PP y Ciudadanos tienen listo el acuerdo de gobierno con 80 medidas para los próximos cuatro años en la ciudad de Madrid. Los equipos negociadores de ambos partidos se mantuvieron en contacto en la tarde de este jueves para tener listo el documento a un día de que se constituya el consistorio madrileño y en lo que consideran una enmienda a la totalidad de la legislatura de Manuela Carmena. Este viernes está prevista una nueva reunión a mediodía y, mañana, el pleno municipal votará a su próximo alcalde.
El reparto de concejalías será el otro plato fuere del día. Desde esta mañana la negociación ha comenzado y lo que está claro es que habrá un cambio total en el organigrama municipal, se separarán y juntarán algunas carteras y habrá cambios en los nombres. En cuanto a los avances sobre el pacto programático, ya fueron muy significativos en el encuentro de la mañana del jueves, pero pasaron desapercibidos ante la gran noticia del día: la formación naranja proponía como fórmula de gobierno un reparto del mandato. José Luis Martínez-Almeida estaría al frente dos años como alcalde y los otros dos recaerían en Begoña Villacís.
Los populares no tardaron demasiado en rechazarlo. «Inaceptable», decían desde Génova. El desenlace final, en todo caso, está cerca. El sábado a las 11 de la mañana se celebra el pleno de investidura. Y en los ayuntamientos no hay segundas oportunidades. Lo dice el artículo 196 de la Ley del Régimen Electoral General. Si no hubiera un acuerdo entre PP, Cs y Vox para votar al misma candidato, automáticamente saldría elegida Carmena, al tener más apoyos. Después del pleno, que en principio durará en torno a una hora, la tradición marca celebrar la primera Junta de Gobierno de la legislatura, en la que oficialmente se hace el reparto de carteras. Por eso, fuentes de la negociación confirman a este diario que este viernes debe concretarse esa distribución de áreas, aunque no sería una cuestión que necesariamente aborden los equipos sino que podría haber una conversación directa entre candidatos.
Si se cumple el guion previsto a pesar del órdago naranja, Almeida sería elegido alcalde. Villacís se confirmaría como número dos del Gobierno municipal y su partido, eso sí, espera un reparto prácticamente paritario de áreas de gobierno. Harán hincapié además en hacerse con alguna de peso como Urbanismo o Hacienda. De hecho, la propuesta lanzada por Ciudadanos —que pilló completamente por sorpresa al PP e incluso a miembros del equipo negociador naranja— tenía un doble objetivo: que los populares tuvieran tiempo para pensar y lanzar una contraoferta y, al mismo tiempo, ejercer presión en la recta final hacia la constitución del ayuntamiento. Dicho de otra manera: entendían que con este órdago ganaban opciones de mejorar los resultados de la negociación.
Cuando la cita comenzó, ni siquiera estaba claro que el grupo naranja —liderado por el diputado y miembro de la ejecutiva nacional, Miguel Gutiérrez— fuera a lanzar esa proposición. De hecho, el anunció llegó en mitad de la reunión tras un mensaje del secretario general, José Manuel Villegas. Podían soltar la propuesta. Ya había sido aceptada también en dos ciudades de Castilla La-Mancha: Albacete y Ciudad Real, donde PSOE y Ciudadanos se repartirán la alcaldía bajo el formato de 2+2. El PP ni se lo imaginaba. De ahí la respuesta inmediata. «No aceptamos», dijeron desde la sede nacional, y después lo repitió Andrea Levy, número dos de Almeida.
Aunque el acuerdo de gobierno estaba prácticamente terminado, los detallesfinales fueron confirmándose a lo largo de la tarde por los elegidos de ambos equipos (Mariano Fuentes del lado naranja y Borja Carabante por parte de los populares). El programa, según ha podido saber este diario, incluirá una bajada de impuestos (IBI e impuesto de sucesiones municipal, con seguridad), medidas concretas de impulso a la economía e infraestructuras para la ciudad, así como iniciativas contra la okupación (recuperación de edficios municipales), y fiscalización sobre los contratos menores del ayuntamiento, una de las grandes críticas de ambas formaciones al Gobierno de Carmena.
El otro desencuentro
Sobre la candidatura, la reunión del jueves terminó sin acordar oficialmente el nombre del próximo alcalde de Madrid. Y no era la primera vez. Ya ocurrió el viernes pasado, cuando los populares optaron por levantarse de la mesa al entender que Ciudadanos no estaba dispuesto a garantizar su apoyo a la papeleta de Almeida. La cuestión es que fuentes del partido naranja reprochan al PP la ausencia de una contraoferta. «Si no están conformes con el sistema de reparto de la alcaldía, que aún no han explicado por qué no les parece bien», dicen a este diario, «que hagan una propuesta alternativa».
En el grupo de Rivera manifiestan su descontento por entender que la estrategia de los populares pasa solo por el nombre de Almeida. Se quejan de que si su pretensión es la de garantizar que el alcalde será el candidato de Pablo Casado, deberían hacer una propuesta que sedujera a sus potenciales socios. El ofrecimiento de algunas carteras potentes, por ejemplo, habría sido una vía. El malestar ya se vio la semana pasada, cuando ambas formaciones habían acordado hablar de programa y pactar las primeras medidas que impulsará el nuevo Gobierno municipal, como avanzó este diario, y finalmente la negociación se quedó estancada.
El tercer actor necesario, Vox, apenas se ha pronunciado. Miembros de la negociación entre PP y Ciudadanos dan por hecho que la formación de Santiago Abascal no pondrá impedimentos. Sí pretende influir —como en otros territorios— en algunas cuestiones programáticas, pero hasta el momento no ha exigido una reunión a tres para dar su consentimiento al pacto de populares y naranjas. Sí mantuvieron su primer encuentro Almeida y Javier Ortega Smith este mismo jueves, en una cita que resultó satisfactoria para ambas partes. El partido de extrema derecha zanjaba en su perfil de Twitter: «Se aleja la amenaza de Carmena del ayuntamiento». Vox obtuvo cuatro concejales y tres de ellos son necesarios para que el popular y Villacís sumen los 29 concejales de la mayoría absoluta.