MARIELA LEÓN

 

Veinte años han transcurrido de aquel fatídico 11S que resquebrajó de pronto el blindaje de Estados Unidos en materia de seguridad. Un zarpazo que acabó con casi tres mil vidas y derribó las icónicas Torres Gemelas de Nueva York. Muchos argumentos, a favor y en contra, se han ventilado sobre las actuaciones de George W. Bush, entonces presidente y sus antecesores, respecto a la política hacia el Oriente Medio. Pero, el fantasma de las teorías conspirativas se posa sobre el 11S.

En un atajo bien pensado, las fuerzas enemigas, sorprendieron a la gran la potencia y demostraron su vulnerabilidad. Los ataques, aun en el imaginario global, se aviva en internet. A veces más, a veces menos. Korey Rowe, un veterano y ahora cineasta, motivó a generar dudas y malestares sobre la dolorosa fecha a través de su documental “Loose Change”. Producido por él y escrito y dirigido por Dylan Avery, amigo de la infancia y promotor de la teoría de que el gobierno de Estados Unidos estaba detrás del 11-S.

 

Rowe realizó servicios militares en Irak y Afganistán y regresó a EE UU traumatizado y desilusionado en 2004. Sus experiencias en el extranjero y las persistentes preguntas sobre el 11 de septiembre de 2001 lo convencieron de que los líderes del país mentían sobre lo que ocurrió ese día y las guerras que le siguieron. En la saga de documentales “Fue el pararrayos que atrapó al rayo”, recuerda Rowe. Tenía la esperanza de que el documental diera pie a una reconsideración seria de los ataques. Dice que no se arrepiente del documental y todavía cuestiona los eventos del 11S. Pero señala que está profundamente preocupado por lo que revelaron las teorías de la conspiración del 11-S sobre la naturaleza corrosiva de la desinformación en Internet.

El 11S desató las teorías conspirativas

Veinte años después, las teorías conspirativas se han extendido y ganado seguidores no solo respecto a estos ataques del 11S. También sobre la COVID-19, las vacunas, la nacionalidad de Barack Obama, las elecciones de EE UU en 2020 y el asalto al Congreso, entre otras.

Aunque mirando atrás, estas teorías alternativas a las oficiales, siempre han existido. Por la vía del rumor, de comentarios verbales, libros, panfletos y medios. Ahora, sus difusores pueden intercambiar teorías en foros de mensajes como Reddit, publicar videos en YouTube. Y ganar nuevos conversos en Facebook, Twitter o Instagram.

“Las teorías de conspiración siempre han estado con nosotros. Lo único que ha cambiado son los medios para compartirlas”, dice Karen Douglas, profesora de psicología en la Universidad de Kent, en Inglaterra. Estudia el por qué la gente cree en tales explicaciones. “Internet ha hecho que las teorías de conspiración sean más visibles y fáciles de compartir que nunca. Las personas también pueden encontrar rápidamente a otros con ideas similares, unirse a grupos y compartir sus opiniones”, dijo a AP.

La primera teoría de la conspiración conocida del 11S se presentó apenas unas horas después del ataque. Cuando un ingeniero de programas de cómputo estadounidense envió por correo electrónico una publicación a un foro de internet donde cuestionaba si las torres fueron derribadas por una detonación controlada.

Hoy, una búsqueda en YouTube de contenido relacionado con el 11S revela millones de resultados y miles de videos se centran en teorías de la conspiración. Mientras una búsqueda en Google sobre la “teoría de la conspiración del 11S” arroja más de ocho millones de resultados. Otra consulta, esta vez sobre la“teoría de la conspiración COVID” muestra más del triple de eso.

Desconfianza en la autoridad y sus peligros

Las empresas tecnológicas dicen que han hecho lo posible para limitar la difusión de información falsa sobre el 11S, que animan las teorías conspirativas. YouTube ha agregado enlaces a videos relacionados con esa fecha de fuentes acreditadas. Facebook dice que ha agregado verificaciones de hechos a varios engaños virales sobre los hechos, incluido uno de que el Pentágono fue alcanzado por un misil y no por un avión.

Para muchos estadounidenses jóvenes que alcanzaron la mayoría de edad después del 11 de septiembre, internet es el primer lugar al que acuden para encontrar información. Estos acontecimientos no se enseñan de manera sistemática en las escuelas: algunos distritos lo requieren, mientras que otros apenas lo mencionan o lo ignoran por completo.

Defensores de las teorías de la conspiración del 11/9 dicen que las preguntas sobre lo que sucedió prepararon el terreno para la desconfianza y la ansiedad detrás de las teorías de conspiración de hoy.

“El peligro es que, una vez que tienes esa desconfianza en la autoridad y el gobierno, se está en un lugar peligroso”, dice Matt Campbell, un ciudadano británico cuyo hermano murió en el World Trade Center el 11S. Campbell cree que las torres se derrumbaron tras una demolición controlada. Y busca una nueva investigación en el Reino Unido que revise la muerte de su hermano.

A gran escala, la desconfianza que subyace a tales creencias puede volverse peligrosa cuando comienzan a dividir a una sociedad. O cuando son explotadas por un líder político o un adversario externo. “Por lo general, es el caso que las personas que sienten que están excluidas del poder. Son quienes están comprometidas con las teorías de conspiración”, señaló Mark Fenster. Analítico de las teorías de conspiración en EE Uu y profesor de la facultad de derecho de la Universidad de Florida.