A primera vista / Se lanzó al agua a los tres años y terminó de campeón de natación. Así se explica todo: su trampolín, los sueños de podio, la piscina liberal siempre llena. / Cuando Ciudadanos se mojó en Cataluña, Albert gritó «tierra a la vista» mirando a Madrid. De pequeño quería ser como Mark Spitz y de mayor quiere ser como Macron. / Una vez votó al PP, otra al PSC, otra a CiU, otra no votó… No duden de que duda. / Rivera es líder de un partido naranja, un zumo con vitamina C’s, un postre de anuncio, la España formal, planchadita y bien. Buen provecho.
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¿Ya no están en pelotas?
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Seguimos en pelotas políticamente hablando. Estamos desnudos y limpios. Evidentemente, nos hemos ido vistiendo con el paso del tiempo.
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¿Qué tiene de malo que le quiera a uno tanto el Ibex 35?
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Para mí nada. Que las mejores empresas del país estén de acuerdo con nosotros en que hay que reformar el país… Este es un mantra absurdo. Con el partido que menos donaciones recibe de España, por cierto.
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¿’The winter is coming’ el 1 de octubre?
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No. Is coming the sun… El 1 de octubre no habrá referéndum y luego se convocarán elecciones autonómicas. Estamos a muy pocos votos de que los separatistas no tengan mayoría. Y eso es lo único que se va a producir. Todo este ruido que hacen Puigdemont y Junqueras en el fondo es el hundimiento, el fin de un proyecto que nunca ha tenido sentido. Por cierto, hoy mismo [por el martes pasado], Cataluña tendría que ser independiente: Puigdemont le prometió al pueblo catalán la independencia en 18 meses… Esto demuestra la poca credibilidad que tienen los separatistas.
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¿Qué siente cuando suena el himno de España?
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Respeto, siento que soy partícipe de la historia de un país, de su ciudadanía… Y sobre todo siento que le hace falta letra [se ríe].
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¿Y cuando suena el de la Champions?
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Ha ido perdiendo emoción con el tiempo. Soy culé y tengo muy grabado el gol de Koeman, con el que hubo un antes y un después. Los barcelonistas, durante mucho tiempo, hemos estado quejándonos de los árbitros, del favoritismo, de no sé qué, pero perdiendo… A partir de aquel gol y de Cruyff cambió todo. Cuando el Barcelona se dedica a jugar al fútbol y deja de hacer política, le va mejor…
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¿En qué es usted odioso?
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Creo que me odia más gente de la que yo odio. Pero, bueno, seguro que para mucha gente tengo muchas cosas odiosas… Dani ya era un cachondo [Se refiere al periodista Dani Mateo, compañero de instituto, que en una entrevista reciente le ha tildado de «odioso»]. Es un tío inteligente. Coincidimos con algunos amigos comunes en la clase, íbamos con grupos distintos. Dani era un buen tío. Cuando estaba muy aburrida la clase, con él y algunos más te reías un rato.
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Señor Naranjito, ¿qué fruta es Rajoy?
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Lo que hay que reconocer es que nunca nadie nos ha hecho una campaña tan buena. Aquello generó un boom de venta de camisetas de Naranjito entre los militantes de Ciudadanos. En cuanto a Rajoy… [duda un rato; le acabamos dando la opción de contestar un vegetal; entonces contesta] …una lechuga.
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¿Hasta qué edad votó al PP?
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Bueno, de hecho he votado alguna vez al PP. Y a los socialistas. Como muchos españoles. Pero también no he votado. Es verdad que en Cataluña tenemos una circunstancia difícil. La pregunta es a cuál votabas que no fuera separatista… A muchos se nos cayó el PSC cuando el tripartito. Ahí voté a Piqué. Y luego ya nació Ciudadanos, que fue un soplo de aire fresco para muchos catalanes que vivíamos agazapados.
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¿Hay algo más monstruoso que una camisa sin planchar?
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[Risas] Hay muchas cosas monstruosas, pero una camisa sin planchar también lo es. Yo sé planchar, pero plancho poco. Tengo quien me ayuda. Si hay alguien al que le guste planchar, que me lo diga a la cara… No conozco a nadie en el mundo al que le guste planchar.
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Estamos en una isla desierta. Diluvia. Le piden cobijo tres personas en su choza para pasar la noche. Sólo tiene un hueco. Ha de elegir entre Rafael Hernando, Irene Montero o Miquel Iceta.
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A Miquel Iceta, al que conozco desde hace muchos años.
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¿Qué es lo más inconfesable que probó?
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Lo más inconfesable que he probado es el ego.
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Le ponen como el yerno ideal. Pida el voto a las suegras.
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Que piensen en sus nietos.
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Usted fue campeón nacional de debate. ¿Por qué no te callas?
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A mí no me callan ni debajo del agua.
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FUENTE: PEDRO SIMÓN, EL MUNDO