas que aspiraraban a un cambio radical en la Ciudad, se ha convertido en el mejor negocio de José López, un par de constructores amigos, alguna empresa licitataria y los dos compadres de «El Salvador» de Cartagena.
Para López y sus cuates el cartagenerismo es una inversión rentable: Cartagenerismo, S.A.
FUENTE: LATRIBUNADECARTAGENA