El PP planea ya el uso de la moción de censura contra un Pedro Sánchez que se enfrenta simultáneamente a la presión de los separatistas y de Podemos: los primeros -PDeCAT y ERC-, que pretenden lograr avances hacia la separación de España y la excarcelación de los presos golpistas a cambio de apoyar las cuentas del PSOE; el segundo -Podemos- para conseguir un gasto en los Presupuestos que Bruselas no admite y el Banco de España, la AIREF y la mayoría de departamentos de análisis económico de España consideran irrealizable.

Pero, precisamente, porque los puntos débiles de Sánchez empiezan a ser dobles -políticos y económicos-, el PP quiere esperar a ver si definitivamente son tumbados los Presupuestos del PSOE para tomar la decisión definitiva sobre la moción de censura.

En el Partido Popular se admite que “se trabaja ya con la posibilidad clara de impulsar una moción de censura”. Pero quieren que esa moción incluya toda una crítica a las cesiones del presidente del Gobierno ante el separatismo y al descontrol en la gestión económica. Pablo Casado juega ya con ese escenario. Y dependiendo de lo que ocurra este miércoles se adoptará la decisión final.

En el PP son plenamente conscientes de que una moción de censura en estos momentos muy difícilmente será una moción ganadora. Pero sí servirá para que Ciudadanos tenga que seguir dando pasos que le unan en el presente y futuro a un triple acuerdo -PP, Vox, Ciudadanos-. Y, además, servirán para escenificar que quienes siguen respaldando a Sánchez son los proetarras, golpistas, separatistas y podemitas.

Unidad de voto

Por otro lado, la votación de una moción de censura forzará a los diputados de los barones socialistas a tener que significarse. De ese modo, los diputados de Fernández Vara, de García Page o de Lambán tendrán que decir claramente si respaldan a un presidente, el suyo, que mantiene conversaciones y negociaciones constantes con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, o si prefieren defender la Constitución y la unidad de España. Y en esa decisión, muchos de ellos se jugarán la imagen de si realmente son barones fieles a sus regiones o prefieren que les sigan quitando inversiones y recursos de sus comunidades para engordar la cifra presupuestaria asignada a Cataluña.

Pero a todo ello, el PP quiere esperar para tener claro el escenario de apoyos con el que cuenta Pedro Sánchez. Y eso ocurrirá este miércoles, dependiendo de que los socios de Sánchez apoyen la tramitación de los Presupuestos o prefieran que triunfen las enmiendas a la totalidad con la que amenazan al Gobierno del PSOE desde hace días.

 

 

FUENTE: OKDIARIO