El empresario oriolano, tras el 0-1 ante el Elche y la posibilidad de caer eliminado, debe mostrar la solvencia de la que hace gala desde el 11 de abril. Tiene que llegar a un acuerdo con Hacienda, pagar los salarios de los jugadores antes del 30 de junio y aprobar las cuentas del club para evitar la liquidación

 

El Real Murcia está jugando un ‘playoff’ vital en busca del ascenso a Segunda al mismo tiempo que su presidente debe hacer frente a otro reto: cumplir todas las promesas que realizó cuando aterrizó en el equipo grana el 11 de abril. Entre ellas, dar la estabilidad a una entidad que «va a llevar una gestión profesional para que la respeten en España y en Europa», dijo Víctor Manuel Gálvez. Entonces el equipo grana iba enrachado y camino de la primera plaza. Pero ahora las perspectivas deportivas no son tan ilusionantes, aunque el empresario oriolano debe demostrar su solvencia de igual forma.

«Al Real Murcia vendrán los mejores jugadores del mundo. Sí, voy a pagar las nóminas hasta el final de la temporada para acabarla de forma estable. No voy de fantasma, ya diré dónde está el dinero. Cuando yo compro una cosa acredito en el banco dónde esta el dinero. Tengo un proyecto deportivo para el Real Murcia», dijo hace cuarenta días. Incluso Miguel Martínez, en nombre de consejeros como Deseado Flores y Raúl Moro, que apoyaron la llegada del oriolano en detrimento de García de la Vega, fue un poco más allá: «Comienza una nueva andadura con gente con capacidad, respaldo, con ganas e iniciativa. La prioridad es que entre dinero para que los jugadores, empleados y bases cobren», dijo.

Pero con el paso de los días Gálvez no ha mostrado del todo su poderío económico. Aunque los jugadores han cobrado varias nóminas desde su llegada, aún tienen pendientes dos, mientras que hay empleados de las oficinas que tienen cuatro mensualidades atrasadas (no todos) y cinco los del filial. Lejos de la llegada de inversores, como anunció, Gálvez firmó junto a los jugadores de la primera plantilla, empleados, jugadores del filial y el juvenil, un reconocimiento de deuda ante notario destinado a bloquear la taquilla ante el Elche para que estos puedan cobrar cantidades pendientes antes de que llegue otro embargo de acreedores. Para algunos, este hecho es un signo de debilidad del proyecto de Gálvez, que el pasado 9 de abril sacaba pecho en Onda Regional: «¿Que hay que darle cuatro millones a Hacienda? Y si hay que pagarle diez, hay músculo para pagarle diez, eh. No es problema», dijo.

El presidente grana planea ofrecer al fisco una suma del 10% de la deuda del club y un plan de pagos de 8 años

Pues el momento de la verdad ha llegado para Gálvez y su grupo, cuando el viento podría dejar de soplar a favor en lo deportivo. Esta semana, según anunció su mano derecha Toni Hernández hace unos días, hay fijada una reunión con Hacienda en la que el oriolano debe poner encima de la mesa sus intenciones. A priori, aseguró que estaba dispuesto a pagar un 10% de la deuda total (cerca de 13 millones) y aplazar el resto a 8 años, un acuerdo renovable cada 3. Antes de finales de junio debe poner al día a la plantilla para poder competir en Segunda o Segunda B la próxima campaña.

Gálvez está aún muy lejos de poner al día a algunos empleados y a los jugadores del filial

Así lo dice una de las últimas circulares de la FIFA, que acota más los plazos para que no se generen grandes deudas en los clubes para con la plantilla. «A las 12.00 horas del último día hábil del mes de junio de cada año, los clubes habrán de tener cumplidas íntegramente, o debidamente garantizadas a satisfacción del acreedor, sus obligaciones económicas contraídas y vencidas con futbolistas, con técnicos o con otros clubes, reconocidas o acreditadas, según los casos, por los órganos jurisdiccionales federativos o por las Comisiones Mixtas», indica el artículo 192 del Reglamento de la propia Federación Española. Esta ya ha notificado a los clubes las órdenes del máximo órgano del fútbol mundial que generará más tensión a la actualidad grana. La cuenta del Murcia, que podría incluir lo adeudado a jugadores que fueron despedidos en el mercado de invierno, podría ser cercana al millón de euros.

Otra Junta decisiva

El próximo mes de junio el oriolano también debe aprobar las cuentas del ejercicio 2016-17 que no aprobó en la junta del 11 de abril. Aunque el pasado 19 de mayo era la fecha para hacerlo, solicitó a los Accionistas Minoritarios que aplazaran la misma, petición a la que el Registro Mercantil contestó con una nueva fecha: el 21 de junio. Volverá a ser una fecha clave para el futuro del Murcia ya que, si Gálvez no las aprueba, el club tendrá que ir a la liquidación, aunque si el murcianismo se agarra a las palabras del oriolano desde que llegó al Murcia, «el dinero no será un problema» según se ha empeñado en decir.

 
 

 

 

FUENTE: LAVERDAD