FUGACIDADES DE ACUARIO
A las primeras de cambio ya no dio la talla. Su punto de inflexión como político fue su cesión irrevocable ante el ministro de Fomento en el tema del soterramiento con la consiguiente llegada del ‘flecha’ Bernavé a la Delegación del Gobierno. A partir de ahí está en caída libre como demostró que su brazo derecho y descarado escudero de ocasión, Roque Ortíz, tuviese que dimitir para que no tuviese él que hacerlo tras filtraciones interesadas desde el mismo partido en una especie de ajuste de cuentas entre clanes de esta suerte de mafia murciana tan arraigada en el tiempo.
Era el colofón de un periodo político depresivo de José Ballesta, todavía alcalde de Murcia en minoría pero en trance de extinción si no fuese por la estrategia foránea de C’s. La democracia no es su medio natural sabiendo de donde viene Ballesta y donde ya no irá nunca más este bluff y farsante de libro con aspiraciones sin límite para ser un limitado claro. Creo que por eso es habitual encontrarlo rezando en la catedral suplicando ayuda para enfrentar problemas para los que no se encuentra capacitado en un, por otra parte, loable ejercicio de humildad del que se conoce bien a si mismo.
Dicen catedráticos de la UMU, de donde fué rector, que hasta su tesis doctoral era un fiasco desde un curriculum inflado. Y que realmente hizo fortuna llegando con atajos confesionales a la cátedra (poca producción investigadora se le conoce con el poco inglés que sabe por su corta estancia estudiantil en el Reino Unido) y, de ahí, a ser vicerrector de Infraestructuras con Juan Roca Guillamón, luego presidente de Caja Murcia, donde fue descubierto por el sistema de la Región (Carlos Egea y compañía) como un tipo que se presta a lo que haga falta; un Valcárcel pero de mayor entidad aunque menos olfato.
La verdad es que también le ayudó en algo ser sobrino de un canónigo y deán de la catedral, el cura Ballesta, de ahí su complicidad personal e institucional con el muy cuestionado prelado Lorca Planes, otro que tal baila. Su papel como consejero de Fomento respecto al aeropuerto forzado de Corvera igualmente resultó estelar por huero y aún no lo sabemos todo de aquella lastrante etapa en el gabinete de corruptos que demostrará el proceso de la desaladora de Escombreras.
Ahora se ha postulado Ballesta como pigmalión del ‘nini’ López Miras en Murcia; un falso pigmalión porque lo que quiere en el fondo Ballesta es abducirlo, reducirlo y someterlo a los dictados sutiles del grupo de políticos del PP murciano afines al Opus Dei y así conseguir su ‘salvación’ con la vuelta de José Luis Mendoza a las riendas de San Esteban y evitar, de ese modo, que traslade la UCAM a Madrid de la mano del soberbio cardenal Rouco para intentar ahora el gallego caer en gracia al Papa Francisco con parecido método que a sus antecesores con la Jornada Mundial de la Juventud.
En esas estaba Ballesta cuando ha recobrado energía organizando la farsa del Congreso Extraordinario del PP para que López Miras se legitime y dejar de ser producto del ‘dedazo’ de un Pedro Antonio Sánchez enmarañado, cada vez más, en nuevos procesos judiciales que lo llevarán a la cárcel y que evidencian que clase de tropa pulula por el PPRM de Ramón Luis Valcárcel con credenciales para llegar incluso a la Presidencia de la Región, llegado el caso, que llegó y así estamos ahora.
Lo malo es que esa tropa ha hecho caso omiso a las necesidades legitimadoras de FER y lo ha dejado a los piés de los caballos sin que Ballesta haya podido evitarlo y demostrando el alcalde su grave pérdida de intuición política, superado y neutralizado por el proceso político y social en marcha en las vías de Santiago el Mayor. Esa es su tumba y la del bluff y la farsa que el todavía alcalde de Murcia representa. Es de los que en Murcia ha contribuido decisivamente al veredicto que auguran todas las encuestas con el PPRM en cualquiera de los próximos comicios: el tercero en discordia y sigue cayendo a manos de pensionistas y parados de larga duración a sumar a las élites profesionales avanzadas y avisadas.
Y es que Ballesta -estaba pactado porque ambos son catedráticos de la UMU y pertenecen al mismo grupo de asalto dentro del PPRM- no ha llegado a levantar ni el pico de la alfombra de su antecesor sino es que ha mantenido intocable toda su estructura de corrupción en el Ayuntamiento de Murcia, tal como evidenció el cante de Roque Ortíz que tanto puso en evidencia las palabras del propio Fer dentro de un falso discurso de regeneración del partido que todos los días los hechos probados no hacen más que desmentir.
Y finalmente la fuga hacia delante de los mediocres farsantes: sus grandes proyectos en la estrategia de vender glorias para mantener en tensión eufórica a la sociedad murciana anestesiada, en una situación de crisis en pleno cambio mundial, que ya ha orillado a una región como la nuestra porque el recurso humano sufre con rigor la mentira, el fraude y la estafa intelectual, tal como demuestra el ‘ranking’ universitario del Banco de Santander donde UMU y UPCT resultan ser las dos últimas del país. Pues también en eso, Ballesta y sus ‘profes’ compinches tienen mucho que ver.
No se puede vivir permanentemente de rodillas ante todo y ante todos en busca de poder. Porque Ballesta saber perfectamente, y mejor que otros, que solamente debe arrodillarse ante el verdadero Dios, aquel que por boca de Jesucristo dice ser la Verdad y la Vida. ¡Basta ya de tanto Becerro de Oro, amigo!
P.D.- 1. Ballesta sigue demostrado a diario que le faltan arrestos para defender, por encima de sus intereses políticos personales, los de una parte sustancial de la población del municipio y eso, de entrada, le desautoriza para seguir en su cargo con tácticas de despiste para intentar engañar pareciendo que hace algo grande cuando lo que urge es una pura gestión política ordinaria para poner en orden todo lo desencajado por su ‘compiyogui’ Cámara en 20 años de corrupción y apropiación indebida del patrimonio común de todos los murcianos de la capital.
P.D.-2. Para otro ocasión dejamos repasar las relaciones, oscuras y espúreas, de Ballesta con la empresa ‘Itete’ de doña Esperanza Zambudio con las visitas mensuales de Ballesta siendo rector de la UMU al bar ‘Tebas’ propiedad de la familia. ¿Dinero negro de por medio? Habrá respuesta a esta cuestión en estas mismas páginas, ¿verdad señor López Bachero?