Baron Noir es la serie de televisión que estos días siguen destacados exponentes de la política española, entre ellos, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón .Las peripecias del político francés Philippe Rickwaert en tiempos de internet. Media hora de Baron Noir antes de acostarse para soñar con el campo de batalla del día siguiente.
Al presidente francés Emmanuel Macron también le entusiasmó esta serie de intriga política, muy contemporánea, ambientada en la ciudad de Dunkerque. Luchas en el interior del Partido Socialista. Manuales de resistencia. Ximo Puig , el barón pacífico del PSOE, debería ver Baron Noir.
Puig ha estallado contra el Gobierno por la decisión de última hora de mantener la Comunitat Valenciana en la fase cero de la desescalada. Habían recibido señales en dirección contraria –“lo habéis hecho muy bien”–, esas señales crearon expectativas en el empresariado, y esas expectativas se vieron frustradas el viernes, cuando la Generalitat Valenciana recibió las primeras señales de que el comité evaluador del Ministerio de Sanidad detectaba datos problemáticos: insuficiencia de la capacidad de diagnóstico.
“La Comunidad Valenciana tiene un número nada desdeñable de casos sospechosos sin diagnóstico”, dijo ayer el portavoz Fernando Simón . Deberán hacer más tests para pasar a la fase 1. No les habían advertido desde Madrid sobre la puntuación de este criterio, replican desde la Generalitat valenciana, que ha decidido colgar en internet su informe.
La protesta de la Generalitat Valenciana es algo más que un incidente técnico
En Valencia se ha trabajado bien. Abnegado despliegue del servicio público de salud y notable agilidad en la compra de material médico en el extranjero, gracias a los buenos contactos de la Generalitat con importantes empresas chinas que operan en el puerto de València. España no se ha adherido oficialmente a la nueva ruta de la seda china, pero València forma parte de esa ruta. El Corredor Mediterráneo, ¿les suena?
Esa buena dinámica ha contribuido a generar un clima de consenso político prácticamente desconocido en el resto de España. Ximo Puig ha sido el líder autonómico más federalista en las conferencias dominicales de presidentes, en las que Sánchez ha tenido que lidiar con la singular pinza de la presidenta madrileña y el presidente catalán. Puig ha llegado a interceder discretamente para que mejorase la interlocución del Gobierno con el lehendakari vasco Iñigo Urkullu , en previsión de problemas mayores, que estuvieron a punto de materializarse el pasado miércoles.
El presidente valenciano ha sido uno de los líderes autonómicos más leales y ahora tiene la sensación que hay algo más que el respetable e inapelable criterio del comité de expertos del ministerio de Sanidad. Al País Vasco le han concedido la fase uno con controles reforzados, que permite empezar a pensar en unas elecciones autonómicas en julio, objetivo central del PNV en estos momentos. Catalunya opera sin provincias –vade retro!– y el PP no puede afirmar que las autonomías más severamente tratadas son todas suyas. Urkullu y Joaquim Torraestuvieron muy suaves ayer en la conferencia de presidentes más sosegada desde que empezó el estado de alarma.
El barón tranquilo ha trabajado bien, pero deberá ver Baron Noir .
ENRIC JULIANA