La maquinaria de injerencia rusa ha redoblado sus esfuerzos en redes sociales para ahondar las divisiones en las horas finales del pulso independentista. Los perfiles afines al Kremlin en Twitter incrementaron ayer un 2.000% sus menciones a la crisis catalana, según herramientas de análisis de la conversación social en Internet. El intento de referéndum de independencia ha logrado un tratamiento estelar no sólo en las cadenas que financia directamente el Gobierno ruso, sino también en medios dados a todo tipo de teorías de la conspiración que hace un año auparon a Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.

Uno de los mayores resortes en la maquinaria pro Trump es InfoWars, un imperio liderado por Alex Jones, instigador de teorías de la conspiración. El miércoles el presentador David Knight afirmó falsamente que en España se ha detenido a 700 alcaldes y que el Gobierno prepara una invasión de Cataluña por mar. Luego criticó que Trump no apoye la secesión porque “EE UU se fundó en el derecho a la autodeterminación”.

El jueves, Knight volvió a la carga, en esta ocasión para hacerse eco de las informaciones de EL PAÍS sobre la injerencia rusa en Cataluña: “Si los rusos controlan las redes sociales, si controlan Facebook, tal y como cuentan los demócratas, Hillary Clinton y ahora el Gobierno español, ¿por qué querrían, como quieren, cerrar Facebook?”. El sitio de InfoWars, donde se emiten estos vídeos y podcasts, tiene más de 6,5 millones de usuarios únicos al mes, según la propia compañía.

Ayer The Drudge Report, una web sensacionalista igualmente fiel a los predicamentos de Trump abría su edición vespertina con la foto de una Diada plagada de banderas independentistas, y el titular genérico “Batalla por Cataluña”. El 20 de septiembre el think tank especializado en medios de comunicación Media Matters se refería en un informe a Matt Drudge, director de ese portal, como “un canalizador de propaganda rusa” en EE UU. Según InterMarkets, The Drudge Report tiene 19 millones de usuarios únicos al mes.

La idea de una España en desintegración entra dentro de la retórica contraria a la Unión Europea que han exhibido tanto Trump como los grupos nacionalistas que le apoyan. Una de esas cuentas anónimas, @WillyClicks, con 23.000 seguidores, decía el jueves: “Franco ha muerto. España es un Estado fallido. Dejad de atrasar su disolución. Apoyemos a Cataluña”.

El incremento del 2.000% de actividad relacionada con Cataluña detectado por la herramienta Hamilton 68 en Rusia tiene que ver no sólo con cuentas anónimas sino también con el repentino interés por esta crisis que demuestran perfiles célebres en EE UU como el de Jack Posobiec, un agitador de extrema derecha al que ha llegado a retuitear el propio Trump y que ha compartido estos días enlaces sobre las medidas de la justicia para impedir la votación en Cataluña.

Los grandes provocadores en la América de Trump se unen así a los medios subvencionados directamente por el Gobierno ruso, como Sputnik o RT. Este último ha intensificado notablemente su producción de informaciones y sus mensajes en redes sobre la crisis catalana, tanto en inglés como en español, con titulares como “Ecos de Franco en la represión política de Cataluña por parte de España”. Sólo el viernes, RT en Español publicó 11 informaciones sobre el asunto. En el pasado ese canal se ha visto inmerso en otras polémicas, sobre todo por su papel en el ascenso de Trump en EE UU.

Según un informe de la inteligencia norteamericana de enero, RT es la principal vía de propaganda internacional del Kremlin, que “elige directamente a su personal y supervisa la cobertura de la cadena, contratando a empleados que pueden canalizar los mensajes estratégicos de Rusia por sus ideologías políticas”. La directora de RT es Margarita Simonián, que según ese informe departe habitualmente con Putin. El miércoles, Simonián compartió en Twitter (@M_Simonyan, 540.000 seguidores) un vídeo en ruso criticando las informaciones de EL PAÍS, con un irónico mensaje de ella: “En Cataluña también hemos hackeado y manipulado, etcétera”.

RT mantiene una estrecha colaboración con Julian Assange, algo que ha quedado patente en el caso catalán. Según el mismo informe, el editor jefe de RT se encontró con el fundador de Wikileaks en la embajada de Ecuador en Londres en 2013. “Los medios rusos anunciaron posteriormente que RT se había convertido en la única compañía de medios de comunicación rusa en asociarse con Wikileaks”.

En consonancia, Assange ha intensificado sus esfuerzos por hacer de la crisis catalana una tendencia mundial en las redes sociales, siempre desde su particular punto de vista. Ayer acusó a España y al presidente Mariano Rajoy de haber desencadenado la primera guerra mundial a través de Internet “congelando enlaces, ocupando compañías tecnológicas, censurando cientos de sitios”. Su mensaje fue compartido casi 9.000 veces. Ante las acciones de la Guardia Civil, que impidió el recuento electrónico de votos, el propio Assange recomendó también a través de Twitter enviar los resultados a través de un canal de Telegram, una aplicación desarrollada por una empresa con sede en Rusia.

Ecuador, que acoge a Assange en su embajada en Londres, cree que este viola los términos del asilo político al tomar partido en una crisis como la española. El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, reveló el miércoles en CNN que ha pedido a Assange, “de una manera cordial, que deje de opinar de la política de Ecuador o de países amigos, porque su condición no lo permite”. Assange respondió el jueves en Twitter: “Si el presidente Moreno quiere silenciar mis informes sobre el abuso contra los derechos humanos en España debe decirlo expresamente, dando las bases jurídicas”.

El entramado de influencia ruso no sólo ha prestado apoyo propagandístico a la causa independentista. Según reveló el martes EL PAÍS, citando fuentes de la Guardia Civil, varios hackers rusos han ayudado a mantener activos los dominios donde se puede consultar el censo que ha elaborado la Generalitat. Esa ayuda logística puede ser más necesaria que nunca, dado que ayer la Guardia Civil anuló en el Centro de Telecomunicaciones de la Generalitat los procedimientos de recuento electrónico del voto.

 
 
 

FUENTE: ELPAIS