Al inquilino de la Moncloa ahora le entran las prisas que los españoles no pudieron ver en la legislatura fallida que comenzó tras los comicios del 28 de abril
En Moncloa saben que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se juega mucho, por la arriesgada apuesta que ha supuesto obligar a los españoles a acudir de nuevo a las urnas el próximo 10 de noviembre en lugar de alcanzar un acuerdo -a izquierda o a derecha- partiendo de la geometría parlamentaria que dibujaron las elecciones del pasado 28 de abril.
El CIS de Tezanos azuzaba entonces, remando a favor de sus jefes -los verdaderos- del PSOE, mostrando un importante incremento de la representación de los del puño y la rosa. Por eso a Sánchez y a su equipo no se le vio con muchas ganas, tras la primera investidura fallida del mes de julio, de intentarlo por segunda vez en septiembre. Prefirieron que el calendario avanzara, poniendo excusas por el camino, hasta llegar al 23 de septiembre, fecha en la que el Rey firmó el decreto de disolución de las Cortes y de convocatoria del 10-N.
Sin embargo, en las últimas semanas las encuestas no están siendo todo lo optimistas que fueron en verano para el líder socialista. De llegar a hablarse, en pleno verano, de un incremento de hasta 20 escaños respecto a los 123 logrados el 28-A, ya hay sondeos que predicen un estancamiento o un retroceso del PSOE y una recuperación importante del Partido Popular. Y parece haber cierto pánico. Ahora no están dispuestos, de ser la fuerza más votada en los próximos comicios a alargar las negociaciones para un gobierno para forzar unas terceras elecciones.
Este es el sentido del documento del PSOE Plan para avanzar y vencer el bloqueo al que ha tenido acceso Europa Press y del que se desprende que el plan de los socialistas es que «inmediatamente» después del 10-N iniciará las conversaciones con todos los partidos «para desbloquear España».
Propuestas de acuerdo en 48 horas
En concreto, los socialistas presentarán en el plazo de 48 horas tras el 10-N una propuesta a cada fuerza con el objetivo de formar en el plazo de un mes un Gobierno «progresista, unido y coherente» en los grandes temas nacionales y que «no dependa de los votos independentistas».
De este modo, la formación ha destacado que los españoles decidirán en las urnas «la correlación de fuerzas de los partidos», de manera que una mayoría sólida del PSOE «facilitaría las negociaciones y evitaría tentaciones de otras fuerzas de seguir bloqueando».
En el documento, el PSOE se ha comprometido a ofrecer a las fuerzas políticas del Congreso, con el objetivo de evitar el bloqueo, un paquete de Pactos de Estado.
Pactos de Estado
Entre ellos, ha destacado un Pacto contra el bloqueo para que quede garantizada en el futuro la investidura de un presidente del Gobierno tras la celebración de futuras elecciones generales. En este sentido, la formación socialista ha puesto como ejemplo el modelo del País Vasco y Asturias, contemplando que gobierne en primera instancia el candidato que obtenga la mayoría de apoyos parlamentarios y, de no lograr dicha mayoría y sólo en ese caso, sería investido el candidato de la fuerza más votada.
Igualmente, ha propuesto un acuerdo de defensa de la democracia española, de la Constitución y de la integridad territorial para asegurar una respuesta unitaria frente a cualquier tentativa unilateral de ruptura de orden constitucional, así como un acuerdo por un nuevo Pacto de Toledo que garantice, mediante su blindaje en la Constitución, la sostenibilidad y suficiencia del sistema público de pensiones, actualizándolas conforme al IPC real y aumentando la cuantía de las pensiones mínimas y no contributivas.
El PSOE también ofrecerá un acuerdo de financiación autonómica y local, y de lucha contra la despoblación, que permita una financiación adecuada de todos los servicios públicos que prestan las comunidades autónomas y las entidades locales, y que ponga en marcha una serie de iniciativas para afrontar el reto demográfico de España.
Para conformar una mayoría progresista, el PSOE ofrecerá un acuerdo programático de gobierno a las fuerzas de la Cámara dispuestas a integrar una mayoría progresista, con el objetivo de conseguir no solo su voto favorable a la investidura de Pedro Sánchez sino sobre todo «fórmulas de apoyo estable» durante toda una legislatura de avance social.
Este programa de Gobierno se articulará en torno a prioridades sociales, económicas y medioambientales y contendrá las políticas que unen a los partidos progresistas y a la sociedad civil, para «garantizar estabilidad durante toda una legislatura».
Los socialistas esperan convocar y celebrar una sesión de investidura en la segunda quincena del mes de diciembre, tras las preceptivas consultas del Rey Felipe VI.
Gobierno, «antes de fin de año»
«El Gobierno deberá estar constituido antes de concluir el año. A tal fin, si fuera necesario, se cancelaría la tradicional suspensión navideña del periodo de sesiones del Congreso de los Diputados», ha afirmado la formación.
En la segunda quincena del mes de enero, según el documento presentado por el PSOE, se realizará la preceptiva aprobación del techo de gasto, paso previo de la Ley General Presupuestaria. Así, la formación ha señalado que el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado estará presentado para su tramitación parlamentaria durante el primer trimestre de 2020.
FUENTE: ESDIARIO