Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Y, aunque de la narcoabogada Tania Varela existen pocas instantáneas, las que hay permiten conocer la evolución de su historia. La primera recoge a una joven Tania, ya licenciada en Derecho por la Universidade de Santiago, asumiendo el cargo que le ofrecía el hoy delegado territorial de la Xunta en Pontevedra y en aquel momento alcalde de Cambados, José Manuel Cores Tourís: fue la primera persona en dirigir el Centro de Información á Muller (CIM) de ese municipio, una institución pionera en el asesoramiento judicial a mujeres maltratadas. Una imagen muy distinta a la que puede verse en la lista de los fugitivos más buscados elaborada por Europol y que recoge el delito por el que la condenó la Audiencia Nacional: autora responsable de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas.

En los poco más de quince años que han pasado desde que la cambadesa se puso al frente del CIM de su localidad, su vida ha dado un vuelco inesperado para aquellos que la conocen. En la villa del albariño, donde conserva pocas amistades, su detención se sigue con expectación. Su inclusión en la lista de los más buscadas incrementó un interés sobre su persona que se inició cuando se arrimó profesionalmente, primero, y sentimentalmente, después, a David Pérez Lago. Tania ya había abierto su propio despacho de abogados junto a una amiga y el hijastro de Oubiña (fruto del anterior matrimonio con su esposa fallecida, Esther Lago) ya navegaba en solitario en eso del tráfico de drogas: había cambiado el hachís por la cocaína y fracasado en el desembarco del Regina Maris, en 1999. Fue de la mano de Pérez Lago con quien la cambadesa se adentraría en un mundo en el que se ganaba mucho más de lo que ella imaginaba.

«Es el claro ejemplo de cómo, muchas veces, el dinero interrumpe capacidades de las personas». La presidenta de la asociación Érguete, Carmen Avendaño, no tardó ayer en dar una opinión sobre la detención de Tania Varela en Sitges: «La conocí cuando empezaba a relacionarse con el hijo de Esther Lago, y ya ahí se fue complicando la vida». Era el año 2005 y la cambadesa se convertía en la asesora jurídica de la organización del narcotraficante.

Cruzando la línea

Tanto la Audiencia Nacional como el Tribunal Supremo, con su ratificación de la sentencia en la que se la condena a siete años de prisión por tráfico de drogas, consideran probado el vínculo de Tania Varela con la organización. Si bien matizan que no era un miembro activo, con carácter de permanencia, la condenan por distintas actuaciones acometidas desde que empezó a trabajar para Pérez Lago.

 

La primera vez que la narcoabogada cruzó la línea fue en marzo del 2006. Alertó al hijastro de Oubiña de un posible seguimiento policial mediante el envío de un mensaje de texto. Fue solo el principio de una serie de intervenciones que fueron mucho más allá del asesoramiento. Y que aumentaron cuando Pérez Lago cayó mientras intentaba introducir un alijo de 1,7 toneladas de cocaína, con un valor en el mercado ilícito de 160 millones de euros, en Galicia.

Fue entonces cuando, además de realizar las labores de defensa que le correspondían, emprendió las negociaciones necesarias para desprenderse del combustible que la organización poseía para desplazar sus embarcaciones dedicadas al porte de la droga y a establecer conversaciones para repartir el dinero de la organización. Por todo ello, se sentó en el banquillo con el resto de los acusados.

Distanciamiento de Pérez Lago

Parte de las actuaciones realizadas por Tania Varela tuvieron lugar en Portugal. Fue en el país vecino donde, según fuentes cercanas a la investigación realizada en el 2006, descubrió esa vida de lujo y derroche que la harían involucrarse activamente. Las mismas fuentes indican que el distanciamiento entre Pérez Lago y la cambadesa fue cosa del narcotraficante: además de negar en juicio una relación sentimental que era más que conocida en Cambados, el hijastro de Oubiña había rechazado un vis a vis ya en su ingreso en prisión y apostado por poner tierra de por medio con Tania Varela.

Pronto estuvo inmersa en una nueva relación. A la cambadesa le concedieron la libertad provisional cuando se encontraba a la espera de juicio, momento en el que se mudó a Madrid con su nueva pareja, Alfonso Díaz Moñux, que era su abogado y el de Pérez Lago. El asesinato de este, visto por muchos como una advertencia a la cambadesa para que cambiase su declaración, es la parte más truculenta de su historia. Díaz Moñux recibió dos disparos en la cabeza cuando entraba en el coche en el garaje de su casa. Ella, que iba sentada a su lado, no sufrió daño alguno. Hasta este lunes se le perdió la pista.

Si su involucración en el narcotráfico, su condena y posterior fuga causaron expectación entre los cambadeses, su detención por parte de los Mossos generó todo un revuelo. Porque hacía rememorar la imagen de un pasado anterior a su incorporación al CIM (situándola como protagonista de peleas en el instituto) y una aparente confirmación: medios catalanes indican que en el momento de su detención iba acompañada de su hija. El nombre que figura, como nieta, en la esquela de la madre de Varela, tendría entonces sentido: ninguno de los dos hermanos de Tania tuvo más hijos y a ella tampoco se le conocían. Hasta hace dos días.

El juez la envía a prisión para que cumpla la pena de siete años a la que fue condenada

De la detención de Tania Varela por parte de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d’Esquadra en un parque de Sitges a su entrada en prisión no pasaron ni 24 horas. El Juzgado de Instrucción número 1 de Vilanova y la Geltrú decretó ayer por la mañana el ingreso inmediato en la cárcel de esta mujer, sobre la que pesaba una orden de búsqueda de Europol a raíz de dos requisitorias de la Audiencia Nacional y una tercera del juzgado de Cambados. Una orden que la convirtió en la única mujer de la lista de Europol y que mostró su rostro al mundo: es la imagen que aleja a Tania Varela de aquella joven licenciada en Derecho que aterrizaba en el CIM y que pudo propiciar su detención el pasado lunes.

Si el intendente Antoni Rodríguez, responsable de la DIC, señalaba momentos después de la detención que hacía «un cierto tiempo» que habían recibido una información que «situaba a Varela en el Garraf», fuentes cercanas a la investigación indican que fue un vecino quien dio el soplohace aproximadamente un mes. La imagen publicada por Europol podría tener mucho que ver. La última actualización de la lista, de la que se hicieron eco distintos medios con fotografías de la cambadesa, se realizó poco antes de que tuviese lugar el chivatazo.

 
 
 
 
 
 
 
 
FUENTE: LAVOZDEGALICIA