La capacidad y la ocupación hospitalaria serán factores que el Gobierno tendrá en cuenta para permitir la desescalada por comunidades autónomas
Pedro Sánchez anunció el sábado que la desescalada será asimétrica, primero en las comarcas y provincias menos afectadas. «Hay zonas donde el virus da la impresión de haber pasado de largo», señaló gráficamente. La salida se decidirá según con criterios establecidos con anterioridad. Uno de los principales, el del porcentaje de ocupación de camas de UCI y la posibilidad de aumentar su capacidad por si hay un rebrote, deja una idea de qué comunidades llegan con ventaja a la desescalada. Según un análisis realizado por este diario, las comunidades en mejor posición son Canarias, Murcia y Cantabria, las tres con una ocupación de UCI por debajo del 18%. En el otro extremo están Madrid y Castilla-La Mancha, por encima del 50%, aunque bajando.
El Gobierno permitirá una desescalada asimétrica, pero con las mismas reglas para todas las comunidades autónomas. Algunas, como el País Vasco y Canarias, querían empezar este lunes con sus propios planes, pero no lo harán, como mínimo, hasta el 10 de mayo, cuando termine la prórroga del estado de alarma aprobada esta semana. Para autorizar ese desconfinamiento, el Ejecutivo presentó este viernes un documento con las capacidades sanitarias esenciales que recoge varios parámetros que deben cumplir las regiones. Y este sábado, Pedro Sánchez dio algún detalle más sobre cómo se gestionará la siguiente fase.
En su comparecencia, Sánchez anunció que se podrá salir de casa para hacer deporte y pasear si la evolución de la pandemia se mantiene. «La desescalada, además de gradual, debe ser asimétrica (…) No avanzaremos todos a la misma velocidad, pero sí lo vamos a hacer con las mismas reglas«.
El documento entregado a las comunidades está dividido en cuatro áreas: asistencia sanitaria, vigilancia epidemiológica, identificación y contención de fuentes de contagio y medidas de protección colectiva. Entre los aspectos que se detallan está el aumento de la capacidad hospitalaria, el cribado universal con PCR de los pacientes, la creación de circuitos separados para enfermos de Covid-19 y el resto, la capacidad de trazar los contagios y la utilización generalizada de mascarillas.
Duplicación de camas UCI
En cuanto a los hospitales, además de una reserva de respiradores y medicación crítica, el Gobierno exige el incremento de camas de agudos y UCI al doble de la capacidad previa a la pandemia y la reserva de espacio para llegar a triplicarla. También el mantenimiento de instalaciones extrahospitalarias que permitan el ingreso de pacientes, lo que implica que hospitales temporales como el de IFEMA, Fira de Barcelona o el de La Fe de Valencia no serán desmontados en los próximos meses aunque dejen de usarse próximamente.
El Confidencial analizó hace un mes cómo habían ampliado las comunidades la capacidad de sus UCI. De 4.545 camas en 2017 (el último dato oficial disponible) se había pasado a 7.842, una cifra que no incluía las nuevas camas de Cantabria, Castilla-La Mancha, La Rioja y Melilla. Según lo anunciado por las comunidades, el número de camas UCI se acerca a las 8.200 en la actualidad, con planes para aumentar aún más la capacidad si fuera necesario. Casi todas las comunidades han doblado el número de unidades de cuidados intensivos. Y las que no lo han hecho lo tienen previsto, pero no han necesitado hacerlo porque la presión en sus hospitales no ha sido tan alta.
Otra de las condiciones que se barajan para la desescalada es el establecimiento de un umbral en la ocupación hospitalaria por enfermos de covid-19. En concreto, que la tasa de hospitalización sea inferior al 30% y que los pacientes de coronavirus no representen más del 50% de los ingresados en la UCI. La situación más complicada se sigue viviendo en las UCI, por la lenta recuperación de los enfermos (la estancia en esas unidades supera las tres semanas de media) y la mayor dificultad para ampliar el número de camas disponibles.
Castilla-La Mancha y Madrid, las peores
Las comunidades en mejor situación por la ocupación de UCI son Cantabria (9,6%), Canarias (13,7%) y Murcia (18,3%), muy lejos del umbral del 50%. Solo Castilla-La Mancha (58%) y Madrid (51%) están por encima de ese límite, aunque en ambas la ocupación ha ido descendiendo. La región castellanomanchega ha pasado de las 168 camas UCI a las 350, y en la actualidad tiene a 202 pacientes ingresados en esas unidades. Madrid entró en la crisis sanitaria con 800 camas UCI y las amplió hasta las 1.725. A 24 de abril aún tenía 892 enfermos de covid-19 en esas unidades.
Dos comunidades dan los datos de ocupación hospitalaria. Aragón, que tiene 4.178 camas de hospitalización convencional y 278 camas UCI, tenía hace dos días 499 enfermos de coronavirus en planta y 93 en UCI. Contando todo tipo de pacientes, su disponibilidad de camas era del 53% en las de hospitalización convencional y del 55% en UCI. La tasa de hospitalización en planta era del 12% y en UCI, del 35,6%. Castilla y León, que cuenta con 5.538 camas de hospitalización convencional y 483 de UCI, tenía 930 pacientes de covid-19 en planta y 211 en cuidados intensivos. Una ocupación del 16% y el 43,6%.
Con los datos de hospitalizaciones del 24 de abril, y sin contar Cataluña (solo publica la cifra acumulada), Ceuta y Melilla, en España hay aún 13.868 enfermos de covid-19 ingresados, de los que 2.282 están en la UCI. Con los casos de Cataluña, esas cifras rondarían los 15.000 y los 3.000. Son bastantes menos que hace dos semanas, cuando los hospitalizados superaban los 25.000 y 5.000 estaban en la UCI.
Sánchez aseguró que los criterios para decidir qué territorios comienzan a volver a la vida normal serán transparentes. Las comunidades, especialmente las insulares, han ido presentando planes para avanzar en la salida del confinamiento reclamando no esperar a las grandes urbes como Madrid o Barcelona. En la práctica, las comunidades ya han ido abriendo la mano en el mundo rural al permitir la caza o ir a los huertos.