De nuevo hemos asistido a la mensual cascada de descalificaciones, insultos y hasta acusaciones de delitos. Liderada por el perdedor Casado, que “no dará un paso atrás ni para tomar impulso” (*), ha conseguido su hueco en las pantallas. La cosa tiene su mérito en medio de un combate Maduro-Guaidó que podría agigantarse hasta el nivel Trump-Putin, pues la semana pasada decidieron avanzar por ese camino rompiendo un acuerdo de no proliferación de riesgos nucleares a escala mundial. Esta ruptura también ha sido propiciada por el americano, como lo de Venezuela, porque Donald se despierta cada día rezando esa oración a la violencia que dice que “el que da primero, da dos veces”. Si le partiera un rayo, con una sola vez sería bastante.

No es extraño, por tanto, que haya pasado relativamente desapercibida la nueva pregunta que se ha incluido en el barómetro del CIS de enero. Pretende conocer las preferencias de la gente sobre la política más conveniente ante la crisis catalana. Mientras reviso “Barómetros” anteriores para componer gráficos de parámetros coherentes a incluir en futuros trabajos, compruebo que una pregunta con similar estructura es un “rara avis” y, por tanto, merece investigación y comentario particular.

Se trata de las preguntas 20, 20.a y 21, que han recibido las respuestas que se citan a continuación. Solo se incluyen las significativas.

  1. ¿Ud. diría que la actual situación de Cataluña puede influir mucho, bastante, poco o nada en su voto en próximas elecciones?

 

Influencia en el voto Media Estatal Catalunya Andalucía
MUCHA 21,6% 34,4% 19,0%
BASTANTE 21,3% 26,4% 19,9%
POCA 17,9% 20,9% 16,0%
NADA 33,2% 15,0% 35,2%

 

20.a ¿En qué sentido cree Ud. que influirá la actual situación de Cataluña en su voto?:

  1. Votando a partidos que plantean opciones de diálogo y negociación: Estatal, 43,2%; Catalunya, 74.9%.
  2. Votando a partidos que plantean opciones más radicales y duras: Estatal, 36,4%; Catalunya, 16,5%.
  3. Provocando mayor abstención y desconfianza de la política: Estatal,13,3%; Catalunya, 4,7%.
  4. ¿En la actual situación de Cataluña qué diría Ud. que es más necesario?
  5. Una política de diálogo y negociación: Estatal, 34,8%; Catalunya, 71%.
  6. Una política de mano dura: Estatal, 21,7%; Catalunya, 9,8%.
  7. Una política que combine el diálogo con el cumplimiento de la ley: Estatal, 36,9%; Catalunya, 14,6%.

Y los habituales “No sabe, no contesta”, con unos totales del 5,4%, del 7,1% y del 6,6%, respectivamente, que son poco relevantes.

Por si me ha equivocado en algún número, toda la información está en http://datos.cis.es/pdf/Es3238ccaa_A.pdf

En la pregunta 20 he incluido la columna de Andalucía para ayudar a Susana Díaz a salir de la confusión sobre las causas de su desastre particular. Y a los barones del PSOE de Aragón, Castilla la Mancha y Extremadura, que tantas veces caen en la tentación de debilitar a Sánchez creyendo que de esa forma se salvarán ellos, decirles que las sumas de las respuestas POCO+NADA en sus CC.AA. son del 51,8%, del 60,1% y del 52,7%, respectivamente. Si se dirigen a Tezanos lo mismo les envía cruces de respuestas que les permitan redactar los argumentarios más convenientes para no perder electorado.

Varias reflexiones se precipitan ante esta innovación del primer CIS de 2019.

