FERRAN MONEGAL
Ayer hablabamos de la riña gallinácea en La casa fuerte. Hoy el imperio Mediaset nos ha ofrecido otra, muy bronca y de gran sonoridad, en el Deluxe (Tele 5). El tema fuerte de la noche era que regresaba Belén Esteban al plató después del confinamiento. La recibieron con merecidos honores de gran estrella. Y Belén aprovechó el momento para lanzar un largo speech, una airada reflexión, sobre el modo en que el Gobierno ha gestionado la pandemia. Cargó basicamente contra Pedro Sánchez («es el presidente del Gobierno, es el que toma los mandos»). Amplió el ataque a todos los diputados del Congreso («son una vergüenza») por el tema de los ertes. Al único político que salvó fue al alcalde de Madrid Martínez Almeida. Y ante aquella dura filípica contra el Gobierno, el presentador J.J.Vázquez se iba recalentando por momentos. Le advirtió, para marcar distancias con lo que decía la estrella: «Has dejado de ser la princesa del pueblo para ser una Cayetana». Pero el bombazo llegó cuando Belén le afeó que no tuviera ni idea de lo que es viajar en metro, o sea, que vivía en su burbuja de presentador millonario, y entonces J.J.Vázquez estalló. Le pegó una bronca a la estrella, a cara de perro, y se marchó del plató. ¡Ah! Esta reyerta tiene mucha más profundidad que las riñas gallináceas de La casa fuerte.
Hace tiempo que J.J.Vázquez tiene interés en expresar publicamente su condición de progre. Este es un programa de «rojos y maricones» dijo textualmente no hace mucho. Aquí se lo conté. Intentemos comprenderle. Conseguido el éxito total como presentador de realitys y barbacoas caníbales adyacentes –además de un fabuloso éxito económico– probablemente ahora busca el reconocimiento de la izquierda. O sea, olvidaros del tipo de tele que hago, y pensad que yo soy la mar de progre. ¡Ah! Eso es muy humano, y muy disléxico. A Merceditas Milá, por ejemplo también le pasó algo parecido. Después de 18 años de Flautista de Hamelín de la torturante ratomaquia Gran Hermano, ha acabado montando una virtuosa librería en Barcelona. Es una forma de intentar tapar lo que hizo en Gran Hermano: les prohibía leer, no podían tener ni un libro en la jaula so pena de inmediata expulsión. Esta bronca de J.J. a Belén, llamándola «Una Cayetana», es un intento de marcar distancia. Pero la tele que hacen, es la misma los dos.