Los padres de Diana Quer, Mari Luz Cortés, Marta del Castillo y Sandra Palo en la grada de invitados del Hemiciclo del Congreso de los Diputados eran ya una presencia difícil para que un debate tan complejo fuera sereno. Lo que nadie podía imaginar es que el portavoz del PP, José Antonio Bermúdez de Castro (que ha subido a la tribuna a defender el veto de su partido a la derogación de la prisión permanente revisable), para ampliarla, iba a dirigirse a ellos en los términos en que lo ha hecho, para cerrar su discurso plagado de “un reguero de sangre”.
Su justificación fantasma es que se trata de “un tipo penal cuyo mantenimiento es un clamor social”. El único clamor sobre este asunto que hemos escuchado últimamente es el de la pequeña concentración que coreaba “pena de muerte, pena de muerte” a la puerta de la comisaría donde estaba detenida la asesina confesa del pequeño Gabriel.
En opinión de Bermúdez de Castro, esta ley no es “ni venganza, ni rabia; sólo justicia” y, después de lanzar dos buenos derechazos a su presunto socio, Ciudadanos (por haber llamado “demagogia punitiva” y “populismo punitivo” a la medida pocos meses antes de pedir su ampliación también), ha preguntado a la Cámara que le escuchaba en medio de un silencio inusitado: “¿Se imaginan si a alguno de nosotros nos hubiera pasado algo parecido?” ¿Votarían lo mismo?«. Y, a reglón seguido ha dicho: “No nos respondan a nosotros. Miren a la tribuna y convénzanlos a ellos”. Lo siguiente ha sido la bancada popular en pie dirigiendo sus aplausos a la grada de invitados.
Lo cierto es que, de los cuatro partidos principales, solo Ciudadanos se ha atrevido a subir a la tribuna, en una ocasión tan señalada, a un peso pesado del partido: Juan Carlos Girauta. El portavoz de la formación naranja, muy calmado, pedía no derogar la prisión permanente revisable hasta que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre el recurso socialista a esta ley.
Mientras veíamos las imágenes de Girauta en la tribuna por el canal de televisión parlamentario, el Congreso ha icluido en la misma pantalla, en una ventanita superpuesta, el encuentro de la presidenta de la Cámana, Ana Pastor, con los padres de las víctimas, presentes en el palacio de la Carrera de San Jerónimo desde primera hora de la mañana.
A pesar de todo eso, el debate continuaba. Mikel Legarda, del PNV, ha defendido su recurso a esta ley recordando citas de Ciudadanos en esta cámara. Ha vuelto a subrayar que la cadena perpetua de muchos países se puede revisar un lustro antes o más que esta mal llamada prisión permanente revisable.
Legarda ha hablado del “derecho penal del miedo” y ha roto el argumento que defiende que el debate debe ser sobre la constitucionalidad o no de esta ley con este otro: aunque el Tribunal dijera que es constitucional, no es él el que legisla. Y, después de dar cifras que demuestran que ese debate no sirve, ha puesto en el tapete una verdad de las grandes: esta ley “comporta un deterioro de nuestros valores básicos”.
Por el PSOE, Juan Carlos Campos, ha cogido el guante popular y se ha dirigido a las víctimas para pedirles comprensión: “Nunca deberíamos haber tenido este debate en el desgarro por la muerte de un pequeño”.
Después, ha defendido su voto a favor de la derogación de esta ley de este modo: “Sin prisión permanente revisable vencimos a ETA y con ella hemos perdido a Gabriel”. En su discurso también ha criticado al portavoz del PP Rafael Hernando, sin mencionarlo, por haber hecho declaraciones políticas en el funeral de Gabriel. Por alusiones, Hernando le ha respondido que las hizo en el mismo sitio y y apenas diez minutos después de que lo hiciera la presidenta andaluza y dirigente socialista, Susana Díaz.
Por Coalición Canaria, Ana Oramas ha descrito la situación como la “fiesta” del PP y Ciudadanos en la que “a ver quién es más duro aprovechándose de un sentimiento de la sociedad”.
Eso sí, Ciudadanos parecía que con un poco más de dignidad. Albert Rivera no se ha puesto a aplaudir a las víctimas al terminar la votación como sí ha hecho la bancada azul y parte de la naranja. Aunque a su salida, en los pasillos, volviendo a los valores básicos, le han preguntado en el corro de periodistas si cree que la cadena perpetua es “inhumana”, como dijo su portavoz en sede parlamentaria cuando su partido defendía, hace solo unos meses, lo contrario que defiende ahora. Yo nunca pensé eso, ha venido a contestar, dejando a su subalterna y compañera, Patricia Reyes, a los pies de los caballos.
Termino esta crónica con la noticia de que el padre de Mari Luz Cortés ha convocado una manifestación para este domingo en favor de la prisión permanente revisable. Lo mismo el portavoz popular se refería al clamor social que puede provocar este pleno vergonzante.