Iván Redondo quizá sea el responsable de las decisiones de Pedro Sánchez, pero quien mejor diagnostica la actualidad es el maestro Yoda: “El miedo es el camino hacia el lado oscuro; el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento, el sufrimiento lleva al lado oscuro”. Inducidos hacia una temeraria maldad, los medios de comunicación nos convertimos a menudo en mayoristas de cacofonías envasadas al vacío y cómplices de la estupidez declarati-va. Atención, ¡paren máquinas!: Preguntes freqüents (TV3) entrevista a Albano-Dante Fachin, un caso de extraña sobrevaloración mediática, y Valtònyc, que en el acto institucional del Onze de Setembre hizo de telonero (aviso: es una metáfora), gracias al rigor dogmático imperante, de los exiliados republicanos (aviso: no es ninguna metáfora) de la Guerra Civil.
Empieza el otoño con el anuncio de una repetición electoral y la irrupción, más mediática que política, del Más Madrid de Errejón, al que quieren convertir en una especie de socialdemócrata moderadamente radical del Ibex 35. ¿La prisa para situar a Errejón en el tablero para perpetuar el canibalismo de la izquierda es sospechosa? Sí, pero también es coherente con una historia autodestruc tiva que siempre ha confundido la retórica con el diálogo, el li derazgo con la megalomanía. Viendo estos movimientos, pienso en los aforismos de dos grandes cómicos franceses: “Cada vez es más difícil ser de izquierdas. Sobre todo si no eres de derechas” (Guy Bedos), y “La derecha vende promesas que no cumple; la izquierda vende esperanza que luego rompe (Coluche).
Mas se explica como si no fuera el responsable de parte de lo que nos pasa
Pregunta de ignorante para los expertos en ingeniería jurídica: ¿es posible demandar a nuestros políticos por acoso electoral? Ayer, dos entrevistas ayudan a definir el panorama. En TV3, Artur Mas se explica como si no fuera el responsable de muchas cosas que nos están pasando. Se desmarca de la desobediencia institucional y habla de los matices de la materia posconvergente, que mantiene su mutación del átomo a la molécula pasando por la partícula. En la Ser, conversación entre Josep Cuní y Miquel Iceta, que vuelve a hablar de la amnistía y del indulto (la diferencia entre una y otro podría ser la misma que hay entre la emoción que transmite el cuadro El abrazo de Juan Genovés o la imagen de Rafael Vera y José Barrionuevo indultados por el gobierno Aznar). Y cuando las preguntas lo empujan hacia zonas demasiado especulativas, Iceta se aferra al sentido común de proximidad y a la sabiduría de su padre. Es una especie de maestro Yoda particular con un aforismo que, en tiempo de verborrea política declarativa y tormentas tertulianas, suena como un bálsamo: “Creer es no saber”.