Los dos grandes bancos catalanes, CaixaBank y Sabadell, han salvado uno de los mayores ‘match-ball’ de su Historia: el peligro de una fuga masiva de depósitos por culpa de la crisis catalana que pusiera en peligro sus niveles de liquidez (que es lo que se llevó por delante al Banco Popular). Y lo han conseguido con el golpe de efecto de su cambio de sede social fuera de Cataluña, pero también con la creación de multitud de cuentas espejo para tranquilizar a sus clientes de esa comunidad.

Estos productos no son más que una cuenta duplicada en otra oficina que replica los movimientos de la original, domiciliada en Cataluña. Esta nueva cuenta se abre en una provincia limítrofe si el titular vive en una zona fronteriza, en Madrid o en una oficina virtual residenciada en la nueva sede de estas entidades. La cuenta replica automáticamente los movimientos de la original sin que el cliente tenga que hacer o pagar nada, ni desplazarse físicamente.

Este servicio -ofrecido por todas las entidades que operan en Cataluña, no solo por las de origen catalán- pretende dar al titular la tranquilidad de que, incluso en una hipotética independencia real de Cataluña, su dinero seguirá en la zona euro y protegido por el Fondo de Garantía de Depósitos español, por lo que no se vería afectado por hipotéticos corralitos o devaluaciones, que serían la consecuencia casi inevitable de una eventual salida de Cataluña de la UE y del euro.

 

Edificio de la nueva sede del Banco Sabadell en Alicante. (EFE)
Edificio de la nueva sede del Banco Sabadell en Alicante. (EFE)

 

Como ha venido informando El Confidencial, miles de clientes de las entidades catalanas han acudido a las sucursales asustados por las consecuencias para su dinero de una declaración de independencia. Cuando llegaban a la sucursal,el director de la misma primero les intentaba tranquilizar con el argumento de las remotas posibilidades de una independencia de verdad (no unilateral) y de que, en caso de llegara a ocurrir, cambiarían su sede fuera de Cataluña. Como es sabido, finalmente han optado por no esperar ni siquiera a la declaración unilateral: Banco Sabadell se ha domiciliado en la antigua sede de la CAM en Alicante y CaixaBank ha hecho lo propio en Valencia.

Abortado el riesgo de fuga de depósitos

Si no le convencía con esas palabras, el empleado bancario ofrecía al cliente la cuenta espejo, que normalmente era lo que aceptaba porque significaba llevarse su dinero de facto fuera de Cataluña. Fuentes cercanas a las entidades aseguran que el grueso del movimiento en las últimas dos semanas ha correspondido a estos productos y que han sido el gran ‘backstop’ para evitar un serio problema de fuga de depósitos. Una huída que se ha producido por parte de aquellos clientes que a los que no convencía ni la primera ni la segunda táctica del director de la sucursal.

Según las fuentes consultadas, sí se produjo una salida de fondos relevanteen días puntuales, alimentada además por los clientes del resto de España que sacaron sus ahorros por rechazo a Cataluña. Aunque todavía no hay cifras oficiales, esto fue lo que asustó a las cúpulas de ambos bancos y desencadenó los cambios de sede. A partir de entonces, las cosas se tranquilizaron y esta semana los movimientos han vuelto casi a la normalidad, con lo que cualquier riesgo de crisis de liquidez ha sido conjurado.

La importancia de estas salidas se confirma con los testimonios de las oficinas de los bancos no catalanes, que han recibido un maná que les ha llovido del cielo y les ha permitido superar los objetivos de todo el año, con el consiguiente bonus para sus empleados. Ahí precisamente aparece un caballo de batalla para las entidades catalanas: los representantes de sus trabajadores piden que ni esta fuga de depósitos ni el trasvase hacia las cuentas espejo computen a efectos del cálculo de su retribución variable, puesto que se deben a circunstancias ajenas a su desempeño profesional.

 
 

FUENTE: ELCONFIDENCIAL