El próximo 12 de diciembre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se subirá a la tribuna del Congreso de los Diputados en un pleno monográfico sobre la situación de Catalunya. Una comparecencia en la que el jefe del Ejecutivo analizará el contexto político del conflicto catalán durante el último año, con especial atención a los hechos ocurridos desde que llegó a La Moncloa, y donde podría adelantar algún detalle más sobre la propuesta que el Gobierno defiende desde hace tiempo: la votación de un nuevo Estatut, un planteamiento que ya ha enunciado, como adelantó este diario, pero no ha llegado a concretar.
Así lo sugirió este martes la portavoz socialista en la Cámara Baja, Adriana Lastra, que señaló que una modificación en el Estatut que «luego voten todos los catalanes» es una propuesta defendida por Sánchez «que ya tiene mucho tiempo». Un cambio en el texto que, para la dirigente del PSOE, debe venir precedido por «un acuerdo entre catalanes».
Un referendum
Sin embargo, ERC y PDECat,, principales responsables de que Sánchez comparezca en el Congreso tras varias peticiones, no se mostraron conformes con la propuesta de un nuevo reglamento autonómico. Y es que para el portavoz republicano, Joan Tardà, cualquier posible solución pasa por la celebración de un referéndum. «Tan legítima es la propuesta de Sánchez de un nuevo Estatut como legítima es nuestra solución: la independencia. Y no hay nada más moderno, mas democrático y más fácil que un referéndum», sentenció. Una vía que según Tardà permitiría «sentir integrados a la inmensa mayoría de los catalanes».
Los posconvergentes fueron más lejos y demostraron una total desconfianza ante cualquier reforma del Estatut que Sánchez proponga. Así, la portavoz del PDECat , Miriam Nogueras, para quien el debate de la propuesta en la Cámara Baja en lugar de en el Parlament supone una «falta de respeto», comparó la reforma señalada por el PSOE con el Estatut prometido por el expresidente socialista Jose Luís Rodríguez Zapatero que, tras ser aprobado por la Generalitat, fue duramente recortado en Madrid.
Ni siquiera En Comú Podem, formación más afín al Ejecutivo de Sánchez, apoyó esta idea. «Después de lo que ha pasado estos años en Catalunya tiene muy poco sentido hacer propuestas de hace 10 años», sentenció la portavoz catalana Lucía Martín. Eso sí, pese a no refrendar un cambio en el Estatut, Martín tuvo el detalle de agradecer a Sánchez que «después de tantos años de judicialización haya propuestas políticas».