El BBVA de Francisco González utilizó al comisario Villarejo para controlar los movimientos de la Comisión Nacional del Mercado Valores (CNMV) en plena ofensiva del PSOE y Sacyr para tomar el control del banco. El agente encubierto siguió y tomó fotografías al menos a dos vehículos oficiales del organismo bursátil. También vigiló la vivienda en Madrid del entonces vicepresidente de la institución, Carlos Arenillas, al que tanto Villarejo como el presidente de BBVA, Francisco González, vinculaban con las maniobras del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para asaltar la entidad.

Las fotografías de los seguimientos a los vehículos de la CNMV y el espionaje de la casa de Arenillas forman parte de la documentación de la llamada operación Trampa, el operativo que montó Villarejo a petición del BBVA para tratar de desactivar el ataque contra González y a cuya documentación ha tenido acceso El Confidencial en una investigación conjunta con ‘Moncloa.com. Las imágenes de los coches se dividen en al menos dos secuencias distintas.

La primera se centra en un vehículo Audi A6 de color azul oscuro. Según el registro de la DGT, el automóvil es propiedad de la CNMV desde que fue matriculado por primera vez en 1998 (por motivos de seguridad, no se ofrece la matrícula). Villarejo captó el coche saliendo de la antigua sede del organismo de control en el número 19 del paseo de la Castellana. En otras fotos, se ve el mismo coche circulando ya por las calles de la capital. En una de las capturas aparece el lateral del coche a solo unos metros de distancia, pero no se aprecia quién va en su interior porque los cristales están tintados.

La segunda secuencia habría sido tomada un día distinto, aunque dentro de los aproxiamadamente tres meses que duró la operación Trampa, de noviembre de 2004 a febrero de 2005. Afecta también a un coche oficial de la CNMV. El modelo es idéntico al anterior, un Audi A6 color azul oscuro, y fue matriculado el mismo día. Solo cambia el último número de la matrícula. El registro de la DGT confirma igualmente que este segundo vehículo no ha tenido otro propietario que la autoridad bursátil.

Las fotos de Haren

El nombre que usó Villarejo para etiquetar las fotografías, ‘Haren’, confirma que Arenillas fue el verdadero objetivo de esos seguimientos completamente desconocidos hasta la fecha. A Francisco González y Villarejo no solo les interesaba el número dos de la CNMV por su pasado en Intermoney, la misma agencia de valores por la que también pasó el entonces jefe de la Oficina Económica de Moncloa, Miguel Sebastián, el dirigente del PSOE más implicado en el asalto a BBVA. Al presidente de la entidad financiera le inquietaba, sobre todo, lo que podía hacer Arenillas con una denuncia que el regulador había recibido en plena ofensiva.

El entorno de Luis del Rivero y Juan Abelló, los dos rostros más visibles de la operación para que Sacyr desembarcara en el consejo del banco, presentó solo unos días después de que la constructora anunciara oficialmente sus intenciones una denuncia contra González ante la CNMV por presuntas irregularidades en la venta de su sociedad de bolsa, FG Valores, a Merrill Lynch en 1996. El presidente de BBVA temía que Arenillas echara un cable a Del Rivero, Abelló y su antiguo compañero Sebastián impulsando una investigación en su contra que le habría forzado a dejar la entidad, allanando de ese modo el camino al Gobierno de Zapatero y Sacyr.

La casa de Arenillas

Villarejo no solo siguió a dos coches de la CNMV en los que supuestamente viajaba Arenillas. También vigiló su vivienda en el exclusivo barrio de Mirasierra. Entre los archivos de la operación Trampa a los que ha tenido acceso este diario figura una imagen tomada de noche con ‘flash’ de la puerta principal de la entonces residencia familiar del número dos del supervisor. La dirección aparece anotada en otros documentos del presunto cabecilla de la operación Tándem. La imagen se corresponde con la captada por Google Street View en ese mismo punto, aunque por seguridad no se desvela su ubicación.

Las imágenes confirman que el espionaje que Villarejo hizo para BBVA y que la entidad costeó con al menos 517.600 euros, según consta en el contrato firmado por ambas partes, no se habría limitado únicamente al control de las llamadas de teléfono de los principales implicados en el asalto al banco, más de 15.000 contactos telefónicos en los que intervinieron casi 4.000 números, tanto fijos como móviles, entre ellos, varios relacionados con la propia CNMV. Los seguimientos ordenados por la segunda entidad financiera más grande de España también fueron presenciales.

La CNMV ya anunció hace unos días, antes de que se conocieran las vigilancias a dos de sus vehículos oficiales y la casa de su antiguo vicepresidente, que ha abierto una investigación para analizar el efecto de los servicios que Villarejo pudo prestar para BBVA y ha asegurado que, en el caso de que se derive alguna responsabilidad patrimonial para la entidad como resultado de las actuaciones de las autoridades competentes, velará por que esa responsabilidad tenga el reflejo correspondiente en las cuentas del banco. Las imágenes desveladas este martes por este diario confirman que la CNMV fue uno de los blancos prioritarios de la investigación ordenada por González.

Seguimientos de Laredo a Bilbao

Los seguimientos financiados por BBVA habrían afectado a otros objetivos. Algunos incluso sin identificar. El comisario habría controlado a un individuo de entre 40 y 50 años. Fue captado saliendo de su domicilio en una población de Cantabria próxima a Laredo, dejando a uno de sus hijos en el colegio y cogiendo después su vehículo en compañía de su mujer para dirigirse a Bilbao, donde el matrimonio pasó el resto de la mañana. Villarejo reflejó todos sus pasos en un informe de dos páginas.

El nuevo presidente de BBVA, Carlos Torres, remitió este lunes una carta a todos sus empleados en la que aseguró estar “escandalizado” por las informaciones sobre la operación Trampa e informó de que ha ampliado la revisión interna que ya inició el banco el pasado año para tratar de determinar el alcance de la relación comercial con el presunto cerebro de Tándem.
 
 

FUENTE: ELCONFIDENCIAL