«Influencers» y juventud
En estos primeros días de la fase 1 de desconfinamiento estoy viendo por la calle actitudes, en su mayoría de la gente joven, que no tienen en cuenta las mínimas normas de seguridad para la prevención del covid-19, y no creo que sea por dejadez, sino por desconocimiento. Recuerdo mi etapa en esa época de la vida y no solía ver los telediarios, y mucho menos leer los periódicos. Por ello me atrevería a pedir a los influencers, precisamente por su influencia en los jóvenes, y sobre todo a los padres, que estén recordando continuamente a los chicos estas medidas, o de lo contrario me temo que pronto tendremos que volver a quedarnos en casa.Javier Rey Rodríguez. A Coruña.
Sospechosa prisa
La prisa del Gobierno por colar de rondón la nueva ley de educación, en un momento en el que la pandemia de covid-19 está asolando nuestro país, es un signo claro de déficit democrático. La plataforma Concertados ha denunciado el rechazo de un aplazamiento del trámite de presentación de enmiendas, una actitud que deja clara la intención del Gobierno de pasar el rodillo en un momento en el que lo urgente es priorizar la vida y la salud de nuestra sociedad.
Estos días hablamos mucho de consenso, y estando en juego el futuro de la educación es decisivo encontrar esos acuerdos que tanto se han echado de menos. Pero parece que el tan ansiado pacto escolar va a quedar otra vez frustrado. Jesús Martínez Madrid.Gerona.
Reparto de mascarillas
Las farmacias han empezado a repartir mascarillas gratis para jubilados que cumplan ciertas condiciones y personas vulnerables, pero que sean del Sergas. Por ejemplo, a mi madre, persona de 84 años, vulnerable y con una pensión baja, no le dan mascarillas (es viuda de un militar y está integrada en el ISFAS). A lo mejor después de vivir 84 años en Galicia, sin que yo lo sepa, paga los impuestos en Suiza y tiene que ir allí a buscarlas. Luis Rodríguez Ares.
Este país no tiene arreglo
Primer día de terrazas abiertas y un auténtico desmadre, todo a tope, sin distancias, sin mascarilla y cierre a la hora de siempre. O sea, yo tengo que confinarme en casa, si voy a pasear, a las 23 horas, pero si estoy en la terracita puedo estar hasta las 2 o las 3, o como vengo de tomarme unas cañitas puedo ir por la calle a las 2 o 3 de la mañana. ¿Dónde están las autoridades para multar?, porque hay para sancionar miles de situaciones en el primer día de apertura de la hostelería. Este país no tiene arreglo, no se puede trabajar en muchos sectores pero se puede ir de terraceo toda la tarde y noche. Francisco López. Lugo.
LA VOZ DE GALICIA