La última vez que estuvo en Málaga, el pasado 17 de diciembre, Alfonso Guerra tuvo la oportunidad de saludar personalmente a Eduardo Martín Toval, quien falleció apenas unas semanas después. El exvicepresidente del Gobierno regresó este martes a la capital de la Costa del Sol y sus primeras palabras fueron para recordar con emoción a quien fuera su amigo y aliado político. Fue durante su conferencia en el Rectorado dentro de los actos científicos y culturales organizados por la Sociedad Española de Cardiología con motivo de la celebración, en 2019, de su 75º aniversario.

’75 años de política con corazón en España’ fue el título de la charla con la que Guerra hizo un recorrido histórico sobre la evolución política del país desde los años más duros de la posguerra hasta el día de hoy. Con la lucidez y la claridad que le definen, el exvicepresidente socialista del Gobierno analizó no sólo la situación nacional sino la internacional, así como los retos a los que se enfrenta la sociedad actual.

«En política hace falta ser sincero y decir lo que se piensa. Hoy día, la gente y los políticos están sometidos por la moda de lo políticamente correcto. Si se sigue aplicando, lo políticamente correcto acabará con la democracia porque no se dice la verdad, la sociedad debe ser sincera», afirmó ante un auditorio lleno.

Alfonso Guerra mostró su preocupación por el hecho de que las democracias están evolucionando hacia «dictaduras con votaciones» como, según citó, son los casos de Rusia o Hungría, al tiempo que reverdecen las «maneras totalitarias» en los países desarrollados y sostuvo que el capitalismo ha mutado hacia una vertiente «más dura» una vez que se ha liberado del compromiso con el Estado del Bienestar que se fijó tras la II Guerra Mundial puesto que el mundo de hoy se basa más en la economía financiera que en la productiva.

A juicio de Guerra, la humanidad se enfrenta a tres grandes problemas: el de la demografía, con unos países no desarrollados donde aumenta la natalidad mientras baja en los países desarrollados y en estos cada vez hay más recelos hacia los inmigrantes; la degradación del hábitat con las dificultades para gestionar el aumento insostenible de la generación de residuos; y el aumento de la desigualdad.

Elecciones y fragmentación

En clave más local, el veterano dirigente socialista dijo que las elecciones generales del 28 de abril son «muy inciertas» y volverán a dará un parlamento fragmentado. «Hoy día las sociedades necesitan parlamentos fuertes», afirmó Guerra, quien añadió que la fragmentación «dificulta la gobernabilidad» y recordó que en apenas cuatro años, desde 2015, los españoles van a ir tres veces a unos comicios generales en lugar de una como hubiera sido lo normal.

Alfonso Guerra defendió que el periodo que abarca la Transición española es el que va desde que en el verano de 1974 se conoció que Franco tenía flebitis hasta que el 28 de octubre de 1982 los socialistas ganaron las elecciones generales por primera vez en democracia y que aquellos años no tienen «nada que ver con los actuales». Además, definió el consenso como «el listado de todas las concesiones que todos tenemos que hacer para lograr el acuerdo».

Para Guerra en la política actual «los sentimientos están ocupando el lugar que debería ocupar la racionalidad». En este sentido y ante el independentismo catalán, que a su juicio «ha infectado» toda la política española, el exvicepresidente del Gobierno abogó por: «Meter más racionalidad. En Cataluña hay que enfriar, no calentar».
 
 

FUENTE: DIARIOSUR