El pasado lunes, Ximo Puig sorprendió a propios y extraños al anunciar elecciones en la Comunidad Valenciana el 28 de abril, para que coincidieran con las generales. Una maniobra inesperada, sobre todo porque el propio presidente regional había pedido públicamente a Pedro Sánchez que no provocara un súperdomingo electoral el 26-M para que ambos comicios no se solaparan.
Puig, de hecho, llegó a amenazar al presidente del Gobierno con disolver precipitadamente las Cortes Valencianas si había generales el 26 de mayo. Una advertencia que, teniendo en cuenta la convocatoria anticipada de las autonómicas, revela el interés del líder regional enadelantarse a cualquier negociación para la formación del próximo gobierno de España.
Busca un pacto con Ciudadanos
Ese objetivo es, de hecho, la principal causa del adelanto electoral en la Comunidad Valenciana, tal y como aseguran al Confidencial Digitaldirigentes nacionales del PSOE y altos cargos regionales, que añaden: “Ximo Puig ha visto en la disolución anticipada de las Cortes una oportunidad para cambiar de socio”.
En ese sentido, explican que el presidente autonómico y su equipo manejan una serie de encuestas que apuntan a que Ciudadanos será el “partido bisagra”, el que pueda dar el gobierno regional tanto al PSOE como al PP con el apoyo de Vox. Una circunstancia que Puig ha tenido muy en cuenta.
Convencido de que la suma con Compromís, con quien gobierna en coalición, no será suficiente esta vez, ha iniciado un acercamiento a Ciudadanos con el objetivo de gobernar, en la próxima legislatura, con los de Toni Cantó.
Una opción que en el PSPV se ve más que posible, ya que C´s “quiere compensar el pacto con la derecha en Andalucía” y, teniendo en cuenta que en la Comunidad Valenciana se produciría la primera negociación, “tendrían la mejor oportunidad para ello”.
Deja en “fuera de juego” a Pedro Sánchez
La posibilidad de adelantarse a cualquier negociación por la composición del nuevo Gobierno de España es “clave” para Puig, que ansiaba “sentarse a hablar con Ciudadanos” antes, incluso, de que se constituyera el próximo Congreso de los Diputados.
Una meta que finalmente ha conseguido, ya que el pleno para la constitución de las Cortes Valencianas se celebrará el 16 de mayo, 5 días antes que el de la Cámara Baja. Una oportunidad para sellar con C´s un acuerdo para la Mesa que siente las bases de un futuro pacto de gobierno en la Comunicad Valenciana.
Además, y según el reglamento del propio parlamento regional, a partir de la elección del presidente de las Cortes se pondrá en marcha una ronda de consultas para elegir candidato a la investidura en un plazo de 12 días. Por tanto, se podría llegar al 21 de mayo, día de la constitución del nuevo Congreso, con un acuerdo de gobierno PSOE-C´s en la Comunidad.
Esa circunstancia, advierten las fuentes consultadas, dejaría totalmente “en fuera de juego” a Pedro Sánchez, que vería cómo el mismo partido que veta cualquier pacto con él para seguir en La Moncloa permite la continuidad de un presidente regional del PSOE. Un varapalo que podría convertirse en su propia sentencia si las generales dejan una mayoría parlamentaria de PP, C´s y Vox..
Indignación absoluta en Compromís
La maniobra de Puig, por tanto, ha despertado más de un recelo entre los integrantes de la dirección nacional del PSOE, que recuerdan, incluso, la oferta de barones regionales socialistas, incluido el valenciano, a Albert Rivera, de pactar primero en las comunidades autónomas y después a nivel nacional para formar un gobierno PSOE-C´s sin Pedro Sánchez.
No obstante, si en la ejecutiva federal socialista hay voces críticas a esta decisión, en la cúpula de Compromís el enfado con Ximo Puig es mayúsculo.
Los de Mónica Oltra se sienten absolutamente traicionados por el socialista, al que acusan de querer cambiar de socio para agarrarse a la presidencia. Es por eso por lo que, de hecho, se levantaron de la reunión del Consejo de Gobierno en el que Puig anunció el adelanto electoral.
Las fuentes consultadas, además, señalan que el presidente regional “lleva meses” acusando a Compromís de ser “excesivamente catalanistas”, con un mensaje que busca, “descaradamente”, conquistar a Ciudadanos.