El Gobierno frena. Frena el optimismo sobre la prontitud de la desescalada del confinamiento. Esos planes están ahí, se están preparando, sí, pero el Ejecutivo no quiere dar aún detalles. Porque no es el momento. Porque, como no se cansó de repetir el ministro Salvador Illa, este miércoles en la Comisión de Sanidad en el Congreso, España está aún en la «fase dura de combate contra el virus«. Aún, pues, no ha pasado lo peor.

La advertencia rotunda de Illa contrastaba con las palabras de la titular de Hacienda, María Jesús Montero, apenas unas horas antes en Antena 3. Aunque la ministra evitó igualmente adelantar escenarios sobre lo que ocurra a partir del 26 de abril —cuando finalice la prórroga de la alarma que mañana jueves autorizará el Congreso—, pero sí señaló que desde esa fecha los ciudadanos, de forma ordenada y progresiva, «podrán ir recuperando su vida normal, recuperando la ocupación de las calles, de las plazas, de manera muy controlada, para que no haya ningún tipo de pico no esperado de vuelta a los contagios».

Pero el ministro de Sanidad ni mucho menos quiso llegar tan lejos en su comparecencia semanal en la Cámara Baja, y eso que fue interpelado por esa transición, de manera repetida, por los grupos. «No estamos en condiciones de definir los escenarios de desescalada», reiteró.

Los datos confirman el «aplanamiento» de la curva. «Hemos alcanzado el primer objetivo de llegar al pico y estamos en la fase de ralentización», dice Illa

Durante su intervención inicial, Illa aseguró que las cifras son positivas, aunque no se pueda bajar la guardia. A partir del 25 de marzo, la pendiente se redujo, y desde el pasado 2 de abril, «comenzó a descender claramente». Y aunque «no hay datos buenos cuando hay personas fallecidas», los datos, dijo, sí confirman «la estabilización de la curva» de contagios», su «aplanamiento«.

«Hemos alcanzado el primer objetivo de llegar al pico de la curva y ya estamos en la fase de ralentización«, subrayó. No obstante, sostuvo, «quedan semanas difíciles» para el sistema sanitario», ya que los infectados por coronavirus que son hospitalizados permanecen ingresados varias semanas.

El Confidencial