Es lo primero que te viene a la cabeza cuando ves la encuesta del Cemop regional de los demoscópicos Crespo&Escribano (socialista histórico éste último para mayor inri). Vaya hostión que se da el PSOE de Conesa&Vélez. Cuatro puntos de caída son muchos puntos. Y tres cuartos de lo mismo te viene a la mollera cuando compruebas en la muestra que a las naranjas de Ana Martínez Vidal se les han caído, encuestas mediante, la mitad de los gajos. Ahora que si les vale lo de la media naranja, que diría el otro. Sigues leyendo y lo que ves es a López Miras más feliz que una perdiz ganando puntos porcentuales, los mismos que pierden los socialistas, subiendo sus escaños hasta veinte y obteniendo los refrendos más que necesarios para perfilarse como el líder incontestado del PP. Ya hace tiempo que el enano infiltrado, ese pequeño cabroncete que en todas partes se mete, viene advirtiendo que se nos está haciendo mayorcico y que, con sus baches y descuidos que también los tiene, va camino de la madurez política. Ojo al dato, que diría, ¿recuerdas?, García, mi butanito favorito.
MIRAS: ANTICIPACION Y COORDINACION CENTRAL
Las opiniones, ya lo sabes, pueden convencer. Pero los hechos arrastran. Y aquí los hechos señalan que tres encuestas de reconocido valor (GAD3, CEMPOP y hasta el mismísimo CIS de Tezanos) coinciden en lo esencial. El desgaste del Gobierno Central a causa de la gestión de la COVID-19 es notorio y evidente. Y los porcentajes de rechazo son altos. Si en la primera fase al ejecutivo de Sánchez, Iglesias, Illa y el sobrevalorado Redondo, se les reprochó el retraso en tomar las primeras decisiones, en el rebrote el mayoritario reproche de los encuestados (ojito que son tres muestras, te recuerdo) al Gobierno Central es su ausencia en la coordinación de las medidas.
Dicho lo cual, ahora me respondes a la siguiente cuestión: ¿qué líder regional ha venido tocando esos palos insistentemente durante una pandemia que es, con mucho, la primera preocupación de los españoles/ murcianos?. López Miras cogió la bandera de la anticipación en la gestión de la pandemia, primera fase. Punto conseguido. ¿Y en la segunda fase?. López Miras se ha repetido más que el ajo con la frasecita: “No pueden existir diecisiete soluciones al problema. Necesitamos un gobierno que nos coordine a las comunidades autónomas”. Y no solo lo ha repetido aquí, se ha paseado con la insistencia de un tertuliano por todos los platós televisivos de interés de este país desde los desayunos en La Primera hasta tomarse un coffy con Susana Griso o sentarse a la vera de Ana Rosa Quintana. Informativos, telediarios, entrevistas en profundidad en El Mundo, El Español o ABC. Solo le ha faltado un tete a tete con Shreck Ferreras. Pero todo se andará…
Para hacértelo fácil. Miras ha tocado las mismas teclas que los sondeos señalan: anticipación y falta de coordinación central. Para algunos será casualidad. Para otros, olfato y estrategia. No faltará quien piense que es el resultado de su confrontación permanente. Pero ha tocado las teclas que tenía que tocar. Y esas cosas, te lo juro por Snoopy, no se improvisan. Por eso, además, es el único que aprueba en la consulta. Y así están los resultados, aderezados por los últimos vaivenes de un gobierno que, curiosamente tras publicarse el CIS, ha corregido de la noche a la mañana el IVA de las mascarillas o los controles por pecerre en los aeropuertos. ¿Dónde habíamos escuchado antes eso?.
