El acercamiento de Ciudadanos al PSOE desde que Inés Arrimadas asumió el liderazgo del partido no se circunscribe únicamente al Congreso. La formación naranja ha tendido la mano a gobiernos socialistas en comunidades autónomas y ayuntamientos. Fuentes de la dirección del partido enmarcan este giro en la situación inédita que ha provocado la pandemia del coronavirus. Y la vocación de Arrimadas de recuperar el centro desde sus ejecutivos de coalición con el PP y los pactos con el socialismo allá donde son oposición.
Arrimadas ha apoyado esta semana la prórroga por seis meses del estado de alarma. Y ha anunciado una negociación para sumarse a los Presupuestos Generales del Estado. El pacto presupuestario consolida su alianza con el Gobierno de Pedro Sánchez. Ciudadanos, con diez escaños en el Congreso, vende este respaldo como un freno al «extremismo» de Podemos, socio de coalición de Sánchez.
“La situación con el PSOE estaba en otro punto hace un año, pero eso ahora ha cambiado”, dicen fuentes de la dirección de Ciudadanos. “Ven que Ciudadanos va en serio, ven que no es un discurso de un día. Nosotros nunca hemos sido un partido de derechas, pero en Podemos se han creído ese discurso de la derecha y la ultraderecha”.
PSOE y Cs en Valencia y Aragón
Los acuerdos de Inés Arrimadas y Pedro Sánchez en el Congreso son solo la punta del iceberg. El patrón se está reproduciendo a nivel autonómico y municipal. El partido naranja está siendo especialmente proactivo en dos comunidades en las que el PSOE encabeza gobiernos de coalición con la formación morada y otros partidos de corte nacionalista o regionalista: Valencia y Aragón.
“Los gobiernos donde está el PSOE con Podemos y nacionalistas aspiramos a intentar influir para que sean lo menos parecidos a Podemos”, dicen. “Tenemos grandes diferencias, pero a la hora de la verdad, Ciudadanos está ahí y no se corta. Es nuestro ADN. Ciudadanos siempre ha sido esto”.
Un acuerdo en los Presupuestos nacionales entre el PSOE y Ciudadanos puede allanar el camino a pactos presupuestarios en comunidades y ayuntamientos donde la formación ‘naranja’ es oposición. La luna de miel es especialmente significativa en Aragón. El presidente Javier Lambán reconoció esta semana el trabajo del líder autonómico de Ciudadanos Daniel Pérez en el debate sobre el estado de la región. “Hay razones para el optimismo y una de ellas es que existan políticos como usted, que plantea la búsqueda de acuerdos aún a riesgo de futuros rendimientos electorales”, dijo el líder socialista.
Lambán encabeza un gobierno de cuatro partidos, en el que además del PSOE están representados el PAR (Partido Aragonés), Chunta Aragonesista (CHA) y Podemos. Ciudadanos y PSOE sumaban la mayoría para gobernar Aragón en solitario, pero la anterior dirección de Albert Rivera lo rechazó. Seguramente Arrimadas no hubiera hecho lo mismo. Pérez se ha ofrecido a Lambán para pactar los Presupuestos. Y en el actual Ciudadanos nadie descarta entrar a un gobierno con el PSOE en Aragón si Lambán opta por cambiar de socios. El escenario es altamente improbable pero no imposible.
“Todo lo que podamos alejar al populismo y el nacionalismo del Gobierno…”, dejan caer en Ciudadanos sin cerrar la puerta a esa posibilidad.
Negociación de Presupuestos
Los acuerdos entre Ciudadanos y el PSOE han llegado también a la Comunidad Valenciana, a pesar de la presencia de Compromís en el Ejecutivo de Ximo Puig. El partido naranja reconoce que existe “un buen punto de partida” para comenzar a trabajar en los presupuestos autonómicos. Toni Cantó ha conseguido también el respaldo de las Cortes valencianas a un bono descuento del 50% para las vacaciones de los profesionales sanitarios.
Ciudadanos también ha entrado en la negociación presupuestaria enCantabria, que gobiernaMiguel Ángel Revilla en coalición con el PSOE. Y también quiere hacerlo en La Rioja, gobernada por la socialista Concha Andreu, con quien ya estudia un pacto un pacto para adecuar los horarios de centros médicos y consultorios.
PSOE y Ciudadanos suscribieron un pacto municipal en Castilla-La Mancha. Fue el único gran acuerdo de Rivera con el socialismo tras las elecciones del 2019. El acuerdo funciona en capitales como Albacete y Ciudad Real y otros municipios de la región. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, ha sido junto a Lambán el más firme defensor de la suma de Arrimadas con Sánchez en la política nacional para orillar al separatismo catalán.
El partido de Arrimadas está tratando de influir en otras ciudades de España donde tiene representación pero no mando. El pacto más significativo se está produciendo en Sevilla, donde su portavoz Álvaro Pimentel está en conversaciones para un pacto oficioso de estabilidad con el alcalde Juan Espadas.
No romper con el PP
Ciudadanos defiende que estos pactos con el PSOE son compatibles con sus gobiernos autonómicos con el PP en Madrid, Murcia, Castilla y León y Andalucía. “Donde gobernamos pedimos a la oposición que nos ayude, así que cuando somos oposición lo menos que podemos hacer es ser consecuentes y echar una mano pensando en los ciudadanos”, dicen desde la cúpula naranja.
Ciudadanos sostiene que cumplirá los acuerdos que tiene suscritos con el PP en grandes ciudades como Madrid y Zaragoza. Y por supuesto en las autonomías, a pesar de roces tan evidentes como el que persistentemente enfrenta a la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y su vicepresidente, Ignacio Aguado.
“No vamos a romper nada con el PP”, aseguran. “Tenemos unos acuerdos firmados y pensamos cumplirlos”.
FUENTE: VOZPOPULI