El abogado de Carme Forcadell, Oriol Junqueras, Carles Mundó, Dolors Bassa, Ana Simó y Raül Romeva, Andreu Van den Eynde, ha denunciado que la decisión de decretar prisión preventiva para los exconsellers de la Generalitat por parte de la juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, fue premeditada. Según ha dicho, durante la vista en que los exdirigentes prestaron declaración a preguntas sólo de la defensa, tuvo la sensación de que la decisión de la juez estaba tomada de antemano, y ha apuntado actitudes significativas de Lamela y de los fiscales que apoyarían esta sensación, entre ellas, que ninguno de ellos hacía caso o prestaba atención a su exposición y que la juez incluso se dedicaba a mirar el móvil. Con respecto a sus clientes, el letrado ha estimado que no cree que los veamos fuera en pocos días
“Cuando un fiscal mira hacia abajo, cuando no interesa la mucha documentación que presentamos, cuando la juez está mirando el móvil…”, la “sensación” es que la “decisión estaba tomada de antemado”, ha comentado el letrado en una entrevista en RAC1. Van der Eynde también ha añadido el hecho de que, a diferencia de lo decidido en el Tribunal Supremo, en el caso de la Audiencia también reclamó que se pospusiera la vista para poder preparar la defensa, pero se rechazó asegurando que para ellos se tenía que haber presentado un escrito, “cuando lo presentamos el día de antes”.
“Cuando un fiscal mira hacia abajo, cuando no interesa la mucha documentación que presentamos, cuando la juez está mirando el móvil…”, la “sensación” es que la “decisión estaba tomada de antemado”
Esta falta de garantías que describe el letrado hace que tenga previsto un plan para llevar esta denuncia ante estamentos internacionales. Según ha dicho, “habrá un día en que se pasarán e intervendrá un tribunal internacional y cambiarán las tornas. Entonces comenzarán a cambiar las cosas”, ha advertido. Posteriormente, en una entrevista en TV3, ha citado explícitamente a la ONU, como posible escenario de futuro frente a la estrategia del “terror” que advierte en la Audiencia.
El abogado ha asegurado que el día de antes presentó dos escritos el día de antes reclamando la indefensión que suponía no haber podido preparar la defensa en sólo 24 horas e indicar que él tenía que estar en el Tribunal Supremo, por ser un tribunal superior, a la misma hora en que el resto de defendidos estaban citados en la Audiencia Nacional. Van den Eynde ha lamentado que Lamela no sólo no le esperó para iniciar los interrogatorios sino que, al parecer, “se enfadó por que no pudiera estar en dos sitios a la vez”.
Los fiscales “hacían dos papeles técnicamente muy buenos”, pero “haciendo un relato artificial donde las entidades soberanistas ejercían el papel de organización criminal y donde una cacerolada eran consideradas un acto de insurrección”
Van den Eynde actúa en dos salas a la vez, en la de la Audiencia Nacional para defender a buena parte de los exconsellers que este jueves ingresaron en prisión preventiva, y en la del Tribunal Supremo para representar los intereses de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell y Ana Simó, y se ha mostrado muy molesto con el trato recibido por la juez de la Audiencia y los fiscales, de quienes ha comentado que uno hacía el papel de bueno y otro de malo. “Hacían dos papeles técnicamente muy buenos”, ha reconocido, pero “haciendo un relato artificial donde las entidades soberanistas ejercían el papel de organización criminal y donde una cacerolada eran consideradas un acto de insurrección”, ha descrito.
Para el abogado, la clave está en conseguir modificar algunas piezas del puzle, primero consiguiendo un marco más garantista a través del traslado de la causa al Tribunal Supremo, y luego con la intervención de entidades internacionales. Van den Eynde cree que, a pesar de que ninguno de los dos estamentos judiciales (el Supremo y la Audiencia), no son los competentes en los casos que defiende, considera que el alto tribunal es “una jurisdicción seria o más garantista que el de la Audiencia Nacional”, que ayer puso en prisión a sus clientes “en base a una investigación de miles de folios que no tengo”, ha denunciado.
El Supremo es “una jurisdicción seria o más garantista que el de la Audiencia Nacional”
En la doble vía de su estrategia también entran en juego las instancias internacionales. Así, bajo la premisa de que “querrán ir a por todas”, advierte de que así “habrá un día en que se pasarán e intervendrá un tribunal internacional, y entonces cambiarán las tornas”. Será en este punto cuando a su juicio “comenzarán a cambiar las cosas” y, en ello está trabajando él y su despacho, porque “lo que no es posible es que no puedas encontrar una tutela para defender los derechos y te tengas que esperar cinco años. Esto en derecho no es posible”, ha espetado.
En este punto, Van den Eynde ha vuelto a denunciar la actitud de la juez y los fiscales cuando desde la defensa se presentó el certificado oficial de la Intervención General del Estado en el que se indicaba claramente que no se había gastado “ni un duro de la partida” famosa dedicada al referéndum del 1-O. “Está firmado por la intervención general del Estado y no se ni hace caso”, ha denunciado.
“Hay movimientos para que la causa recaiga en el Supremo”
Este y el resto de ejemplos le hacen concluir que hay “una especie de jaula de vidrio, de frontera” entre las dos partes “y no se nos escucha”, por eso apuesta por que la instrucción recaiga en el Supremo, porque cree que “habrá trato más amable”. En todo caso, el abogado ha comentado que “hay movimientos para que la causa recaiga en el Supremo”, aunque no ha querido concretar si estos movimientos vienen de mano del Gobierno. “Los movimientos no es que estén controlados”, sino que responden a “estrategias complejas”. Sea como sea, “el Supremo es el órgano que tiene ganas de sacarlo todo porque es estamento superior”, ha indicado.