Los hechos demuestran que adquirir productos de bajo coste, de marcas generalmente desconocidas y con orígenes dudosos supone un menoscabo en la calidad y en la duración de estos productos. Y es que si algo es barato, en algún sitio está la trampa.
En el sector de las placas solares, son muchas las marcas low cost que están intentando romper el mercado con precios más bajos de lo normal ofreciendo productos que aparentemente cuentan con una calidad similar. Lo cierto es que muchos consumidores se están sintiendo engañados y por eso muchos están optando por empresas que venden solo marcas de calidad como es el caso la empresa española SunFields.
¿Por qué es mejor no comprar paneles baratos?
La realidad es que hay estudios, como el de la empresa italiana SunReport, que demuestran que la producción de energía de estos paneles es hasta un 10% inferior comparada con paneles de calidad ( de precio superior). Esto claramente no compensa si se tiene en consideración la vida útil que tiene un sistema fotovoltaico normal, que oscila entre los 25 y los 30 años.
Normalmente, este tipo de placas baratas vienen de países asiáticos con marcas completamente desconocidas pero afirmando una calidad muy superior a la que ofrecen realmente. A veces incluso se camuflan detrás de nombres de empresas alemanas para aparentar calidad.
No es raro que esos fabricantes indiquen que sus paneles son de 270 Wattios cuando realmente no superan los 260-265W y es por eso que ya existen países que han regulado este sector y no es posible instalar paneles solares sin una prueba de rendimiento y de veracidad de documentación que garanticen que no se está falseando la calidad.
¿Cómo asegurar la calidad?
Para asegurarse que el panel que se está comprando reúne una calidad suficiente y que la calidad y la potencia que dicen tener son verdaderas hay que exigir dos cosas principalmente:
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Haber superado con éxito el PV+Test realizado por TÜV. De esta manera se puede comprobar si el nivel de calidad que dice tener es real o no.
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Certificado PV Power Controlled. Este certificado es absolutamente imprescindible y hay que exigirlo al realizar una compra, ya que es la garantía de que los paneles solares que se van a adquirir van a tener como mínimo la potencia que el fabricante indica en la etiqueta del producto.
La evidencia indica que comprar un panel de calidad sale más rentable a medio plazo y aunque a priori parezca una inversión mayor, al final resulta más económico al evitar las posibles faltas de garantía y averías que tienen los productos de bajo coste. Y es que es algo que va a estar a la intemperie durante muchos años y no se puede escatimar con la calidad.
FUENTE: ELCONFIDENCIALDIGITAL