Carles Puigdemont está consciente de cómo se dibuja su posible futuro tras la fallida declaración de independencia en Cataluña y su huida de España. O la cárcel o el exilio: de esta manera resume su peor escenario ante el fracaso del proceso independentista.

«La opción más realista es no tener un plan para el futuro», admite en una entrevista publicada el sábado en The Times. «En el peor caso, seré extraditado a España. Eso significa que mi futuro estará claro: décadas en la cárcel. Si no, probablemente pasaré muchos años en el exilio».

El expresidente catalán también dedicó parte de su conversación con el diario británico a lanzar acusaciones como que la prensa española está «infestada de espías del Gobierno» y que es perseguido por el servicio secreto español. Mientras hablaba, le escoltaban dos guardaespaldas catalanes y dos seguidores.

Puigdemont acusa a la prensa española de estar «infestada de espías del Gobierno»

A su paso por Berlín después de salir de la cárcel le da un tratamiento de caracter «provisional», al mismo tiempo que asegura que no es un fugitivo. «No estoy viviendo una vida clandestina. Soy un presidente. Tengo que reunirme con gente, actuar, no vivir en la oscuridad», agregó.

Puigdemont también manifestó sus lamentos: «No poder besar a mis hijas cada noche, explicarles cuentos… Es imposible acostumbrarse a esta situación. Están asustadas. Lo puedo ver en sus ojos».

El líder independentista comentó que tiene aval para trasladarse a otras ciudades alemanas con la condición de que avise previamente a las autoridades judiciales. Además, cada martes se presenta en una comisaría en Berlín.

Por lo demás, sus días se limitan a salir a «tomar un café o a comer» y a trabajar en su apartamento.

 

 

FUENTE: ECONOMIADIGITAL