LOS MERCADERES, LOS GOLFOS, LOS FARISEOS Y LOS SAMURÁIS.
MURCIA.– (Crónica de José Juan Cano Vera, enviado especial al Bando).- Palabra. Ni un cubata, ni una caña, ni un tinto de verano, ni un kalimocho. Todo lo que dejo escrito es pura imaginación. Tampoco un canuto vivificador. Abril de 2018 del Señor.Que la Virgen del Pompillo nos proteja a todos. Infieles, sí.
Tanto el cada día menos líder de Podemos-paciencia Errejón-como el bello Pedro Sánchez, de andares cinematográficos, en pleno travelin guerrero, son más que analógicos en la intimidad, como Trump y el loco norcoreano. La mentalidad de los ultras-ultras o koletarios son, como militantes de base, más retros que un disco del Príncipe Gitano o el mismo Machín. Rajoy parece un socio veterano de un casino gallego, y no engaña esta vez porque muestra, constantemente, su lado bueno de registrador de la propiedad, un defensor del dinero aparentemente blanco. A un servidor le agrada más la señora Inés Arrimadas por su imagen de nieta progresista y rebelde. Tengo experiencias familiares. Y labia fiscal.
Pienso que la autodefensa o la defensa propia es una acción o reacción humana y animal-menos en la selva-que está por encima de la buena imagen, y en las actividades políticas honradas suele ser una necesidad cuando se defienden altos intereses nacionales, regionales y locales. O en las guerrillas de las pedanías incontroladas. En nuestro gran país, que lo es , basta leer a Lorca o contemplar un cuadro de Goya, es solo una suposición, pura imaginación. Sigan leyendo, please. La molla irá llegando a ritmo de gregoriano.
Se confirma que todo es susceptible de empeorar en el conflicto hispano-catalán que protagonizan los separatistas del Mar Muerto y sus compinches de la izquierda más izquierda del brazo de la burguesía meapilas con preocupantes síntomas de corrupción pandémica, que roba, sin conocimiento del ala más rufianesca que ponen en riesgo la paz y la estabilidad, con sus líneas de fuego oral que halagan al mundo del profeta Mahoma, el más grande, cuyos yihadistas asesinan a españoles, cristianos o agnósticos, maltratan a las mujeres, queman a los homosexuales y violan niñas. Se sabe que persiguen a muerte a los fieles de otras religiones, incluyendo a los pieles rojas de Utah, capital de los mormones que tanto quieren a sus esposas. Pues bien, los hechos son para llorar o morir de un ataque de risa como pudiera ocurrir en pleno mitin electoral, aunque mueva a incredulidad e irracionalidad . Son embustes irrefutables.
Es tal como un cuento, un relato a los mansos españoles, como nos llama el historiador Payne, ser como chiquillos inocentes, de antes. Nos reímos con lo que nos echen en el plato grasiento de las televisiones ávaras, codiciosas y perrugueras y a punta de pala publicitaria. Son los mercaderes sin fronteras nacidos en La Azacaya, Venezuela, Italia, Persia o al servicio de los servicios secretos que destruyen naciones y pueblos pacíficos, como Colombia en manos de los narcotraficantes que han organizado un partido. O activan teatrillos de guiñoles aldeanos con mensajes venenosos, llamando a los tiernos analfabetos corazones, olvidados, agostados desde siglos, captados por historias protagonizadas por los políticos golfos que forman masa de especuladores y ladrones, sin un gramo de sentimientos. Terminan mezclados con los samuráis del extremismo violento o abrazados al populismo de alto nivel de un fariseísmo de crápulas que predican revoluciones sonrientes, cuasi religiosas. Son Sectas disfrazadas de confluencias y mucho ruido, que a veces terminan con el derrumbamiento de naciones democráticas.
