No hay nada mejor que poder elegir tu futuro político-profesional en el momento que quieras, sin ningún obstáculo más allá de tu propia voluntad o la de los compis de la terna en conexión con el cónclave púnico regional. Es algo que está al alcance de poca gente en los tiempos que corren. Alicia Maravillas lo meditó largo y calculó relajada durante el periodo estival tras la convenida salida de Román, y lo ha decidido ahora ante la imposibilidad de la vuelta de Blaya. Los distintos amagos de confrontación en C/Progreso margen derecha, han quedado en un turbio señuelo promovido por el conciliábulo local de afines a vueltas con el «Sanedrín fáctico». No cabe más que felicitarle, aunque pese a la ciudadanía que espera resentida el final de la podredumbre institucionalizada. Alicia se queda a proteger la guarida de los chollos, el repulsivo fortín en plenitud de su carrera política y facultades alcanzando su momento de máxima sabiduría sobre el funcionamiento de la «red clientelar» y la «trama de corrupción» que asolan Mazarrón.

Nadie de la terna dirigente pepera podrá argumentar como hace su «gurú» regional de turismo gajeado por Bruselas, Ramón Luis Valcárcel, que no se enteraban de las corruptelas y latrocinios acontecidos. No ha habido que empujarla demasiado para seguir perseverando por el sillón de la «Cueva de las Gangas».

 

 

La apuesta de los «despachos influencers» y sexagenarios muevehilos adscritos a «la logia caciquil» es evidente. “En Mazarrón las prefieren rubias”. El objetivo de recuperar a Blaya no era, ni mucho menos, exclusivo del cartel gavioto local que encabeza Román con ambos secuaces alcaldables. El propio partido en decadencia que controlan con la complicidad de López Miras estaba deseando que llegara la decisión de la especialmente cuestionada en la localidad Alicia Jiménez, pero  muy querida dentro del plantel de funciolistos y correligionarios incondicionales a la causa nepotista, y una de las que más hace siempre para la concordia entre banderías dominantes y para que el buen ambiente en el Equipo del «Pacto de las Maravillas», sellado por «Los Pacos» fluya imperturbable. Su sentido del cumplimiento de las directrices marcadas por los «lobbys económicos”, así como su veteranía y capacidad de mentir sin inmutarse, es fundamental para «la que se avecina». Solo había que ver la alegria con la que el Presidente Miras, Román o Blaya celebraron el engañoso episodio del Domingo, conocedores como son del mal momento que vive el Partido Popular a todos los niveles, y que en Mazarrón (laboratorio de pruebas) los problemas son de una envergadura sobredimensionada, que con el paso al frente de la Regidora dado lo que Mazarrón representa para el bipartidismo regional, solucionaría parte de sus males. Sin lugar a dudas, evitaría casi con total seguridad un pacto autonómico PSOE-Cs, para recuperar su mejor versión. En este sentido, ya sin «Los Pacos» en escena, aunque serán de gran apoyo en el papel que juega la íntima relación entre rubias por definir, con las que han convivido revueltos entre bambalinas y en su día si llega el momento, volverán a conciliar juntos para recoger la cosecha generada en distintas etapas.   

 

 

 

RUBÉN GONZÁLEZ