CONESA Y LA DESMOVILIZACION
Me cuenta el enano infiltrado que en la sede socialista de la calle Princesa Conesa y los Jordis le echan la culpa a la desmovilización. “Nuestros votantes no están movilizados” le contaba un veterano dirigente socialista al enano hace unos días. Y puede que así sea. Yo mismo lo pensé así de primeras. Pero las cuentas del CEMOP a mí no me salen si no hay transferencia PSOE-PP. Y eso es para echarle un rato y reflexionar porque hace tiempo, mucho tiempo, que no ocurría. Mira que si al final resultara que el PP está ocupando el centro y estamos dando los primeros pasos para recuperar el bipartidismo porque VOX es un partido de marca que mejora resultados para acabar fijando su clientela, pero no más porque ni tiene estructura ni solidez interna en la Región. Ciudadanos continúa en plena sangría y Podemos ya no convence con su discurso de la casta ni a los más descastados. Conesa tiene por delante una ardua labor. Tendrá que trabajar su grado de desconocimiento entre la población, la motivación de su clientela y la total integración del partido. Complicado, pero nunca nadie dijo que fuera fácil. Y más cuando los mayores reveses le vienen por delegación.
ANA Y LOS SIETE
La nueva, que no neófita, lideresa de Ciudadanos, Ana Martínez Vidal no lo tiene más fácil. Ana y los siete pecados capitales que tienen revuelto el patio naranjito. La estrategia seguidista de Arrimadas no parece, al menos de principio, corregir la sangría naranja según los tres estudios demoscópicos citados. Y señalan una perdida de la mitad del apoyo electoral, lo que reduciría su presencia en la Asamblea Regional en tres diputados, lo mínimo para formar grupo y lo suficiente, todavía, para pactar con el PP y salvar los muebles. Lo último que necesita Ciudadanos son polémicas artificiales. No hay división en el gobierno en el gobierno en el asunto de la subida del 0,9 por ciento a los funcionarios por la sencilla y definitiva razón de que no puede haberla. Es legislación básica del Estado y las comunidades autónomas deben subir, sí o sí y sin distingos, a todos los funcionarios lo que se establezca en los PGE, el 0,9 en este caso. Lo que ha ocurrido es una simple confusión. De la ministra de Hacienda en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera o de quienes trasladaron (algún avieso observador apunta al mismísimo Celdrán ) a la consejera de Empresa las supuestas palabras de la ministra. Montero sabe y así lo ha aclarado en un comunicado que las comunidades autónomas no tienen libertad alguna para desaplicar el incremento y menos aún de sectorializarlo. Lo que sí pueden hacer las autonomías es congelar el sueldo de altos cargos y asesores como aquí ha propuesto Quino Segado (el enano no acaba de entender porqué una medida como esa no la ha anunciado López Miras como hizo Juanma Moreno en Andalucía o las tres alcaldesas “on fire” de la Región, Patricia Fernández, Mari Carmen Moreno y Ana Belén Castejón). Los sueldos políticos congelados y el de los funcionarios, el perceptivo 0,9. Tema cerrado y fin de la cita.
Martínez Vidal tiene por delante otras tareas más importantes que polémicas artificiales o estériles. Si lo que pretendía era propiciar el mensaje de que no están los tiempos para subidas de sueldo, no estaba mal; pero al final no se ha llevado el Gallifante por falta de fondo y de formas. Las polémicas artificiales aportan bisoñez y no solidez; y más en un gobierno que es de colaboración, no de competición. Vidal tiene que resetear el partido y dotarlo de nuevos mandos y estructura. Está haciendo equipo propio y procurando no abrir nuevas heridas, que no está el patio para escisiones. Y sin perder de vista a una Isabel Franco resiliente, que mantiene y está dispuesta a mantener, su status de vicepresidenta hasta el final de legislatura haciendo valer, en cualquier circunstancia, el alto coste de su escaño y el de su compañero, y sin embargo amigo, Paco Álvarez. Parece mentalizada a que esta aventura política dure una legislatura. La vicepresidenta, le cuentan al enano fuentes cercanas a su entorno, está plenamente satisfecha del trato que recibe de Miras, declarándose informada de todo lo que acontece en el seno de la comisión de seguimiento de la Covid 19 y “a disposición de la dirección de mi partido” dicen que suele decir.