El ministro del Interior agradece en una entrega de condecoraciones en Badajoz «la dignidad y el ejemplo» de los afectados por el terrorismo

 
Fernando Grande Marlaska pidió ayer perdón a las víctimas de ETA, «como bilbaíno y como miembro de la sociedad vasca», por haber tardado tanto en «plantarle cara» al terrorismo y por haber «cerrado los ojos» al sufrimiento de los damnificados, no despidiéndoles «con el dolor y el cariño que eran precisos». Un mal que afectó «a la sociedad en general, pero en particular a la vasca», subrayó el ministro del Interior en un acto en Badajoz en el que se condecoró a diez víctimas extremeñas, nueve de ETA y una del yihadismo en Irak. Entre ellas, el niño de 13 años José María Piris, fallecido en Azkoitia en 1980 al estallar un paquete bomba. Su hermano recogió ayer en su nombre la Gran Cruz con distintivo azul.

Marlaska, que estuvo acompañado por el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara; y la delegada del Gobierno, Yolanda García Seco, manifestó su agradecimiento a las víctimas, pues «nos habéis dado la dignidad a toda la sociedad y habéis dejado que vuestro dolor nos haya permitido seguir viviendo en libertad y con nuestros derechos totalmente firmes». En otro momento de su alocución destacó que lo único «bueno» que ha dejado ETA es «el patrimonio de sus víctimas, de su dignidad», y unas Fuerzas de Seguridad «que son referente internacional en la lucha contra el terrorismo».

 

 

FUENTE: ELCORREO