  • Tras la histórica derrota de Susana en Andalucía el debate interno en el PSOE debe ser inimaginable para quien no esté ahí dentro. Ante esta situación, Tezanos parece haber diseñado tres preguntas muy precisas con unas respuestas muy calculadas, pues son las que podían proporcionar a Sánchez unos resultados con los que callar a sus barones. Incluso a nivel estatal ha conseguido un porcentaje superior al 70% para su política de diálogo y negociación en el acumulado de las respuestas 1 y 3 de la pregunta 21.
  • El precio de esta solución interesada es que no deja de ser algo parecido a hacerse trampas en el solitario. Porque, dado el punto de tensión al que hemos llegado, se queda coja toda demoscopia que no quiera conocer las opiniones de la sociedad sobre 1) Prohibir o no un referéndum como el de Catalunya del 01/10/2017; 2) Utilizar o no la fuerza pública contra votantes para impedirlo; 3) Mantener encarcelados a los dirigentes catalanes; 4) Si sirvió de algo la aplicación del 155; 5) Convocar o no un referéndum pactado sobre la relación de Catalunya con España, incluyendo la opción de la independencia, y, por último, de momento, preguntar sobre si ese referéndum debe celebrarse solo en Catalunya o en todo el Estado.
  • Pero ya se sabe que, en ocasiones, lo mejor es enemigo de lo bueno. Ante el anuncio de enmienda a la totalidad de los Presupuestos por parte de ERC primero y PdCAT después, en menos de 24 horas el gobierno ha dicho que sí a mantener reuniones con una especie de coordinador que dará fe de lo que allí se hable. Evidentemente, los resultados a estas preguntas del CIS podrán ser utilizadas por el Gobierno para justificar su estrategia ante los ataques que va a recibir sin descanso.
  • Mientras, los abaxcales esperan agazapados para recoger en sus filas a todos aquellos que pierdan la paciencia por el nerviosismo que manifiestan los líderes del PP y Ciudadanos cuando se desesperan al contemplar el manejo de los resortes del poder por Sánchez. Quizás desquiciado, Rivera ha salido hoy mismo exigiendo que “el CIS deje de hacer encuestas políticas con fondos públicos”. Ciertamente, bajo la dictadura franquista tampoco se hacían.

Resumiendo, vivimos en un país en el que, para llegar a la osadía demoscópica de incluir una pregunta trucada sobre soluciones políticas para un problema que lleva siglos, y que ha sufrido periodos tan destructivos como el de “Una, grande y libre”, han tenido que ocurrir recientemente y entre otras, cosas como las siguientes:

  • Que el día 9 de noviembre de 2014 y siendo presidente de la Generalitat Artur Más, se celebrara una consulta sobre la independencia en la que participaron 1,8 millones de catalanes.
  • Que, contra los poderes de un Estado que movilizó la represión activa de miles de policías contra votantes desarmados que pudo ver y sigue viendo todo el mundo, se celebrara un referéndum el día 1 de octubre de 2017 en el que participaron más de dos millones de catalanes.
  • Que hoy, el conflicto entre el Gobierno de España y el independentismo catalán sea una preocupación para muchos líderes de otros países. Puede que dentro de un siglo los libros de historia cuenten que este lío sirvió para provocar un gran avance en la integración judicial europea, pero según como acabe la cosa es posible que a muchos ni eso les sirva de consuelo.

Pero no todo ha de ser negativo. Me ha dado por contrastar la distribución territorial de la muestra poblacional utilizada por el CIS con los censos electorales por CC.AA. y, de las 19, en 14 la coincidencia es exacta o +/-1. En las cinco restantes no hay diferencias que alarmen. Estamos hablando de 36,5 millones aplicados a 3.000 entrevistados.

La exclusión por parte del CIS de los temas verdaderamente conflictivos, como la forma de Estado, o la no inclusión de respuestas incómodas, son las dos pautas que arrojan un borrón importante sobre el Centro de Investigaciones Sociológicas, un organismo que está pidiendo mucha más valentía y emprendimiento.

El CIS podría pasar de ser un encuestador de preferencias electorales que se convierten en portadas por un día, a convertirse en un mecanismo que sirva para proyectar luz sobre las soluciones y alternativas que a la sociedad le gustaría que sus políticos tuvieran en cuenta.

Forzado a buscar argumentos, el gobierno con menores y más exigentes apoyos de la historia reciente podría haber encontrado en el CIS una herramienta útil para sobrevivir. Se equivocará si se conforma con recorrer el camino de las preguntas trucadas.

Pero para avanzar en la reflexión hacia una demoscopia distinta y mucho más potente es necesario investigar más sobre el CIS que tenemos en la actualidad.

Tendrá que ser en una próxima entrega.

(*) “No dar un paso atrás ni para tomar impulso” es una famosa frase de Fidel Castro, pero que Cristina Cifuentes recordó, sin “pagar” derechos de autor, como con las cremas, durante su desesperada osadía para mantenerse arriba, en medio del desprestigio ocasionado por el máster falso conseguido en la famosa URJC. Ya que hemos pronunciado el nombre de esta Universidad, procede informar que fuentes fiables han contado que el pasado 31 de enero, en medio del silencio de unos medios ahogados en el Caribe venezolano, se celebró un nuevo referéndum Monarquía/República en el que participaron más de 8.600 personas y que arrojó los siguientes resultados: A favor de decidir en referéndum la forma de Estado: 96%; A favor de que esa forma de estado sea una república: 73,3%; A favor de cambiar el nombre a la Universidad Rey Juan Carlos: 56,9%.
 
 

FUENTE: DIARIO16