Madrid cumplió en 2018 con la regla de gasto. Es la primera vez en esta legislatura que el Consistorio se ajusta al Plan Económico Financiero —mecanismo con el que Hacienda supervisa las cuentas municipales—. Este es uno de los datos del informe económico al que ha tenido acceso EL PAÍS, y que presentan hoy la alcaldesa, Manuela Carmena, y el delegado de Economía y Hacienda, Jorge García Castaño. El balance resalta la reducción de deuda (un 54,5% desde 2014); un superávit de más de mil millones el año pasado; o la subida del gasto por ciudadano.
Tras cuatro años incumpliendo la regla de gasto, el Ayuntamiento de Madrid presenta hoy un informe en el que le salen las cuentas: Madrid cumple con Hacienda. Algo que no pasaba, al menos desde 2015, cuando Manuela Carmena (Ahora Madrid) llegó a Cibeles. Ese año, el Ayuntamiento se desvió un 0,5% en su gasto (16,9 millones de euros de un presupuesto de casi tres mil). Por ello, el Gobierno —con Mariano Rajoy (Partido Popular) en la Moncloa y Cristóbal Montoro en el Ministerio de Hacienda— no dudó en aplicar la norma conocida como regla de gasto, lo que significó la tutela gubernamental de las cuentas municipales y de las inversiones del Consistorio. Un control realizado a través de la exigencia de elaborar un Plan Económico Financiero (PEF) para cumplir los límites marcados por Hacienda. “La regla de gasto se ha aplicado de manera especialmente injusta con Madrid”, opina García Castaño, “encorsetó el gasto de la capital”.
Aunque Madrid contaba en 2017 con superávit y el desvío de la norma fue mínimo, en comparación con otros Ayuntamientos o Comunidades que llevaban varios ejercicios incumpliendo, Montoro se puso severo con la capital. A finales de 2017, el ministro llegó a intervenir las cuentas municipales y ordenó su supervisión semanal. Un corsé económico que provocó el enfrentamiento del ministro con el Ayuntamiento. Pero que también generó fricciones dentro del Ejecutivo: el anterior delegado de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, salió del Gobierno municipal tras una disputa sobre el plan que definía los ajustesnecesarios para que la capital cumpliera con las exigencias de Moncloa.
“Este año se van a hacer 43 equipamientos nuevos, pero muchos de ellos ya podrían estar acabados: centros deportivos, de mayores, juveniles, culturales, infantiles…”, dice García Castaño como prueba de que la regla de gasto ha planeado casi toda la legislatura sobre Madrid.
Con la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, el pasado junio, las posiciones con respecto al gasto de las administraciones locales también cambiaron: el Gobierno no solo abrió la puerta a modificar la regla de gasto (un cambio impulsado por Unidos Podemos) , sino también a que los municipios pudieran reinvertir su superávit. En este apartado, la capital también exhibe músculo: prevé cerrar las cuentas de 2018 con más de mil millones de euros de superávit. “Esta cifra colocará a Madrid como la entidad local con el mayor superávit de toda España”, dicen desde Hacienda.
Músculo económico
Además de celebrar el cumplimiento de la regla de gasto —“que permite que en 2019, el Consistorio no tenga que estar sometido a un plan que podría limitar el gasto”—, el Ayuntamiento quiere aprovechar la presentación del informe para sacar pecho de su política económica.
“El gasto no financiero por habitante se ha incrementado: ha pasado de 84,4 euros por habitantes en 2014 [cuando la conservadora Ana Botella gobernaba la capital], a 200 euros por habitante”, defienden desde Economía. También celebran la drástica reducción de la deuda. Si a finales de diciembre de 2014, el Ayuntamiento tenía una deuda que rozaba los 6.000 millones de euros (5.936); cuatro años después, la cantidad no llegaba a los 3.000 millones de euros (2.703). Una reducción del 54,5%. “En este tiempo, la Comunidad de Madrid, gobernada por el Partido Popular con el apoyo de Ciudadanos, ha aumentado su deuda en un 30%, pasando de 25.414 millones de euros a 33.072”, matizan desde el área de Hacienda.
El Consistorio también quiere reivindicar la ejecución presupuestaria que han realizado en los últimos años. La de 2018 es positiva: alcanzó los 644 millones de euros, un 57% más que en 2017. “Y un 141% superior a la ejecución del último año del PP en Madrid, cuando fue de 267 millones de euros”, matizan desde Hacienda. Tanto el PP como Ciudadanos han afeado al Ayuntamiento en relación la ejecución: “La han usado como arma arrojadiza”, zanja García Castaño, “pero la realidad es que durante toda la legislatura la ejecución ha sido superior a la del equipo anterior”.
Por otro lado, el Consistorio celebra que el año pasado se haya ejecutado 681 millones de euros en gasto social, un 18% más que el ejercicio anterior y un 58% más que en 2014 (cuando fue de 430 millones). El incremento ha repercutido en vivienda (235% más que en 2014), educación (66%), personas mayores (31%) o gasto asistencial (30%).