Vox rechaza subir los impuestos a los ricos y advierte de que el Estado tendrá que recortar por el lado “más doloroso”
El partido ultra insiste en las mismas recetas de siempre: neoliberalismo, desigualdad y recortes en el Estado de Bienestar para proteger a las élites y a las clases más altas
El portavoz del grupo parlamentario Vox, Iván Espinosa de los Monteros, ve con temor los planes del Gobierno para sacar a España del atolladero en que se ha metido por la crisis del coronavirus. El diputado ultra cree que por “este camino” de las políticas de izquierdas se acabará por subir los impuestos, “primero a ricos y grandes fortunas, aunque llegarán a todas las clases medias”, además de congelar la pensiones y reducir sueldos en el sector público.
Espinosa ha calificado de “muy preocupantes” las previsiones económicas del Ejecutivo de coalición y ha añadido que “lo que agrava aún más la situación” es que la ideología de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias “va a impedir que se tomen las medidas adecuadas” para afrontar la crisis.
La declaración del portavoz de la formación verde se produce horas después de que el ministro de Consumo, Alberto Garzón, haya propuesto crear nuevas figuras tributarias, como un impuesto de solidaridad temporal a las grandes rentas y patrimonios, así como romper el marco legal que apuntala las políticas de austeridad.
La ambiciosa reforma fiscal que propone Izquierda Unida contempla amplias reestructuraciones en el modelo de tributación cuyo objetivo final es elaborar y defender −también dentro del Gobierno de coalición−, una propuesta alternativa que vaya más allá de un Plan Marshall pergeñado por las élites que, según la formación de Garzón, “únicamente pretenden poner un paréntesis temporal al neoliberalismo”.
El ministro defiende la necesidad de renovar las reglas del mercado y democratizar el metabolismo económico ultracapitalista para que la economía no se base en la acumulación de plusvalía monetaria y garantice la equidad social. También apuesta por la potenciación de lo común y los servicios públicos, la elaboración de un plan de reindustrialización, el diseño de un nuevo modelo energético que palíe los graves efectos del cambio climático y un nuevo marco de relaciones laborales que frene los abusos de la patronal.
El modelo de defensa de lo público que ha lanzado Garzón ha provocado la urticaria inmediata de Vox, un partido siempre en guardia para proteger los derechos de las élites empresariales y financieras y los privilegios de las clases más altas. El manual que propone el partido de Santiago Abascal para salir de la crisis del covid-19es diametralmente opuesto, ya que apuesta por la continuidad de un sistema neoliberal desbocado a todas luces fracasado tras siglos de injusticia social.
El virus ha venido para darle un ultimátum a la civilización humana: o cambiamos el actual modelo productivo, avanzando hacia una economía verde sostenible que palíe los efectos del cambio climático y logrando un reparto equitativo de la riqueza entre las clases sociales y las naciones (superando el modelo colonial de sobreexplotación capitalista) o el futuro que le espera a la humanidad no es otro que más pandemias y un planeta todavía más degradado y devastado.
Sin embargo, Espinosa de los Monteros tiene otra lectura de la situación que antepone, como siempre hacen las derechas, el capital al bienestar de los seres humanos. El portavoz de Vox ha criticado que el Gobierno siga “con sus laberintos burocráticos” y con medidas “cuyo alcance no llegan a los españoles”, dejándolos “en una situación muy precaria”. El líder de Vox ha resaltado que España debe empezar a tomar medidas “para afrontar el endeudamiento”, reduciendo “todos los gastos superfluos o innecesarios” para no acabar “reduciendo por lados mucho más dolorosos”. Es el mensaje premonitorio que lanza Espinosa y que nos advierte de lo que nos espera: el garrotazo del poder representado por la banca y el Íbex35, recortes mucho más brutales que los de la crisis de 2008, un austericidio en toda regla como el que puso contra las cuerdas el Estado de Bienestar y nuestro sistema público sanitario hoy herido de muerte.
“Es momento para dedicar todos los recursos del Estado a la liquidez y el empleo”, asevera Espinosa. Además, se ha referido a la necesidad de “garantizar liquidez para las pymes que no están teniendo recursos” ante el cierre por el estado de alarma, así como “salvaguardar el empleo”, proponiendo que el Gobierno “asuma las nóminas de todos los españoles” que no estén pudiendo trabajar. Demagogia populista que tras el pretexto de velar por el bien común de los españoles se esconde lo de siempre: la custodia de los intereses del gran capital y de los privilegios del señorito.