Si el adiós del político fuera como el de quien deja una empresa en las películas, Ángel Garrido habría salido de Génova con unas cuantas cajas. Pocas horas después de anunciarse su fichaje por Ciudadanos, un par de miembros del partido naranja, tras leer en la prensa el enfado de Casado y compañía, celebraron en un despacho: «Ya está, ha surtido efecto».

A la dirección nacional del PP no le preocupa el vendaval de titulares que generó «la Operación Figo» -así la describen entre risas algunos diputados regionales de Ciudadanos-, sino el «know-how» que el expresidente de la Comunidad de Madrid ha puesto en manos de Albert Rivera.

«El fichaje es la comidilla entre políticos y periodistas, lo que realmente nos agobia es la información que se ha llevado acerca de la Comunidad en general y del partido en particular», confiesa un miembro de la candidatura de Isabel Díaz Ayuso.

Ángel Garrido (Madrid, 1964), con casi treinta años de militancia conservadora a su espalda, dirigió la región capitalina tras la dimisión de Cristina Cifuentes. Durante el resto de la legislatura, fue consejero de Presidencia, Justicia y portavoz. También ostentó la secretaría general del PP en Madrid.

«Lo sabe todo, ya tienen la campaña hecha. El hombre que dispone de la información más valiosa del PP… está en Ciudadanos», explica un miembro de la Ejecutiva regional ostensiblemente decepcionado tras los resultados de las elecciones generales. Para más inri, los liberales adelantaron a los conservadores en la Comunidad.

Según reitera esta fuente, Garrido ya «estará contando» en Alcalá, 253 la «estrategia del PP» y la forma en la que se articuló la campaña que está a punto de empezar: «Conoce mejor que nadie nuestros puntos débiles». «¿Que tienen trapos sucios? Seguro que saldrán más», se limita a contestar enigmático uno de los artífices del fichaje del expresidente.

Desde 2004 hasta hace un telediario, Garrido merodeó los despachos más importantes de la dirección madrileña del PP. A día de hoy, no esconde su amistad con Cifuentes. Esa relación, la portavocía del Gobierno y su etapa como presidente le granjeó una de las ópticas más privilegiadas de la formación.

«El mejor golpe al PP»

Con el micrófono delante, ni Garrido ni Ignacio Aguado, candidato de Rivera a la Comunidad, explicitan cuál es exactamente ese material, pero varios diputados de Ciudadanos consideran el movimiento como «el mejor golpe al PP».

El propio Garrido, que en un abrir y cerrar de ojos cambió la cuarta plaza de los conservadores a las europeas por un hueco en la lista de Aguado, ya carga con dureza contra Casado. Un día después de que éste evitara saludarle cuando se cruzaron en la Puerta del Sol, le ha acusado de haber «destruido el partido» y haberlo «convertido en el Vox azul».

Isabel Díaz Ayuso, la sorpresa que arrebató a Garrido la candidatura, apenas tiene trayectoria orgánica en el PP. «¿Qué logros va a vender ella en campaña? ¡Algunos de ellos se consiguieron con Ángel como presidente y otros fueron protagonizados por él en calidad de consejero y mano derecha de Cristina!», discurre otro portavoz conservador.

Los dirigentes del PP consultados por este periódico también lamentan la fuga de datos y conocimientos concretos del Gobierno de la Comunidad de Madrid, todavía bajo el yugo de Génova. Se da la siguiente paradoja: quien mejor conoce los despachos de la Puerta del Sol… es el adversario.

 

 

FUENTE: ELESPAÑOL