ERC, como sucedió en 2015, vuelve a tener todas las encuestas a su favor para ser la formación dominante del soberanismo en el Parlament tras las elecciones del 21-D. Como entonces, sin embargo, también tiene ante sí la intensa presión para que renuncie a ese objetivo de un PDeCAT que aparece en caída en todos los sondeos. A diferencia de lo que pasó hace dos años, cuando el asedio duró meses, la campaña para que los republicanos cedan será breve. El límite legal para presentar coaliciones finaliza el próximo martes.

El partido de Carles Puigdemont activó el viernes de forma oficial su maquinaria para lograr que ERC se sume a «una gran lista de país». Una suerte de reedición de Junts pel Sí (JxSí), pero que quieren ampliar a «todas las sensiblidades» contrarias a lo que definen como la «eliminación de las instituciones catalanas» por parte del Gobierno.

En esa gran coalición se diluirían todas las siglas en pos de un objetivo común, en esta ocasión «la amnistía de los presos políticos, la oposición al artículo 155 y la defensa de las instituciones catalanas», además de una mención genérica a «un nuevo Estado», según explicó la coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal. En un intento de ampliar el abanico de siglas y sumar a formaciones externas al independentismo, Pascal no mencionó el apoyo al desarrollo de la República catalana declarada en el Parlament como condición ‘sine qua non’ para formar parte de la lista unitaria. Los ‘neoconvergentes’ aseguran que su objetivo es llegar a las urnas con una lista que aglutine a todos los partidos contrarios a la intervención de la Generalitat, entre ellos los Comuns de Ada Colau o la marca catalana de Podemos. Una «propuesta honesta» que, en todo caso, apunta de forma directa hacia ERC, a la que Pascal pidió actuar con «generosidad».

La líder del PDeCAT fue explícita en torno a la resistencia que puedan plantear los republicanos a repetir en una candidatura conjunta y que han expresado, de momento, sólo en privado. En la situación actual -con medio Govern encarcelado y la intervención de la autonomía- Pascal advirtió a ERC de que «la gente espera soluciones, no peleas ni reproches» o «disputas partidistas».

Los republicanos por el momento no han contestado al ofrecimiento. Su líder, Oriol Junqueras, sí publicó el jueves en el diario ‘Ara’ un artículo escrito antes de su encarcelamiento en el que se inclina por la presentación de listas separadas como la mejor opción para el independentismo. ERC celebra este sábado un Consejo Nacional en el que se espera conocer parte de su estrategia para el 21-D y, entre otros aspectos, si sucumben a la nueva campaña de presión.

El ofrecimiento de Pascal tampoco tiene visos de prosperar entre los Comunes. Joan Josep Nuet, miembro de la Mesa imputado por el Tribunal Supremo, dijo que el PDeCAT «no puede pedir una lista de país para que después tomen las decisiones los de siempre y algunos que no son electos», informa Efe. «No puede pedir una lista de país y pensar que no cuentan las opiniones de entidades como CCOO, UGT o la pequeña y mediana empresa, porque entonces la lista de país es solo una tabla de salvación electoral», zanjó.

 

 

 

 

FUENTE: ELMUNDO