Las dos hazañas que cuento son flatulentas, diarrea mental. El show. Tanto el de Pedro Sánchez cinematográfico como el de Pablo Iglesias dando sus últimos koletazos , de la izquierda imposible al separatismo oportunista, que paga en las encuestas, a borbotones, se han dirigido en sendos comunicados floridos y cariñosos, a las Comunidades islamista, musulmana, mahometana y tribus afínes radicadas en toda España, para felicitarlas. Millón y medio largo de pacíficos vecinos, todo ello con ocasión de la fiesta religiosa del Ramadán, la más penitencial. Chocarán. Gracias, hermanos, tomamos nota y prometemos votaros. A los separatistas, ya nos dirán. Hemos entrado en el proceso de al menos cuatro campañas electorales. En la Conferencia Episcopal Española esperan un guasap con motivo de la pascua cristiana o el día de Santiago Matamoros, el apóstol patrón de las Españas, madre de naciones y nacionalidades, que dió a luz en parto múltiple retransmitido en directo. Y Nóbel de Natalidad. Extraña parida.
Como obra cumbre del Teatro español, a la misma altura que «Fuenteovejuna»,»Don Juan Tenorio» o «Don Mendo», gana por KO técnico, el número montado con los Presupuestos Generales del Estado y su cadena regional, que es la ramera madre de todas las batallas que afecta a 46 millones de angelitos españoles y españolas, feministas o no. Otra guerra civil, sin sangre pero parlamentaria y mediática, con demasiados puntapiés en los cojones, tan golpeados. Hay que tener muy poca vergüenza y escasos principios, cuando en el escenario del Teatro España, las escenas se suceden entre linchamientos recíprocos entre viejos etarras, carlistones, separatistas del golpe, meapilas vascos de Urkullu chanteje incluido, koletarios rasos y compañeras, populares plañideras con sus militantes repartiendo octavillas recordado el Séptimo Mandamiento y las amnistias suculentas de Montoro, socialistas desnortados que abjuran de Felipe Gonzalez y canarios de todos los cantes. Un reconfortante espectáculo. Al caer el telón arco iris, la masa se queda muda, una vez más, amnésica, y vota a los partidos que olvidan la basura que está cayendo sobre nuestra Democracia. Y vuelven a los escaños a ensayar ante los espejos del Congreso de los Diputados. Es evidente que nos han parido asi. Somos diferentes, uno a uno y todos desunidos. Dijo Adenauer que las naciones que se venden, terminarán sin historia, la maestra de un pueblo con futuro. Nos roban hasta el pasado la generación bárbara, los vándalos que acosan a Roma y sus pactos, la base de la nueva Europa libre, no la que nos enseña Putin y sus esquiroles españoles.
EPÍLOGO.- Hemos mantenido un largo cambio de impresiones con varios economistas y con el catedrático de ECONOMÍA APLICADA José Alberto Guerrero, sobre el espinoso tema del debate de los Presupuestos Generales del Estado, crónico y a veces contrario a los intereses del Estado, de España y las regiones, y por elevación de la sociedad. Parece que existe una salida que ya funciona en otros países, la creación de una Comisión de Presupuestos, formada por un equipo de diputados de distintos partidos que tengan mayoría en los parlamentos, lo que lograría un pase rápido y un mejoramiento de los contenidos. Es lógico que el partido gobernante trate de hacer sus propios Presupuestos, pero igual que en los casos de proyección nacional como son los asuntos militares y otros, los Presupuestos Generales del Estado ocupen un lugar prioritario y práctico. La Comisión se constituiria posteriormente a la constitución de las Cortes. La situación que tenemos en estos meses en el Parlamento, radicalizada, por cuestiones electorales, es difícil de explicar a la opinión pública. Prepotencia, presiones, chantajes , discusiones radicales y mucho electoralismo vasco.
Recordamos a nuestros lectores que en la cruel Guerra de los Balcanes hubo medio millón de muertos y asesinatos que terminó con la unidad de Yugoslavia, empezó tras un violento debate sobre los Presupuestos de las cinco regiones que luego se mataron. Tito cuando presidía aquel hermoso país, comunista rebelde a Moscú, como debe ser, dijo que «esta nación necesita palo largo y mano dura». España no, pero algunos se empeñan en que sí, y además violentamente en Cataluña.